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viernes, 20 de diciembre de 2024

Gisela Beutler filóloga románica

 

Gisela Beutler ( Hamburgo, República de Weimar , 20 de diciembre de 1919 - 3 de diciembre de 1996 ) fue una filóloga especializada en filología románica . Gisela Beutler pertenece a la familia de Ernst Beutler (1885-1960), historiador de la literatura alemana y estudioso de Goethe. 

Gisela  estudió  filología  románica  e  inglesa,  y  se  preparó  para  ser  tra-ductora,  al  tiempo  que  proseguía  su  formación  universitaria  en  Frankfurt  y  Berlín,  Oxford  y  Londres.  Así  contó  entre  sus  maestros  con  Fritz  Schalk  y  Ernst  Robert  Curtius,  y  también  con  William  J.  Entwistle  y  Edward  M.  Wilson,  según  leemos  en  el  prólogo  de  Sebastian  Neumeister  e  Ingrid  Simson  a  un  Festschrift  que  le  dedicó  la  revista  Neue Romanía  3  (1995),  con  el  título  Literaturwelten.  

 Se doctoró en 1953 con la tesis Tomas Percy's spanische stadien. Ein Beitrag zum Bild Spaniens en England in der zweiten Häfte desde 18 Jahrhunderts (Bonn, 1957). 

Obtuvo la cátedra en Berlín después de una estancia de tres años en Colombia con el trabajo  Studien   zum   spanischen   Romancero   in   Kolumbien,  in  seiner schriftlichen  und  mundlichen   Überlieferung  von  der  Zeit  der  Eroberung  bis zur  Gegenwart  (1969),  cuya  edición  en  español,  fue  publicada  por  el  Instituto  Caro  y  Cuervo  en  1977. Nos cuenta sobre los vestigios del Romancero español en Colombia, en las épocas de la Conquista y de la Colonia, pero con un marcado acento en la tradición oral


Ejerció en la Universidad Libre de Berlín de consejera académica desde 1964 hasta 1971, y desde ese año hasta 1985 trabajó de profesora de Filología Hispánica.



 Tomamos del texto de MARÍA SOLEDAD  CARRASCO  URGOITI  que recomendamos leer completo , unos fragmentos  que nos acerca a la importancia de su trabajo y a sus cualidades como persona:


 Siguió con  una  nueva  línea  de  indagación  etnológica  en  torno  a  las  danzas,  fiestas  y  piezas  dramáticas  que  desarrollan  en  tierras  americanas  la  tradición  de  moros  y  cristianos.  En  este  caso,  el  país  elegido  fue  México  y  específicamente  la  región  de  Puebla.  El  libro  de  Beutler   La Historia  de  Femando  y  Alamar:  Contribución  al  estudio de las danzas  de  moros y  cristianos en  Puebla  (México), publicada en  Stuttgart,  1984  (cf.  RDTP,  XL (1985),  pp.  299-303),  comprende  la  edición  anotada  de  una  pieza,  que  casi  alcanza  los  seis  mil  versos  y  se  conserva  en  tres  manuscritos  modernos,  utilizados  en  las  representaciones  actuales.  El  estudio  que  la  acompaña  viene  a  ser  un  tratado  sobre  las  múltiples  facetas  que  ofrecen   las  danzas  de  moros  y  cristianos  en  su  compleja  variante  mexicana


Se  recuerda  también  a  la  doctora  Beutler  como  la  primera  mujer  que,  dentro  del  campo  del  hispanismo,  accedió   al  rango  de   "Professorin'   en   una   universidad   alemana,   concretamente   la  Freie   Universitát  de   Berlín,   donde  ejerció  la  docencia  desde  1964  hasta  su  jubilación  en  1985.  Gisela  hizo  su  último  viaje  a  España  en  1993,  para  participar  en  un  cursillo  de  la  Universidad  Complutense  sobre  las  transformaciones  de  las  fiestas  españolas  en  la  Edad  Moderna,  que  se  desarrolló  en  la  localidad   alpujarreña  de  Purchena.  Tuvimos  ocasión  de  ver  una  muestra  muy  auténtica  de  representación  de  moros  y  cristianos  y  visitamos  pueblecillos.  Nadie  más  incansable  que   la  veterana   profesora   emérita  de   Berlín,   a  la  hora  de  caminar   por  callejuelas  empinadas,  buscando  el  detalle  de  edificación   significativo,  o  la  súbita  apertura  del  paisaje.  Posteriormente,  y  cuando  ya  le  empezaba  a  fallar  la  salud,  participó  en  el  coloquio   Fétes  et    divertissements    (Ibérica,   Nouvelle  serie,  núm.  8,  1997),  organizado  en  París-Sorbonne  por  el  profesor   Lucien  Clare.  Su  último  viaje   fue   a  Escocia  donde   intervino   en   un   coloquio   anglo-alemán   sobre   Calderón,  espigando   adivinanzas   entrelazadas  en  el  texto  de   La  Aurora   en  Copacabana.    Así  se  cerró  una  trayectoria  de  excepcional  coherencia  y  dedicación,  de  la  que  nos  parece  justo  dejar  constancia.  

M.^   SOLEDAD  CARRASCO  URGOITI  (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc)


Gisela Beutler - Dialnet (unirioja.es)

Vista de NECROLOGÍA: Gisela Beutler (1919-1996) (csic.es)

https://ca.wikipedia.org/wiki/Gisela_Beutler

www.gleichberechtigung.ch - Befragung Kandidierende eidg. Wahlen 2003 (ZH)

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lunes, 29 de abril de 2024

Judith Márquez Montoya primera pintora abstracta colombiana


Autorretrato 1959

Judith Márquez Montoya fue una pintora moderna y considerada como la “primera pintora abstracta” colombiana. (29 de abril de 1925 en Chinchiná, Caldas, Colombia- 1994 Bogotá, Colombia ) hija de  Maruja Montoya y Ramón Márquez.

En el año 1948 terminó sus estudios en Arte y Decoración en la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá. Tras su graduación abrió junto con Cecilia Restrepo , Rosa Matilde Torres  y Lucía Melendro Castilla, una oficina de decoración llamada Lineico (línea y color).​

Desde el año 1950 hasta el 1954 estudió arte en la universidad de Knoxville, Tenessee. Durante sus estudios en Estados Unidos estuvo pendiente del arte en Norteamérica, así como de sus cambios, y esto la llevó a incrementar su interés por la abstracción, así como a su decisión por fundar una revista para la difusión del modernismo artístico en Colombia. Tras este periodo regresó a Colombia y participó en el Concurso Anual de la Asociación de Escritores y Artistas de Colombia y obtuvo una mención honorífica.​

En 1955 la artista recibió varios reconocimientos por su trabajo, en primer lugar, una mención honorífica por la obra “Garzas” en el Concurso Nacional de Pintura del Centro Artístico de Barranquilla. En segundo lugar, obtuvo un premio por su participación en la Tercera Bienal Hispanoamericana de Arte de Barcelona. Además, ese mismo año Márquez ilustró un libro de cuentos escrito por Clemente Airó llamado “9 estampas de alucinado”.​También dirigió un programa de decoración en la Televisora Nacional junto con Clara Nieto6​ y participó en el stand de arte de la II Feria Internacional de Bogotá.

Durante finales del mes de junio y comienzos de mayo del año siguiente (1956), Márquez inició la edición y publicó el primer número de la revista Plástica, un espacio dedicado a la difusión y renovación de propuestas artísticas de la que se publicarían diecisiete números en total. Este mismo año la artista fue nombrada miembro de la junta directiva de artes plásticas de la Unión de Escritores y Artistas de Colombia. Los años que siguieron hasta su retiro del mundo del arte (1954 - 1964) fueron muy activos para Márquez en el campo artístico pues participó en numerosas exposiciones y eventos con sus obras. Además, en 1960 comenzó a trabajar como profesora en la Escuela de Bellas Artes de Bogotá, y ese mismo año publicó el último número de la revista Plástica. En 1961 viajó a México, lugar en el que residiría varios años y seguiría pintando de manera más informal y para el año de 1964, de vuelta en Bogotá, expondría los productos de esta época.

Falleció a los 69 años en la ciudad de Bogotá en el año 1994 (Tristemente desconocemos la fecha exacta , ojala nos ayuden a averiguarla).



