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viernes, 13 de junio de 2014

María Santos Gorrostieta Salazar víctima más de la guerra contra el narcotráfico.


En un programa de televisión al que acudo para promocionar mi último libro, me piden el nombre de una heroína del siglo XXl. Pienso en la larga lista de mujeres valientes y luchadoras a las que he dedicado esta columna. En las protagonistas de grandes historias de superación personal y de lucha por la dignidad femenina. Y en las que se atreven a enfrentarse al crimen organizado y pagan con su vida. Como María Santos Gorrostieta, un extraordinario ejemplo de lucha y compromiso. Cuando, hace dos años, apareció su cuerpo sin vida en una cuneta del estado de Michoacán, apenas fue noticia. En México, donde cada día seis mujeres son asesinadas, era una víctima más de la guerra contra el narcotráfico.

María fue elegida alcaldesa de Tiquicheo, una pequeña ciudad devastada por la violencia de los cárteles de la droga. Casada y madre de tres hijos, fue muy valiente al aceptar el cargo, teniendo en cuenta que en su país los ediles son las principales víctimas de los sicarios. Su elección no gustó a las mafias porque les plantó cara públicamente. Sufrió su primer atentado cuando fue herida por varios impactos de bala en una emboscada. La acompañaba su esposo, que murió en el acto; pero ella sobrevivió y no se dio por vencida. Continuó, desafiante, al frente de la alcaldía para cumplir con su responsabilidad. Tres meses más tarde, unos hombres con el rostro cubierto y rifles de asalto volvieron a dispararle en la carretera, cuando viajaba de gira en su coche oficial. Esta vez le alcanzaron seis balas en todo el cuerpo pero, milagrosamente, se salvó.

En apenas dos años, su vida había dado un vuelco. De ser una mujer felizmente casada, sana y muy activa, ahora padecía graves secuelas. Harta de que sus adversarios políticos, y hasta los miembros de su propio partido, la acusaran de que todo era un montaje para aumentar su popularidad, difundió unas duras imágenes, que mostraban las cicatrices de su cuerpo, y un mensaje: “Sigo en pie a pesar de las heridas y las desgracias que han golpeado a mis hijos y a mi familia, y a la lucha constante por mejorar como persona y como dirigente de un pueblo que aún confía en mí”.

A pesar de las amenazas, la exalcaldesa regresó a su trabajo. Se presentó a congresista de la Unión Mexicana y se volvió a casar. No logró el puesto y se retiró de la política, pero su destino ya estaba marcado. El 12 de noviembre de 2012, llevaba a su hija pequeña al colegio cuando un coche se cruzó en su camino. Fue obligada a salir del vehículo y agredida ante varios testigos. Al conocer su secuestro, su familia esperó una llamada pidiendo un rescate. Pero nunca llegó y ocho días más tarde encontraron su cadáver con signos de haber sido torturada. Tenía 36 años y no llevaba escolta en un país donde la valentía se paga con la vida. Ella es una de mis heroínas anónimas, una mujer que no quiso doblegarse ante el terror y la sinrazón. 
Cristina Morató



María Santos Gorrostieta Salazar (1976 -  12 de noviembre de 2012) fue una política mexicana, médico de profesión, exalcadesa de Tiquicheo de Nicolás Romero, Michoacán.

Egresada en medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, gobernó entre los años 2008 y enero de 2011 el municipio de Tiquicheo de Nicolás Romero.

El municipio se encuentra enclavado en la Tierra Caliente, zona sitiada por los grupos criminales Caballeros templarios y La Familia Michoacana.

http://www.mujerhoy.com/hoy/entre-nosotras/heroina-cristina-morato-801461052014.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Santos_Gorrostieta_Salazar
http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2012/11/21/la-pgje-sin-linea-de-investigacion-en-torno-al-asesinato-de-gorrostieta/

2 comentarios:

  1. Nuestra gratitud por su enseñanza de valor y fortaleza por construir un mundo mejor, su lucha no fue en vano.

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    1. Nos alegra oírte, ayúdanos a que el mundo sepa de su esfuerzo .

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HH

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