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lunes, 27 de mayo de 2024

Faten Hamama actriz egipcia



Faten Hamama (Mansura, 27 de mayo de 1931-El Cairo, 17 de enero de 2015) fue una actriz, guionista y productora egipcia.

Fue una de las intérpretes más importantes de Egipto desde la década de los 50 hasta principios de los 70.

Nació en una familia de clase media baja perteneciente al islam, debutó en el cine en 1939, con solo siete años. Contrajo matrimonio con Ezzel Dine Zulficar en 1947 hasta 1954, ese mismo año se casa con el actor egipcio Omar Sharif, con el que realizó varias películas. El matrimonio se divorcia en 1974. Fue madre de dos hijos Nadia Zulfakar y Tarek Sharif.

En el 2000, fue elegida "estrella del siglo" por la organización de escritores y críticos egipcios.



 Traemos dos obituarios que nos dan la medida de cual fue su aporte e importancia  :

Faten Hamama, actriz egipcia de talla internacional
La intérprete, conocida por su independencia y su activismo en favor de las mujeres árabes, saltó de El Cairo a Cannes y Hollywood

  escrito por Diego Galán 


El domingo pasado falleció a los 83 años la actriz egipcia Faten Hamama, y las escenas de duelo siguen sucediéndose en el país. Pero su popularidad ha sido también enorme en otros territorios… y en otras culturas. Llegó a Francia a través del festival de Cannes, a Hollywood para intervenir junto a George Sanders en la película Cairo (Wolf Rilla, 1961), e incluso a España, donde protagonizó en 1966 una extraña coproducción con Líbano y Egipto, Como un ídolo de arena, a pesar de que el cine árabe no se conocía entre nosotros. Aunque fue dirigida por el gran maestro Youssef Chahine, la película fue un desatino: entre otros elementos, un pastor del desierto se convertía en torero mientras ella aparecía vestida de andaluza…

Pero aun así Faten Hamama pudo vencer el disparate. Su gran talento para la interpretación había destacado desde niña. En 1939, a los siete años, apareció por primera vez en la pantalla, siendo entonces conocida como la Shirley Temple de Egipto.

A lo largo de su vida siguieron un centenar de películas de gran calado popular. En el cine era guapa y moderna, y en su vida personal una enérgica reivindicadora de los derechos de la mujer. Faten Hamama tuvo valor incluso para enfrentarse al Gobierno autoritario de Nasser tras la revolución de 1952 en la que ella misma había participado y no solo con la película Puerta abierta (1951). Se refugió durante seis años en Londres y Beirut a pesar de los constantes reclamos de su país, incluidos los del presidente, que la calificaba de “tesoro nacional”. Pero no regresó a Egipto hasta la muerte de Nasser, en 1970.


La versatilidad de esta actriz la hizo apta para todo tipo de géneros, naturalmente también el romántico. Con Omar Shariff, entonces galán guapo pero no gran actor, intervino en una decena de películas de enamorados, aunque también en otras de crónica social como El cielo ardiente, en 1954, de nuevo a las órdenes de Chahine, que compitió en Cannes. Omar Shariff y ella acabaron casándose en 1955, finalizando su matrimonio tras el rodaje de El río del amor (1961), poco antes de que él iniciara la carrera que le ha hecho internacionalmente famoso.

La última película de la pareja no era sino una personal adaptación de Anna Karenina y su turbulenta pasión adúltera, a pesar de que el público, según decía la actriz, no aceptaba que la mujer fuera muy libre en el cine. Pero su empeño personal fue con frecuencia en sentido opuesto, porque, según también decía, “las películas pueden ayudar a la gente a ser mejores”.

En este sentido destacan Miss Fatma (1952), donde se reivindica el papel de la mujer en una sociedad machista, La oración del ruiseñor (1959), que cuenta la venganza de una mujer campesina, y Oridu Hallan (1975), en defensa del derecho de la mujer a pedir el divorcio, película que según se cuenta hizo cambiar las leyes egipcias en este aspecto.