En la década de los cincuenta en Colombia, gracias a artistas en su mayoría locales, surgieron nuevos lenguajes artísticos enfocados en desligar las artes plásticas de lo político pues esta había sido una relación instaurada por la academia, el arte tradicional y el americanista. Por el contrario, propusieron ver en lo pictórico y lo escultórico un significado por sí mismo partiendo de su relación con el entorno. Esta necesidad de distanciarse de la academia llevó a muchos artistas (entre ellos a Márquez) al lenguaje de la abstracción, que buscaba transformar la percepción del arte y, a través de él, la percepción del entorno.​ Particularmente en Colombia, los artistas abstractos integraron diferentes formas de la abstracción internacional con elementos de la cultura local tanto precolombina como popular.​En lo personal, Márquez consideraba que la pintura abstracta iba a permitir a los colombianos ver la pintura en sus valores esenciales y en su expresividad más directa.​

Judith Márquez  en su trabajo editorial se caracterizó en parte por su labor de autogestión pues editó y dirigió de la revista Plástica y creó una empresa dedicada a trabajos de dibujo, decoración, diseño, ilustración, publicaciones, entre otros, llamada Lineico (línea y color).​La revista Plástica fue editada entre 1956 y 1960, periodo durante el cual alcanzaron a publicarse diecisiete números. Plástica actuó como guía en el arte contemporáneo del momento, sus parámetros conceptuales y las nuevas propuestas en este campo. Además, sirvió como espacio de producción y divulgación del pensamiento de los artistas y críticos.



Existen grandes discusiones acerca del estilo pictórico de Márquez pues en su trabajo convivían algunos opuestos de la representación plástica como abstracción y referente natural o abstracción y figuración. Estos contrastes se deben a que sus bocetos partían de una copia de lo natural y a medida que iba trabajando abstraía cada vez más las representaciones, llegando a formas a través de un proceso de eliminación.16​Su obra no puede ser encasillada dentro de una sola rama de la abstracción pues, dicho por ella misma, incluía notas de diversas tendencias abstraccionistas.​Dentro de la crítica de arte no ha habido un consenso claro acerca de la obra de Márquez, Mientras que Walter Engel o Marta Traba la incluían objetivamente dentro de la abstracción por coincidir con sus lenguajes y normas, Dolly Mejía la consideraba modernista pues consideraba que, al aparecer la figura en su contorno natural correspondiente, no podía catalogarse como abstracta.

Dos peces, 1958 

En vez de inspirar su obra en un estilo particular, Márquez tomaba como referentes a artistas específicos. Paul Klee fue su inspiración más literal y directa incluyendo elementos infantiles o inocentes similares a los de Klee. En segundo lugar, estuvo influenciada por artistas como Miró.

Diversos historiadores y críticos de arte se han referido a la obra de Márquez como cambiante, en constante transformación: En las primeras aproximaciones pictóricas de la artista se puede ver un acercamiento a hechos reconocibles, naturaleza y figura humana con detalles completamente abstractos. Un ejemplo de esto lo podemos ver en obras como “Peces” o “Figura en Blanco, Autorretrato [la pensadora]”, ambos de 1955. Más adelante se alejó de esta noción previa, comenzando a trabajar en resaltar las características específicas y tácitas de los elementos pictóricos que utilizaba previamente19​, en obras como “Sinfonía en amarillo y naranja” de 1957 podemos notar que, si bien la inspiración sigue viniendo de objetos o naturaleza se busca una exploración más directa con el material (óleo y madeflex) y las formas (líneas verticales, horizontal, diagonales, curvas, figuras cerradas). Sobre esta transformación pictórica de Márquez, Walter Engel dice que: “La rigidez vertical-horizontal ha cedido a la curva y a los ritmos diagonales; las transparencias sutiles fueron sustituidas en gran parte por un color más enérgico, más decidido, más encendido y seguro.” Pero a pesar de esta independencia indescifrable, se ha podido identificar que esta obedece las leyes de la abstracción no-figurativa tales como la construcción y organización del cuadro. Engel resaltó algunas claves del estilo de Márquez en un artículo que escribió para la revista América mencionando su uso predilecto de “formas angulosas” y su constante construcción ortogonal, así como las “finas y suaves transparencias, bien entonadas armonías de colores, y un máximo aprovechamiento del pigmento. La vibrante y variada superficie de los óleos adquiere vida y porosidad bajo los pinceles y la espátula de la artista.”​

Autorretrato 1955

Reconocimientos

Concurso Anual de la Asociación de Escritores y Artistas de Colombia (Mención honorífica, 1954)

Concurso Nacional de Pintura del Centro Artístico de

Barranquilla gracias a su obra “Garzas” (Mención honorífica, 1955)

Tercera Bienal Hispanoamericana de Arte de

Barcelona (Premio por óleo “Figura en azul”, 1955)

X Salón de Artistas

de Colombia (Mención honorífica por óleo “Sinfonía en amarillo y naranja”, 1957)

XI Salón de Artistas Colombianos (Primer premio con óleos “Fantasía” y

“Claridad”, 1958)

Sin título
 No hemos conseguido una imagen suya , esperamos que nos ayuden a encontrarla .

Fuentes

https://www.worthpoint.com/worthopedia/judith-marquez-montoya-columbian-135133607

https://es.wikipedia.org/wiki/Judith_M%C3%A1rquez

https://boveripintoreslatinoamericanos.blogspot.com/2012/07/judith-marquez-montoya.html

https://icaa.mfah.org/s/es/item/1093129#?c=&m=&s=&cv=3&xywh=-692%2C553%2C3032%2C1697

https://es.slideshare.net/slideshow/pintura-colombiana-parte-2-127067961/127067961

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miércoles, 11 de octubre de 2023

Lupe Rumazo escritora

Lupe Rumazo Cobo (Quito, 14 de octubre de 1933) es una escritora y crítica literaria ecuatoriana. Su obra, que abarca principalmente los géneros narrativo y ensayístico, ha sido alabada por autores como Ernesto Sabato, César Dávila Andrade, Leopoldo Zea y Juana de Ibarbourou; a pesar de lo cual ha pasado casi desapercibida en Ecuador.

Rumazo nació en Quito. Es hija del historiador y escritor ecuatoriano Alfonso Rumazo González y de la pianista Inés Cobo Donoso. Sus libros han sido prologados por autores como Ernesto Sabato, Juana de Ibarbourou y Benjamín Carrión. Reside en Venezuela.

Ha sido miembro correspondiente de la Academia Ecuatoriana de Lengua, del Centro de Investigación y de Estudios Comparativos Ibero-Franceses (Sorbonne Nouvelle, París, Francia), Casa de Cultura Ecuatoriana, Sociedad Europea de Cultura, Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana (Pittsburgh), Círculo de Escritores de Venezuela.

Fue finalista en el Premio Internacional de Novela “Rómulo Gallegos” de 1989, con la novela Peste blanca, peste negra, mención de honor en la Bienal de Literatura “José Rafael Pocaterra” (Venezuela, 1980), por su libro Carta larga sin final, candidateada al Premio Internacional “Gabriela Mistral” – Mención Literatura y Filosofía, convocado por la OEA en 1995 y candidateada al Premio Nacional del Ecuador Eugenio Espejo, 2008 y 2010.

En 1956 se casó con el violinista Gerardo Alzamora Vela, director del Conservatorio de Música de Quito, a quien conoció en Colombia. Tiene tres hijos.





Obras

Entre sus libros publicados se cuentan:

En el lagar; ensayos (1962)

Sílabas de la tierra; cuentos (1964)

Yunques y crisoles americanos; ensayos (1967)

Rol beligerante; ensayos (1974)

Carta larga sin final; novela (1978)

Peste blanca, peste negra; novela (1988)

Vivir en el exilio, tallar en nubes; ensayos (1992)

Los Marcapasos; ensayos (2011)

Escalera de piedra; novela (2021)



https://es.wikipedia.org/wiki/Lupe_Rumazo

https://web.archive.org/web/20190920150934/https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/cultura/10/lupe-rumazo-ferialibro-ecuador

https://www.elcomercio.com/tendencias/cultura/escalera-piedra-obra-lupe-rumanazo.html

https://www.facebook.com/photo/?fbid=10159404440898617&set=a.67840463616
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martes, 20 de junio de 2023

Martha Lucía Calvache Velasco, la dama de los volcanes


Marta Lucia es Geóloga de la Universidad Nacional de Colombia, con especialización en Geotermia de la Universidad de Auckland, Nueva Zelandia, posee una Maestría de la Universidad Estatal de Luisiana y un Doctorado en la Universidad Estatal de Arizona en Estados Unidos.

Actualmente es la directora de Geoamenazas del Servicio Geológico Colombiano-SGC y ha trabajado en diferentes cargos de responsabilidad en esta institución por más de 30 años apoyando al Gobierno Nacional mediante la investigación y el análisis de fenómenos geológicos generadores de amenazas para el territorio nacional y sus comunidades, así como la generación de metodologías de evaluación de amenazas.

Inició su carrera profesional como geóloga de la División del Geotermia en la Central Hidroeléctrica de Caldas S.A (CHEC) y durante la crisis generada por la reactivación del Volcán Nevado del Ruiz en 1985 apoyó el Comité de Estudios Vulcanológicos de la Sociedad Caldense y en 1986 se unió al Servicio Geológico Colombiano. Desde ese momento ha trabajado en volcanes Colombianos con un equipo de trabajo multidisciplinario, generando conocimiento para que las autoridades y la comunidad conozcan el territorio en el cual habitan y las amenazas que los puedan afectar.

En la Dirección de Geoamenazas del SGC se encuentran los tres Observatorios Vulcanológicos y Sismológicos del país, la Red Sismológica Nacional de Colombia, la Red Nacional de Acelerógrafos, la red de estaciones GNSS – Geored, los proyectos de evaluación de amenazas de origen geológico, principalmente sísmica, volcánica y por movimientos en masa, así como la implementación de la Estrategia Social del Conocimiento Geocientífico del Servicio Geológico Colombiano, medida que busca llevar la ciencia un nivel funcional y de utilidad para la toma de decisiones relacionada con la protección de vidas y bienes



En 1985 nadie le prestaba atención a Martha Lucía Calvache y a “la manada de locos” que decidieron estudiar el potencial destructivo del Nevado del Ruiz. Eran geólogos que acababan de recibir 500 horas de instrucción de expertos de las escuelas italianas de Nápoles y Pizza. Habían entendido que el origen y el futuro de la especie humana están marcados por los volcanes. Inspirados en Pablo Neruda, decidieron vivir en las cimas de los Andes tras el rastro de “los estremecimientos del planeta... en las más lejanas y apartadas soledades de este mundo”. Subían una y otra vez al cráter Arenas para hacer monitoreos rudimentarios. Un mes antes de que hiciera erupción y una avalancha sepultara a los 23 mil habitantes de Armero, habían elaborado el primer mapa de riesgo, al que nadie le prestó atención a pesar de que llegó hasta el Congreso Nacional.

Ella trabajaba con la Central Hidroeléctrica de Caldas y, una vez fue testigo de la magnitud de la tragedia, hizo su tesis sobre el Ruiz y dedicó su carrera a estudiar “las montañas de fuego” para prevenir este tipo de desastres. Pronto encontró en el norteamericano Stanley Williams a su mejor aliado. Este profesor de la Universidad de Arizona es uno de los PhD. en volcanes más reconocidos del mundo. Martha Calvache se doctoró junto a él en Estados Unidos y ambos estaban en el cráter del Galeras en 1993 cuando hizo explosión y mató a nueve de sus compañeros. Williams sufrió graves heridas y la colombiana, ilesa, ayudó a rescatarlo, como el científico lo narra en su libro Surviving Galeras, un best-seller en Norteamérica y Europa. Discovery Channel ha presentado dos documentales sobre este hombre.

Ahora a esta nariñense, nacida en tierra de volcanes y posdoctorada en volcanes japoneses, como el Fuji, hay que prestarle mucha atención: es la subdirectora de Amenaza Geológica del Ingeominas y su trabajo tiene tal importancia que durante este año el ministro del Interior, Carlos Holguín Sardi, se ha reunido con ella más veces que con muchos políticos. La razón: los volcanes de Colombia están en una etapa de reactivación intensa. El primer aviso lo dio el Galeras, en Pasto, en 2004, y este año las emergencias se han sucedido una tras otra.

El 18 de enero la geóloga y el ministro presidieron un consejo de seguridad en la capital de Nariño ante una inminente erupción que los llevó a declarar la alerta máxima. El 21 de enero la reunión fue en el Ministerio del Interior y se concentró en el caso del volcán Machín, “uno de los de mayor potencialidad de daño en Colombia”. Después de 800 años puede explotar de nuevo en cualquier momento y afectar zonas de los departamentos de Tolima, Quindío, Valle y Cundinamarca, donde habita un millón de personas. Esta semana el que prendió las alarmas fue el Nevado del Huila, que ya el 19 de febrero del año pasado había explotado.


¿Qué pasa? Campesinos como Doris Parra, de la vereda El Barrancón, en inmediaciones del Galeras, dicen que “cuando la montaña brama es que mi Dios nos manda señales”. La respuesta científica está en los estudios de Ingeominas: “Colombia es una zona de muy alta complejidad tectónica, en donde las placas de Nazca, Suramericana y del Caribe se friccionan”.

En su oficina repleta de mapas y sismogramas, Martha Calvache explica que “las cordilleras colombianas son muy jóvenes en millones de años, comparadas con otras que ya dejaron de crecer y ahora disminuyen en tamaño, como los Apalaches en Estados Unidos, o con zonas volcánicas de Brasil y Canadá que ya desaparecieron”. Su tono pedagógico transmite serenidad, como lo reseñó la semana pasada Manuel Jota Escobar, en el El Enjambre, el periódico que circula en la región de Páez, Cauca, con el único fin de concientizar a los habitantes de las faldas del Nevado del Huila sobre el riesgo de vivir junto a un volcán. “Vino la doctora con esa calma y esa sencillez de vocabulario propias de las personas que tienen la experiencia y el suficiente conocimiento de causa, y nos dijo que esos volcanes no se quedan dormidos 500 años para luego despertarse y tirarse dos vientecitos, que deberíamos esperar cosas mayores”.

Ese es el trabajo de la subdirectora de Amenaza Geológica y de un equipo de 30 personas del Instituto Colombiano de Geología y Minería que, desde los observatorios de Manizales, Cali y Pasto, viven pendientes de los 38 volcanes que hay en el país, la mitad “vivitos y coleando”.

Un día la emergencia es en Pasto y las fuerzas se concentran allí: Martha Calvache, quien fue directora de ese observatorio, se prepara para hacer un sobrevuelo, con el apoyo de la Fuerza Aérea, para ver cómo amanecieron sus hijos. Empieza a llamar cada cráter por su nombre, a tomar notas y fotos. “Besolima, normal; Chavas, normal; Deformes, no se alcanza a ver; Joyería, normal; Portillas, normal; Calvache (bautizado en su honor), normal; El Pinta, ¡El Pinta se derrumbó!”.

En tierra su equipo, formado en escuelas de vulcanología de Costa Rica, Alemania, Estados Unidos y Japón, toma muestras de gases, rocas, azufre. También mide si la montaña se está inflando con la ayuda de inclinómetros y le hace mantenimiento a las estaciones de monitoreo satelital que rodean los volcanes; limpia los paneles solares, revisa baterías y antenas y da salticos sobre los sismógrafos enterrados para comprobar que captan desde el más leve tremor hasta un terremoto en Japón. Todo es reportado al observatorio para enriquecer las bases de datos.

Hoy cuenta con tecnología digital de última generación. “Tuvo que pasar lo de Armero y el terremoto de Popayán para que el país entendiera la importancia de nuestro trabajo”. Sin embargo, se cura en salud y sigue usando los sismógrafos analógicos. Cada cinco minutos suena un reloj cu-cú. Es el aviso para que alguno de los ocho funcionarios ajuste un centímetro la aguja que registra sobre papel ahumado los movimientos incesantes del Galeras. Sólo hay sobresaltos cuando aparecen los “tornillos” o reportes gráficos de sismos provenientes de alguna de las ocho estaciones de vigilancia. Luego mira por la ventana hacia el volcán que amenaza a 500 mil personas que viven en su entorno, “porque es mejor estar sobreseguros”. Al día siguiente el “acelere” es por el del Huila y la rutina se repite con precisión.