Faten Hamama se retiró voluntariamente del cine en 1993 pero más tarde regresó a la televisión en un par de ocasiones, despertando entre el público el mismo entusiasmo que en sus años de juventud. La asociación egipcia de escritores y críticos la consideró “la estrella del siglo”, distinción que parece ser cierta por los innumerables testimonios que ha suscitado su muerte, incluidos los dos días de luto oficial decretados por el Gobierno.

La gran estrella egipcia escrito

por LLUÍS BONET MOJICA

Actriz infantil que saltaba al estrellato en 1946, convirtiéndose en primera dama de un cine egipcio que viviría su edad de oro en los años cincuenta y sesenta, también mujer rebelde y combativa. Entre 1954 y 1974 había estado casada con Omar Sharif, célebre por sus actuaciones en Doctor Zhivago y Lawrence de Arabia. Todos coinciden en señalar que este icono de la pantalla egipcia jugó un papel decisivo en la promoción de la mujer actriz en el cine árabe. Su extensa filmografía superaba el centenar de títulos.

 Faten Ahmed Hamama era hija de un funcionario público que la llevó por primera vez a una sala de cine cuando ella tenía seis años. Tras asistir a aquella proyección, entre padre e hija se estableció un secreto que tardaría tres años en desvelarse: ser actriz. En 1940, con nueve años, se colocaba por vez primera ante la cámara de cine, actuando en una comedia musical. Su director, Mohammed Karim, pionero de la cinematografía egipcia, decidió contratarla y en 1944 le confiaba un relevante papel en otra comedia musical de corte romántico.

La prensa de su país vaticinó que sería la Shirley Temple del cine egipcio. Pero con su personaje protagonista en el melodrama Malak al rahma (El ángel misericordioso, 1946) ya reveló que sus resortes interpretativos eran muy amplios. Su familia se instaló con ella en El Cairo para que pudiera desarrollar una prometedora carrera y estudiar interpretación en un instituto de enseñanza dramática. Entre 1947 y 1948 protagoniza ocho películas en las que evidencia que, tras su aspecto de muchacha atractiva y seductora, hay una actriz de ilimitadas posibilidades.


En 1950 se produce un importante encuentro. Faten Hamama rueda Baba Amin, ópera prima de Youssef Chahine (1926-2008), que con el tiempo será uno de los directores más admirados del cine árabe. Cuatro años más tarde, Chahine vuelve a dirigirla en el thriller Siraa Fil-Wadi, que participa en el Festival de Cannes y donde tiene como partenaire a un joven actor llamado Omar Sharif, entonces en los inicios de su carrera.

De origen sirio-libanés y nacido en Alejandría, Omar Sharif no dudó en convertirse al islam para poder casarse con ella el 5 de febrero de 1954. De la unión nacería su hijo Tarek Sharif, que con nueve años apareció en Doctor Zhivago. Era el segundo matrimonio de Faten Hamama, que en 1953 se había divorciado de su primer marido, el director y guionista Ezzel Dine Zulficar, con el que había tenido una hija.

La unión con Omar Sharif duró veinte años y varias películas que rodaron juntos. El famoso actor ya no volvería a casarse, aunque tuvo otro hijo con una periodista italiana. Siempre lamentaba que aquel matrimonio no hubiera continuado. Lo expresaba en los siguientes términos: "Mi matrimonio hizo aguas porque mi trabajo en el cine me obliga a ir constantemente de un lugar a otro. Por culpa de que vivo como un vagabundo, creo que nunca he llegado a alcanzar la felicidad".

Faten Hamama abandonó Egipto entre 1966 y 1971, debido a imposiciones políticas que se negaba a aceptar. Por su activismo, tanto en el cine como en la vida real, para lograr que cambiasen las leyes sobre matrimonio y divorcio. "Soy una artista y también expreso mis opiniones mediante el arte", manifestó en una ocasión

https://es.wikipedia.org/wiki/Faten_Hamama

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