Parece mecánico, pero la respiración de cada volcán es distinta. “Unos duermen plácidos, otros roncan”. Es en esas etapas donde Martha y su equipo se aventuran hacia los cráteres, porque las mejores muestras de estudio son las de “las gargantas de las montañas”, como las llamaba Neruda. Recurren a pruebas de carbono 14 para reconstruir la historia hasta 20 mil años atrás.



Stanley Williams dice que de los 300 gurús de la vulcanología en el mundo, muy pocos se arriesgan a trabajar parados sobre un cráter humeante, menos después de que junto a él murieran en el Galeras el ruso Igor Menyailov, el inglés Geoff Brown y los colombianos Néstor García, Fernando Cuenca, José Arles Zapata, Efraín Guerrero, Alexánder Guerrero y Henry Vásquez. Williams perdió una pierna y aun así regresó a Urcunina, “montaña de fuego” en quechua.

A Martha Calvache y al norteamericano los invitan a todos los congresos y a todos los volcanes del mundo. Ella puede ser la mujer que ha estado parada sobre más monstruos activos: el Vesubio, el Estrómboli y el Etna, en Italia; el monte Santa Helena y Hawai, en Norteamérica; el Pacaya, en Guatemala, etc.. Ella, quien durante 25 años ha mantenido el bajo perfil, dice que “es un poquito exagerado” lo que se cuenta sobre su vida.

A la colombiana lo que le preocupa es que cada día más colombianos se interesen por los volcanes, “porque el futuro, la planeación y el desarrollo de un país andino como el nuestro debe partir de este conocimiento”. La gente olvida que de las montañas, de los glaciares y de las profundidades de los volcanes provienen recursos básicos como el agua para sobrevivir.

Eso ya lo entendió el Gobierno y, a través de la subdirección de Recursos del Subsuelo de Ingeominas, estudia el potencial mineral de estas regiones con influencia en la mitad del territorio nacional. “Por poder difundir esto, por mi profesión, es que me considero muy afortunada; dediqué mi vida a los volcanes y, después de haber vivido situaciones tan difíciles como la del Galeras, puedo decir que el poder de la naturaleza es inmenso, infinito, que a veces somos muy pretenciosos creyendo que con el conocimiento que tenemos podemos controlar todo, cuando lo único que podemos hacer es prevenir”.

Se siente orgullosa de lo que se ha avanzado desde el desastre del Ruiz. Se fortaleció el Ingeominas, se creó el Sistema Nacional de Prevención de Desastres, se especializaron los sistemas de monitoreo, se trabaja en concientizar desde al Presidente de la República hasta labriegos como Doris Parra, quien insiste en que el Galeras “sólo nos bota cenicita”. Sin embargo, admite que falta mucha educación y obras sismorresistentes para asegurar que los colombianos están a salvo de sus volcanes.

¿Y el riesgo que asume ella? No hay tiempo para más explicaciones, Martha Calvache está de paso en Bogotá, debe ocuparse de un posible desastre en Soacha y de una de las reuniones con la Comisión Colombiana del Océano –porque también le toca estar atenta a la amenaza de un tsunami que puede arrasar a Tumaco– antes de volver al Nevado del Huila, para actualizar los datos y revisar una vez más los planes de contingencia.

Ir y venir de los volcanes, como si el magma los atrajera como un imán. La escritora norteamericana Susan Sontag intentó comprenderlos para su novela El amante del volcán, y concluyó que “se sienten más seguros en el ascenso a la montaña hirviente que en ningún otro lugar. La montaña les procura una experiencia distinta a cualquier otra”. Vivir sobre los candentes “estratos de la historia”.


TESTIMONIOS


Stanley Williams ha recorrido los cinco continentes, siempre estudiando el comportamiento de los volcanes. Pero fue en 1993, en el cráter del volcán Galeras, cuando sobrevivió a una lluvia de rocas incandescentes. Lo rescataron Martha Calvache y la científica estadounidense, Patty Mothes. Su experiencia la narra en el libro ‘Surviving Galeras’, publicado en 2001 y en el que insiste en que no estaría vivo si no fuera por la valentía de su alumna y amiga Martha Calvache. Desde la Universidad de Arizona, donde es profesor, le dijo a El Espectador que sólo tiene para la colombiana “agradecimiento y admiración”.



Victoria Bruce una geóloga norteamericana que se interesó por las erupciones del Nevado del Ruiz y el volcán Galeras. Así conoció a Stanley Williams y a Martha Calvache. Reconstruyó las dos historias en este libro de la prestigiosa editorial HarperCollins. Ha hecho documentales sobre Colombia y otras colombianas como Íngrid Betancourt para la BBC y National Geographic. Consultada sobre la vulcanóloga colombiana, dice que después de investigar su vida, le quedó claro que se trata de “una heroína fabulosa”, no sólo por haber rescatado a Williams, sino por lo que hace para evitar que se repita la tragedia de Armero.

 Para escuchar a Martha traemos este audio :




https://site.caldas.gov.co/noticias-gobernacion/12459-gobierno-de-caldas-homenajeo-a-la-geologa-martha-lucia-calvache-por-su-aporte-a-la-geociencia-entre-otras-areas-durante-37-anos-de-labores
https://ficmec.es/la-geologa-colombiana-marta-lucia-calvache-estara-la-cuarta-edicion-vulcanalia/
http://www.elespectador.com/impreso/cuadernilloa/nacional/articuloimpreso-dama-de-los-volcanes
http://revistaelcrisol.com/?p=28439

http://www.eldiario.ec/noticias-manabi-ecuador/347627-descubren-un-volcan-potencialmente-peligroso-en-departamento-de-colombia/

http://scienti1.colciencias.gov.co:8081/cvlac/visualizador/generarCurriculoCv.do?cod_rh=0000199826
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martes, 9 de mayo de 2023

Teresita Gómez pianista



María Teresa Gómez Arteaga (Medellín, Antioquia - 9 de mayo de 1943), es una pianista de música clásica y docente de gran trascendencia en el ámbito musical de Colombia y el mundo. Es reconocida como una de las mejores pianistas del país.

Inició su formación pianística a los 4 años de edad con las profesoras Marta Agudelo de Maya y Anna María Penella en el Instituto de Bellas Artes de Medellín. Allí realizó su primer concierto solista contando con tan solo 10 años.

Realizó estudios superiores de piano en la Universidad Nacional de Colombia con la pianista rusa Tatiana Goncharova y la pianista alemana Hilde Adler entre 1959 y 1962. Posteriormente fue estudiante del pianista colombo-neerlandés Harold Martina en la Universidad de Antioquia entre 1964 y 1966, en donde se graduó como concertista y maestra de piano summa cum laude.

Ha sido alumna también de Barbara Hesse (Varsovia, 1985), Jakob Lateiner (Weimar, 1986) y Klaus Bässler (Berlín, 1986-87).


Se desempeña como docente de piano en la Universidad de Antioquia, como concertista y en conjuntos camarísticos como el dúo instrumental con el bandolista Jairo Rincón Gómez y su dúo permanente con el tenor colombiano Diver Higuita Bustamante con quien ha difundido la obra vocal en Colombia y en Europa de Antonio María Valencia, Gustavo Yepes, José Rozo Contreras, Jaime León, entre otros compositores colombianos.


Teresita Gómez, celebró en el Teatro Colón de Bogotá, el 16 de febrero de 2017, sus 60 años de vida artística con un emotivo concierto. Durante el mismo, no deja de ver el gran cariño que esta ciudad y gran parte del país, tiene hacia ella, en todos los ámbitos, como maestra de vida y de la música. Esta gran maestra, en lo más íntimo de su hogar, abre espacios culturales de música y tertulia para los amantes de la música clásica, colombiana y latina. Este espacio se le conoce como Martes de Cámara con Teresita, la cual se realiza un martes de cada mes.

El 14 de junio de 2017, la Universidad de Antioquia homenajeó en una gala universitaria a la maestra por sus 60 años de carrera artística, allí, se le otorgaron varios reconocimientos por parte de la Universidad de Antioquia, Instituto de Bellas Artes. El 20 de junio del mismo año, recibió el Reconocimiento Juan del Corral en la categoría oro, por parte de la Gobernación de Antioquia, gracias a su vida y obra en la música no solo en el ámbito nacional, sino también internacional.

Fue invitada para interpretar Hacia el Calvario del maestro Carlos Vieco y el Nocturno Op. 9 n.º 2° en solitario durante la Ceremonia de Posesión Presidencial de Gustavo Petro el 7 de agosto de 2022. 

El Gobierno de Colombia le otorga en 2005 la Cruz de la Orden de Boyacá en el grado de Comendador por su trayectoria artística, aporte a la cultura musical y representación honorable de Colombia en el exterior.

La Gobernación de Antioquia en 2017, la galardonó con el reconocimiento Juan del Corral categoría Oro, por su aporte musical, vida artística en sus 60 años de carrera.



https://es.wikipedia.org/wiki/Teresita_G%C3%B3mez

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martes, 17 de enero de 2023

Luz Marina Arteaga Henao reconocida lideresa campesina colombiana

 

Arteaga era médica de profesión y también una reconocida lideresa campesina, defensora de derechos y reclamante de tierras del proceso de Matarratón y El Porvenir, en el municipio de Puerto Gaitán (Meta), vecino de Orocué, Casanare en Colombia .

El 17 de enero de 2022 fue encontrado su cuerpo  a orillas del río Meta. Ella era lideresa campesina, médica y reclamante de tierra en los procesos de Matarratón y El Porvenir. Con Luz Marina Arteaga Henao serían 4 los líderes y defensores de DDHH asesinados en 2022 y 1290 desde la firma del acuerdo de paz.

Luz Marina Arteaga  representaba a las comunidades campesinas históricas de El Porvenir y Matarratón en diferentes espacios de denuncia e interlocución interinstitucional.

Medios de comunicación de Casanare señalan que era veedora del programa de adulto mayor de Orocué y activa participante de la recolección de firmas del proceso de revocatoria del mandato del alcalde de Orocué, Monchy Yobany Moreno.


 Las dos corporaciones defensoras de derechos humanos, consiguieron que su liderazgo fuera   uno de  más visibles en el proceso de exigencia de cumplimiento de las sentencias STP 16298 de 2015 de la Corte Suprema de Justicia y la SU-426 de 2016 de la Corte Constitucional, que ordena a la Agencia Nacional de Tierras adjudicarles estas tierras, así como a las entidades gubernamentales la protección de los derechos fundamentales de estas comunidades campesinas históricas.

Según las corporaciones defensoras de derechos humanos, "la lideresa y reclamante de tierras había recibido en reiteradas ocasiones amenazas de muerte de personas que se hacían pasar por actores armados, en el marco de su ejercicio de lideresa, le decían que dejara de estar peleando por tierras y que no asistiera a reuniones en el marco de la exigencia de tierras".

"Estas amenazas fueron puestas en conocimiento de las diferentes entidades encabezadas por el presidente Iván Duque, así como a la Unidad Nacional de Protección, quienes desconocieron la gravedad de la situación asignándoles unas medidas blandas", denuncian las corporaciones Claretiana Norman Pérez Bello y Jurídica Yira Castro.



"El Gobierno del presidente Iván Duque, con sus instituciones han hecho todo para no garantizar los derechos de las familias reclamantes de tierras históricas y han permitido la re-invasión de los predios de exempleados de la Familia Carranza y organizaciones supuestamente sociales que acaparan tierras, lo cual, Luz Marina había denunciado en reiteradas ocasiones", se lee. 


La zona completa de la disputa se compone por unas 27.000 hectáreas, que décadas atrás eran usadas por cientos de campesinos, hasta que fueron vendidas a fines de los 70 a Víctor Carranza, llamado el 'Zar de las Esmeraldas', forjando traslados forzados. De hecho, la propia Arteaga Henao era una sobreviviente de masacres protagonizadas por bandas armadas irregulares en 1987.


Las organizaciones sociales también expusieron las constantes amenazas de paramilitares que recibían Arteaga Henao y otros dirigentes. Entre estas denuncias públicas, señalaron que en 2019 grupos de extraños se hicieron presentes en el predio de la mujer cuando ella no estaba e hicieron preguntas a los residentes para saber cómo encontrarla.

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https://twitter.com/Indepaz/status/1483820653337886723?s=20

https://twitter.com/RutasConflicto/status/1484277262552027138?s=20

https://www.manosunidas.org/noticia/luz-marina-arteaga-nueva-victima-defender-tierra-vida

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viernes, 6 de enero de 2023

Maritza Isabel Quiroz Leiva lideresa social

LA LIDERESA MARITZA LEIVA, EN SU FINCA EN ZONA RURAL DE SANTA MARTA. / LAURA V. OROZCO

Maritza Isabel Quiroz Leiva (1959-6 enero de 2019) lideresa social fue asesinada en la vereda San Isidro, corregimiento de Bonda, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, Magdalena en Colombia el 6 enero, 2019 . Allí, Maritza trataba de retomar su vida en el campo, en un predio que el antiguo Incoder le tituló a ella y a otras diez familias víctimas del conflicto armado. Ella era  integrante de la Mesa de Participación de Víctimas de desplazamiento del distrito de Santa Marta, reclamante de tierras y víctima del conflicto armado.


Hombres armados llegaron hasta su finca, ubicada en la vereda San Isidro, zona rural de Santa Marta, Magdalena, y le dispararon sin mediar palabra. Meses antes, la Corte Constitucional solicitó protección para Quiroz Leiva, pues había sufrido desplazamiento forzado y le asesinaron a su esposo. Deja cuatro hijos.

Maritza Quiroz era reclamante de tierras y lideraba diversos procesos sociales en defensa de los Derechos Humanos de los campesinos y las personas más vulnerables. Participó de la firma del pacto de Santa Marta y era muy activa en los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial -PDET- del Acuerdo Final de paz.


 Maritza Isabel no tuvo una vida fácil. La lideresa, de 60 años y oriunda de Valledupar, era desplazada por la violencia. Junto con su esposo, se fue a vivir a Bajo Camagual, una vereda del corregimiento de San Pedro de la Sierra, jurisdicción de Ciénaga.

Allí, junto a su compañero  y cinco hijos, vivían en una finca próspera, que les brindaba el sustento diario gracias a los cultivos  que tenían. Sin embargo, la familia recibió un duro golpe que los devastó, cuando antisociales mataron a su esposo. Nadie pensó que años después, la vida de la mujer tendría el mismo trágico desenlace.

En ese momento, se vio obligada a llegar con sus pequeños a Santa Marta. La situación no fue nada fácil, pues les tocó vivir prácticamente de la caridad de algunas personas que les brindaban techo y comida. No obstante, Maritza no dejó a un lado las ganas de salir adelante y mucho menos de brindarles un futuro esperanzador a sus hijos.

Maritza Quiroz amaba el campo, siempre se dedicó a trabajar en él.

Trabajó para educar a sus cinco retoños; les compraba libros y los orientaba. Y luego de años de muchísimo sacrificio, amor y entrega, logró que todos sus hijos  se hicieran profesionales. Sus dos hijas son enfermeras; los varones, ingenieros.


En diciembre de 2013, se presentó un proyecto con la Agencia Nacional de Tierras, y tras salir favorecida, se marchó en el 2016 a la vereda San Isidro de la Sierra, en Bonda.

En la zona rural de Santa Marta, residía en una finca asignada por el Gobierno para ella y otras mujeres; a Maritza, le correspondió la parte donde estaba la casa y los cultivos cercanos a la misma; presuntamente,  esa ventaja  no era del agrado de algunas mujeres a quienes les tocaron  otras parcelas alejadas de la vivienda.

Desde que llegó a San Isidro de la Sierra, alternó las labores del campo con la vocería de la comunidad. Era una voz sumamente importante y siempre hizo saber los problemas que se presentaban en donde vivía.

Quiroz Leiva era suplente de la Mesa de víctimas de Santa Marta y líder de las mujeres víctimas de desplazamiento afro en la zona rural.  Había recibido amenazas el año pasado y la Corte Constitucional había solicitado protección para su vida.


En la finca tenía cultivos de maíz, guandul, fríjol, cúrcuma, malanga, jengibre, yuca, limón, mandarina, maracuyá, papaya, aguacate, entre otros; también tenía carneros y rojas californianas, una especie de lombriz para producir abono orgánico.

Maritza era una mujer de muchas ideas e iniciativas. Siempre trató de que su comunidad se uniera para participar en convocatorias de proyectos productivos, pero generalmente sus intentos fueron fallidos.


Quiroz Leiva se despertaba a las 4.am., prendía el radio y de inmediato iniciaba los quehaceres. Era amante a estudiar y cuando bajaba a Santa Marta, descargaba contenidos educativos que veía o leía en el computador que sus hijos le regalaron.

TENÍA CRÍA DE CARNEROS, ADEMÁS DE LOS DIFERENTES CULTIVOS. / LAURA V. OROZCO


Tenía cría de carneros, además de los diferentes cultivos.

Infortunadamente, para Santa Marta y el país, hoy en día ya no está Maritza; una guerrera de la vida que dio la cara siempre por su familia y la comunidad.

 Maritza Isabel Quiroz Leiva fue una lideresa incansable; una madre ejemplar; 


 Tomado  parte del texto de  ALBERTO JIMÉNEZ ALFARO  

https://www.semana.com/nacion/articulo/sicarios-acabaron-con-la-vida-de-maritza-quiroz-lider-civica-de-santa-marta/597026

https://seguimiento.co/la-samaria/la-historia-de-maritza-quiroz-la-incansable-lideresa-rural-que-murio-por-manos-criminales?fbclid=IwAR3xSb46SwwziE04ayJTI7UbMgidtD6NXGm-ojVtm8xr7E3izDMTLoSFKAM
https://verdadabierta.com/maritza-la-tejedora-social-que-la-violencia-silencio/
https://analisisurbano.org/lideresa-social-maritza-isabel-quiroz-leiva-fue-asesinada-en-una-finca-de-santa-marta-magdalena/
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jueves, 29 de diciembre de 2022

Inés Cote de Turbay política colombiana



Inés Cote de Turbay (1.935- 29 de diciembre de 2000) política colombiana victima de la guerrilla junto con su hijo .
El siguiente texto, del que no podemos encontrar la autoría,  nos da ida de la valoración que sobre ella se tenía:

Doña “INESITA”, así con mayúscula, era como la conocían desde los círculos de poder más rancios y encopetados de la sociedad Colombiana, hasta en los rincones mas alejados y paupérrimos del departamento del Caquetá, a esta matrona con alma de niña, carácter de hierro, nobleza de ángel y sensibilidad social inimitable.


En su casa en el Chico Bogotano, en su apartamento de la candelaria o en su casona de Florencia finamente amoblados y ambientados con música clásica, era la anfitriona de más turmequé que se haya conocido porque con sus siempre bien documentados, agudos y punzantes argumentos sorprendía a sus comensales con las viandas de sabor cautivador que preparaba con sus manos para satisfacción y fascinación de sus invitados. En esas inolvidables jornadas de tertulia y trabajo social, ella sabía entremezclar magistralmente, en la misma mesa a ministros de estado, embajadores, magistrados de las altas cortes, sacerdotes o pastores protestantes, con líderes de barrio, campesinos, estudiantes o amas de casa, cuyas citas hacía coincidir en sus residencias, en busca de satisfacer peticiones personales o colectivas de sus seguidores, que por su reconocida influencia, siempre encontraban solución. 
Bogotá o Florencia,  eran ciudades en las que se movía frenéticamente visitando ministerios gobernadores, alcaldes o jefes y direcciones administrativas para concretar las múltiples gestiones de su agenda social que se convirtieron en su única tarea cotidiana. 

Inés Cote de Turbay fue emprendedora fascínate y edificante. Irradiaba una fuerza interior gratificante en su personalidad y jamás hubo obstáculo que detuviera la fuerza de su delirante destino. En sus épocas de estudios secundarios su pasión juvenil fueron la música clásica y los deportes llegando a ser concertista de piano y destacada basquetbolista así como consagrada nadadora con registros de triunfos nacionales para el departamento del Huila. En uno de esos certámenes deportivos y en un equipo contrario conoció a Hernando Turbay Turbay, y ese amor a primera vista se concretó año y medio más tarde. Iniciaba así para Inesita la etapa más arrolladora y de su existencia, encontrando en su esposo, la complementación exacta de su misión y visión familiar en la política de servicio, dejando el piano y los deportes para dedicarse de lleno a  Don Hernando, sus hijos y entre todos, la iniciativa, doctrina y evangelio de Ella: Dedicación exclusiva a los intereses colectivos de su amado Caquetá.

 Nació y murió siendo liberal. Jamás militó en otro Partido. ¡¡¡ Victoriosa capitana de mayorías electorales ¡¡¡ por 40 años continuos, leal con su partido Liberal, así como lo fue siempre con sus amigos y seguidores. Todas sus aspiraciones y objetivos políticos los ganó impecablemente en los eventos electorales que eran precedidos de una febril actividad de plaza pública en la que ella se envalentonaba al nivel de Policarpa Salavarrieta o María Cano. Tenía bien claro, que todo triunfo electoral pasaba por una contienda en la que ella llevaba la mayor ventaja que le otorgaban sus excelentemente ganados pergaminos otorgados por los humildes, que reconocían en demostradas obras sociales, una factura absoluta de triunfo avasallante y seguro con muchos meses de anticipación, no obstante los virulentos ataques de sus eventuales contradictores políticos. También sabía, que su grande activo era la estabilidad y confianza absoluta que generaba a su electorado y no era para menos porque en nombre y apoyada por el Partido Liberal y sus militantes, esta familia de “servidores públicos” dejaron una huella imborrable en el departamento del Caquetá, concretada en la mayoría y por mucho tiempo únicas, obras de infraestructura que aún hoy después de 15 años se evidencian en el departamento. Resoluta y transparente en sus objetivos y en el logro de los mismos, en sus códigos nunca tuvo lugar " El vaivén de la conveniencia", no recurrió jamás al engaño, por favorable o circunstancial que fuera. Tenía certeza en la bondad de sus propósitos y por ellos luchaba diáfana y consistentemente hasta realizarlos. Con mucho cariño y profundo respeto guiaba y cuidaba su electorado. Para ella no existía "el mañana....mañana", lo que era viable y legal inmediatamente lo ejecutaba, tenía un carácter determinante, dominante e irrompible. Entre los distintivos sobresalientes que tenía su personalidad estaban sus muy estrictos principios morales, su palabra tenía autoridad moral, sin duda que venía precedida por su impecable proceder, sello que dejó como Concejal, Diputada y parlamentaria. Impresionan en la magnífica historia particular de Inés Cote de Turbay, su ternura y dulce expresión para con el desprotegidos a quienes se entregaba con desprendimiento impresionante sin importar el tiempo y el derroche de sus diversos talentos para lograr la solución de sus necesidades, lo hacía con tal dedicación, entrega cariño y pasión, que muchos la llamaban: Madre. 

El nacimiento de sus hijos aumento sus obligaciones y también su capacidad de amar y servir, con ellos y de la mano, continuo su lucha en favor de la inmensa población que los seguía con delirio. Doña INESITA impulsó el trabajo comunitario a lo largo y ancho de todo el departamento llegando a ganarse el calificativo de la madre de las obras en el Caquetá. Puso su empeño en infinidad de obras de auto- construcción, generando diversas formas y concurrencias de ayuda comunitaria con soluciones de viviendas a muchísimas personas. Que manera tan particular y linda de hacer política. Fomentando la alegría en el dar y ayudar al vecino ella obtuvo como premio el mejor multiplicador de los seguidores y partidarios de sus causas electorales. En esas lides Inés Cote de Turbay fue única e irrepetible. Antes y posterior a ella el Departamento del Caquetá no tiene otra mujer con la capacidad de convocatoria que ella tuvo. Fueron miles los que se favorecieron de sus oportunas soluciones en vivienda, educación, salud, infraestructura, desarrollo personal, social y político, entre muchísimas obras de ayuda colectiva, como por ejemplo el templo de la virgen de Guadalupe en el barrio Florencia La nueva, que ella en su devoción particular construyó con el concurso del la ciudadanía que sin duda se involucraba directamente en sus recurrentes sueños y proyectos. 
Con inmenso valor y resignación enfrentó la temprana partida de su esposo y se convirtió voluntariamente en la abanderada de los desprotegidos. En 1995 estoicamente tuvo que soportar el largo y tedioso secuestro de su hijo preferido Rodrigo Turbay Cote, iniciándose de esa manera para ella el lacerante trasegar cotidiano para lograr su liberación, llamando la solidaridad de los poderes del Estado y la comunidad internacional así como la intrincada burocracia de la guerrilla en todo el mundo durante dos años, dos meses y veintidós días. Su espíritu indeclinable de madre adolorida acrisoló su talento de manera admirable convirtiéndose en una combatiente feroz que denunciaba a nivel Nacional e internacional, los abusos de los secuestradores de su hijo y a la postre estas acciones, de inmenso valor republicano, se convirtieron en su sentencia de muerte. 
En el departamento del Caquetá a Doña INESITA Se le reconocerá siempre como la cabeza principal de la familia Turbay Cote quienes mancomunadamente crearon y practicaron una escuela de hacer política con amor, servicio y felicidad. Ellos, bajo su égida, hicieron de lo político un apostolado de servicio y desarrollo como motor del bienestar colectivo. Nunca estuvieron motivados por la codicia o la ambición desmedida por el poder y aunque de éste consiguieron mucho más del que buscaban o pretendían, su humildad y capacidad altruista jamás se vio afectada porque su filantropía se convirtió en un fenómeno político verdaderamente impactante y llamativo en toda la nación, que encontró en su vibrante ejemplo, una línea de acción en sus regiones. Por todo ello, en el Caquetá, la política en torno a la familia Turbay Cote, hacia estremecer hasta las fibras del alma. Los viernes liberales, las manifestaciones en plazas públicas y las multitudinarias y espontáneas marchas de las victorias rojas aún son recordadas y añoradas por un Liberalismo huérfano y desorientado, aunque hayan transcurrido tres lustros de su partida. El fervor y la alegría de los gritos de un triunfo Liberal que tuvo una duración de cuarenta años contagiaron de entusiasmo hasta a los contradictores que aceptaron con resignación que la política de servicio producía mayorías absolutas e indestructibles No obstante el esfuerzo y la dedicación de muchos hombres y mujeres liberales en el departamento nunca se volvieron a sentir las efusivas manifestaciones de euforia partidista de aquellos gloriosos tiempos porque aquellos vivas y arengas salieron de almas agradecidas y convencidas del liderazgo y entrega genuina de sus conductores sociales. Multitudes verdaderamente dispuestas a triunfar con sus ideales, fuerza viva que gracias a sus líderes fueron capaces de enfrentar con inteligencia y visión las múltiples adversidades y acciones que les planteaba afrentosa una guerrilla desafortunada y perversamente filtrada y desnaturalizada por su alianza macabra con el narcotráfico, que por sus condiciones topográficas encontró en el Caquetá, tierra fértil para desarrollar su laboratorio de la guerra.


En el Caquetá se dice y reconoce ampliamente que la política que desarrollaba la familia Turbay se constituyó en un fuerte dique de contención que tenía la Democracia en esta sección del país, cosa que no ocurrió posteriormente a la desaparición de esta familia. Doña INESITA logro con inmenso amor que cada uno de los miembros de la Familia Turbay Cote fueron líderes y gestores de paz, y en pro de la paz, con obras, desarrollaron todo tipo de acciones dentro del marco de la ley. Ninguno de ellos transigió en alianzas o acuerdos con grupos irregulares. Su liderazgo marco un hito en la historia del Departamento y las únicas armas que empuñaron en un territorio donde se concentró la guerra y la violencia política del país, fueron la defensa de la democracia y el pluralismo político. Lo único que derrotó a Inés Cote de Turbay fue el vil asesinato del que ella, su hijo Diego, (Presidente de la Comisión de Paz), y cinco acompañantes más fueron víctimas en un genocidio con características de masacre que estremecieron con extremado dolor a los ciudadanos de todo el mundo que en una época especial como la Navidad conocieron la estremecedora noticia. Más tarde el Caquetá ý Colombia conocieron que el factor desestabilizador de lo político, como lo son el contubernio de la subversión con narcotráfico que se habían asociado para eliminar físicamente el proyecto de servicio social que impedía el crecimiento y la filtración de la sociedad Caquetense y de contera su expansión en toda la región. 

El 29 de Diciembre del año 2000 la intolerancia y la maldad concretaron su decisión de eliminar físicamente una vida incesantemente productiva y frenéticamente dedicada a las causas sociales del departamento del Caquetá, partiendo la historia del departamento en el antes y el después de una mujer maravillosa: “Doña INESITA”, que entregó todo, hasta la vida y la de sus hijos, por la causa de los más necesitados. Había nacido doña Inés Cote de Turbay en Neiva adelantó estudios primarios y de secundaria en el colegio Santa Librada de Neiva, adelantó estudios superiores en la Universidad El Rosario hasta 7 semestre de Economía , contrajo nupcias con el reconocido líder Liberal don Hernando Turbay Turbay de cuya unión nacieron Constanza (única sobreviviente) Rodrigo Y Diego Turbay Cote. Paz en la tumba de esta mujer, de aquilatada estirpe Liberal. 

http://www.caquetamemoriaypaz.org/relatos/historias-con-enfoque-diferencial/mujeres/item/18-guerrera-invensible
http://hsbnoticias.com/noticias/politica/homenaje-ines-cote-de-turbay-en-florencia-335360
http://caracol.com.co/radio/2000/12/29/nacional/0978073200_097559.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Turbay_Cote
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jueves, 4 de agosto de 2022

Ofelia Uribe activista por los derechos de las mujeres

 


Ofelia Uribe Durán, también conocida como Ofelia Uribe de Acosta (Oiba, 22 de diciembre de 1900 - Bogotá, 4 de agosto de 1988) fue una periodista colombiana, maestra, política y feminista sufragista. Tuvo una destacada participación en la lucha por los derechos de la mujer en su país, «exponente de una generación de mujeres que interrumpieron en la vida nacional para luchar por el respeto a su dignidad humana y el reconocimiento de los derechos civiles y políticos de las mujeres colombianas».

Ofelia Uribe Durán  fue la mayor y única mujer en un hogar de cinco hermanos. Su padre Juan Bautista Uribe Durán y su madre Josefa Durán Gómez eran educadores de raigambre liberal.

La relación en su niñez con su padre y sus hermanos influyó en su carácter y posición respecto de los derechos de la mujer. Con ellos participó de actividades poco habituales en aquella época para las niñas como el tiro al blanco y, sobre todo, la participación en pie de igualdad en el mundo intelectual.

Siendo aún muy pequeña, su familia se trasladó a vivir a El Socorro (Santander, Colombia ), donde efectuó sus primeros estudios en una escuela pública para seguir luego magisterio en la Escuela Normal de San Gil.

En 1917 terminó sus estudios en la Normal, y tras algunas dificultades por razones políticas obtuvo trabajo como maestra de primaria en Simacota. Un año después abrió un colegio con su madre, pero falta de apoyo oficial y de recursos propios debió cerrarlo. Finalmente, la familia se trasladó primero a Chiquinquirá y en 1924 a Miraflores.

En esa ciudad de Boyacá conoció al abogado Guillermo Acosta,  sobrino del expresidente liberal general Santos Acosta, con quien contrajo matrimonio en 1926.

En 1930 apoyó al candidato liberal a la presidencia Enrique Olaya Herrera, con cuyo triunfo en febrero de ese año se iniciaría en Colombia la "segunda República Liberal" que ponía fin de momento a más de cuarenta años de hegemonía conservadora. En la agenda de Olaya estaba entre otras cuestiones, el reconocimiento de los derechos civiles de las mujeres. 

En diciembre de 1930 se reunió en Bogotá el IV Congreso Internacional Femenino convocado por la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas, representada en Colombia por la escritora Georgina Fletcher.

Ofelia Uribe fue delegada ante el Congreso por el gobernador de Boyacá Celso Rodríguez. Allí presentó un trabajo sobre los derechos civiles de la mujer casada defendiendo un proyecto del ejecutivo destinado a asegurar su independencia económica y el derecho de manejar sus propios bienes.

En 1931 se mudó a San Gil donde su marido había sido designado juez  actuando como su  ayudantes  investigando, reuniendo pruebas y testimonios, experiencia que mejoró sus conocimientos jurídicos y de la función del Estado y la política.

Desde San Gil continuó apoyando el movimiento de presión sobre el Congreso a favor de la ley por los derechos femeninos, movimiento liderado por Clotilde García Borrero, que daría sus frutos con la aprobación de la ley 28 de 1932, así como promoviendo normas relativas a la educación de las mujeres y su ingreso a la universidad que darían lugar a los decretos 1874 de 1932 y el 227 de 1933.

La reforma constitucional aprobada en 1936 durante el primer gobierno de Alfonso López Pumarejo concedió a las mujeres el derecho de desempeñar empleos que conllevaran autoridad o jurisdicción abriendo los cargos públicos a las primeras abogadas que empezaban a egresar de las universidades. No obstante la resistencia continuó y al ser objetado el nombramiento como jueza tercera del circuito penal de Bogotá de Rosa Rojas Castro, primera mujer en Colombia en obtener un grado universitario, Ofelia Uribe recorrió las emisoras radiales de Ibagué, El Socorro y Cúcuta brindando conferencias radiales en defensa de sus derechos.​


En 1937 se estableció con su familia en la ciudad de Tunja, capital del departamento de Boyacá, donde conoció a Inés Gómez de Rojas. Ambas se convirtieron en el centro del movimiento feminista de Tunja que creció en influencia e integró a mujeres de diversas clases sociales. En  Radio Boyacáe contrató  un espacio que con el nombre La Hora Feminista alcanzó altos niveles de audiencia hasta su cancelación forzada por los círculos conservadores de la localidad.


Tras finalizar los estudios en la Escuela Normal de Tunja, sus dos hijas se plantearon el ingreso a la universidad, para lo cual debían cursar un año adicional de bachillerato clásico. Debido a que en esa ciudad no existía un liceo femenino, Ofelia Uribe obtuvo el acuerdo del rector del Colegio de Boyacá ​ para que sus hijas terminaran allí sus estudios. La reacción fue inmediata: recordaba Ofelia Uribe que «Eso fue el acabose, el obispo y los curas, que hasta entonces habían sido todos unos ingleses y no se habían pronunciado sobre la lucha por los derechos de la mujer, ni en contra, ni a favor, lanzaban desde el púlpito las más convulsionadas exhortaciones, por la supuesta "desvergüenza"; fue como si apareciera el diablo». El ministro de Gobierno de la nación citó a Bogotá al gobernador y al matrimonio para pedir el retiro de las jóvenes a lo que se negaron. Pese a la opinión de su rector, el Colegio de Boyacá se vio forzado a contratar una directora para las dos alumnas y arrendar un anexo donde acudían los profesores para dictarles ciases a ellas solas, al menos hasta que su ejemplo cundió y otras jóvenes ingresaron al establecimiento.

A partir de 1944 el movimiento por los plenos derechos civiles de la mujer creció rápidamente. Mientras muchas de las flamantes profesionales egresadas de las facultades colombianas se sumaban a la Unión Femenina de Colombia (UMF) de Rosa María Aguilera e Ilda Carriazo, la socialista Lucila Rubio de Laverde fundaba la Alianza Femenina de Colombia que, orientada a las obreras y mujeres de sectores populares, con el apoyo del Partido Socialista Democrático encabezado por Diego Montaña Cuéllar, Gilberto Vieira White y Diego Luis Córdoba se expandía por todo el país.

Los medios de prensa se encontraban ahora más permeables al feminismo y tanto El Liberal como el Diario Popular difundieron noticias, columnas de opinión e incluso editoriales acerca del movimiento. También aparecieron nuevos medios de corte netamente feminista: la revista femenina Letras y Encajes en Medellín y la revista juvenil Mujer Nueva de las estudiantes del Instituto Central Femenino de esa ciudad. En octubre de 1944 Ofelia Uribe fundó con otras mujeres de Tunja la revista Agitación Femenina que saldría mensualmente hasta 1946.

Al plantearse la reelección de Alfonso López Pumarejo, la activista Lucila Rubio impulsó con el aval de la Unión Femenina de Colombia una petición dirigida al presidente de la República para reformar la constitución garantizando plenos derechos ciudadanos a las mujeres. El petitorio fue trasladado al Congreso Nacional de Colombia excluyendo el derecho al sufragio, el cual, para el ministro de gobierno Alberto Lleras Camargo, no era una demanda real de la opinión femenina. Por su parte, Ofelia Uribe al frente de quinientas mujeres de Tunja presentó un nuevo petitorio y encabezó su defensa desde Agitación Femenina que alcanzó pronto cobertura nacional tanto en redacción como en la distribución con el apoyo del partido socialista.​

La polémica con los sectores del gobierno encabezados por el ministro de Educación y el duro enfrentamiento con los sectores más extremos de la derecha liberal, continuó con virulencia hasta noviembre de 1944 en que la propuesta del sufragio femenino fue rechazada por el parlamento.

En septiembre de 1946 Ofelia Uribe marchó a los Estados Unidos en viaje de negocios dejando a Lucila Rubio al frente de Agitación Femenina que publicó su último número el 30 de octubre de 1946 .

Tras el asesinato del presidente liberal Jorge Eliécer Gaitán en abril de 1948, Ofelia Uribe se retiró de la militancia hasta que asumió el poder el general Gustavo Rojas Pinilla. El gobierno conservador promovía un acuerdo entre los dos partidos dominantes para promover el sufragio femenino en Colombia y en 1954 se creó una comisión para apoyar la causa del sufragio femenino en la Asamblea Constituyente integrada por las conservadoras Josefina Valencia de Hubach y Teresa Santamaría de González (suplente) y las liberales Esmeralda Arboleda de Uribe y María Currea de Aya (suplente).


El 25 de agosto de  1954 se anunció  la aprobación del Acto Legislativo N° 3 por el que se extendía la plena ciudadanía a las colombianas.



Apenas aprobada la ley, surgió un movimiento de opinión favoreciendo la creación de un partido femenino dejando de lado los partidos tradicionales ya que, en palabras de María Currea «tan sólo la mujer puede impedir esta tremenda ruina moral, unida en un partido de mujeres, partido único de centro, ni liberal ni conservador ni comunista.» En esa posición coincidiría Ofelia Uribe y la Unión Femenina de Colombia, pero no sería apoyada por los movimientos feministas conservadores, incluyendo a Bertha Hernández, e incluso los socialistas.

En febrero de 1955 fundó el periódico Verdad, que a diferencia del laicismo e independencia política de Agitación Femenina, era «guiado por los principios eternos de la moral cristiana que habrá de orientar la inteligencia femenina hacia una nueva corriente ideológica dentro de un clima de equilibrio, de cordura y de paz».


Sin embargo el medio encontró un ambiente hostil.  Finalmente, tras publicar la noticia de la represión de una manifestación de mujeres en contra de la dictadura que había sido disuelta con chorros de agua, el 16 de junio de 1955 el gobierno cerró el periódico y Ofelia Uribe tuvo que huir de su casa que fue allanada.

Continuó no obstante su militancia impulsando a las colombianas a obtener la cédula de ciudadanía, lo que permitió finalmente votar por primera vez en el plebiscito de diciembre de 1957 a  835 255 mujeres. Lanzado el Frente Nacional en 1958, se incorporó al opositor Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) liderado por Alfonso López Michelsen siendo electa senadora suplente.

En 1963 publicó su libro Una voz insurgente recordando la lucha de su generación por los derechos de la mujer. El 8 de marzo de 1984, en ocasión de celebrarse el Día Internacional de la Mujer, el movimiento feminista colombiano y la Biblioteca Nacional de Colombia le rindieron un homenaje.

Falleció en Bogotá el 4 de agosto de 1988, a los 87 años. Un colegio de esa ciudad lleva su nombre.



https://www.kienyke.com/kien-fue/ofelia-uribe-la-defensora-de-las-colombianas

https://es.wikipedia.org/wiki/Ofelia_Uribe

https://www.elespectador.com/politica/ofelia-uribe-contra-la-esclavitud-de-las-mujeres-article/

https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/49522

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