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martes, 21 de enero de 2014

Carmen González

Salvo honrosas excepciones, la historia nos dice que hemos tenido un Estado perverso –no protector de los hijos más necesitados–, integrado por gran cantidad de políticos y funcionarios psicopáticos que han buscado su propio beneficio, y que se han profundizado las brechas sociales sin medidas efectivas para impedirlo. Este Estado tendrá que corregir sus distorsiones para encontrar su verdadera identidad, que es la de protector y distribuidor equitativo de bienes. En los conflictos sociales hay agitación política pero, también, una gran dosis de desconfianza y un pedido de respeto y consideración de sectores excluidos. Cuando se siente que poco hay que perder, y que el desamparo es grande, el descontrol de impulsos puede llegar en forma peligrosa, más si se trata de movimientos masivos. Deseo que quienes detentan el poder por mandato popular tengan la suficiente sabiduría para darse cuenta de que los reclamos de hoy contienen un resentimiento histórico que es también presente; que los cambios deben llegar, pero que estos deben darse con equidad, justicia económica, democracia y ética, para impedir que la sangre llegue al río.
Carmen González psicoterapeuta de orientación psicoanalítica. es colaboradora en varios diarios y revistas y columnista de Perú21. de lunes a viernes, además, conduce un programa radial 


¿Qué ES un EMbaRazO nO DESEaDO PaRa ti?¿alguna vEz tE haS viStO En ESa Situación?

Un embarazo no deseado es aquel que no ha sido planeado consciente e intencionalmente. En esta circunstancia, cuando una mujer decide interrumpir su embarazo y abortar, lo hace porque no está en condiciones emocionales, sociales o económicas como para enfrentarlo. Al enterarse, la mayoría de veces regresiona emocionalmente a etapas infantiles, llenándose de miedos y ansiedades intensas, sus pensamientos se desorganizan de tal manera que, incluso, puede llegar a paralizarse. No ha querido conscientemente embarazarse, aun cuando inconscientemente lo ha buscado, no precisamente para tener un hijo sino por muchas otras razones como, por ejemplo, la fantasía de necesidad de plenitud y de verificación del buen funcionamiento del aparato reproductor, sentirse completa como mujer, revivir sentimientos de culpa y angustia tanto por el embarazo como por la decisión de abortar. En todos los casos, las emociones que produce un embarazo no deseado son repeticiones compulsivas de vivencias de etapas tempranas dolorosas debido a grandes carencias afectivas. 

¿tE haS PuEStO a PEnSaR Qué SiEntE una MujER, aun cuanDO QuiERa tEnER hijOS, fREntE a un EMbaRazO nO DESEaDO?

Por mi profesión puedo afirmar que cuando una mujer no tiene la intención consciente de embarazarse y comprueba que está gestando se llena de miedo y emociones dolorosas que siente intolerables. Sufre. Piensa en el aborto como una solución, pero se debate en medio de contradicciones internas intensas entre sus creencias y sus realidades familiares o económicas. Duda, aunque finalmente resuelve abortar al considerar que es su única salida. La secuela del aborto es muy dolorosa. La mujer se deprime, vive la pérdida como una muerte parcial, se autoculpa, cree que como castigo por el aborto le sucederá algo malo. Si cuenta con el apoyo emocional adecuado podrá procesar lentamente sus emociones para comprenderse a sí misma –como lo haría una madre amorosa y empática– y reconocer que abortó porque no tenía las condiciones para asumir esa maternidad. Entonces vive su duelo pero creativamente, para después asumir que tiene derecho a resolver sobre su cuerpo, que había razones legítimas para realizar ese aborto, que ya vendrá un tiempo nuevo para asumir una sana maternidad. 

¿ManDaRíaS a la cáRcEl a una MujER QuE ha abORtaDO?

De ninguna manera. Además, el encarcelamiento no soluciona el problema. La ley no puede tener injerencia en el libre ejercicio de la maternidad o en la interrupción de un embarazo. Es un derecho humano que solo corresponde a la mujer. Es su derecho a decidir. Es importante señalar que, para una mujer, el hecho de interrumpir su embarazo tiene un costo emocional muy grande y que solo lo hace cuando no posee las condiciones básicas como para traer un hijo al mundo. Con la penalización del aborto lo único que se obtiene es poner la vida de las mujeres pobres en riesgo, ya que abortan en condiciones clandestinas e inseguras. Las de mejor condición económica lo hacen en clínicas con todas las garantías del caso. 

 ¿POR Qué lOS POlíticOS SE niEgan a hablaR DEl abORtO?

Los políticos no hablan del tema –pese a que, probablemente, muchos de ellos han estado cercanos a interrupciones del embarazo en algún momento de sus vidas o de la de sus allegados– porque vivimos en una sociedad hipócrita, pacata, con doble moral, machista, conservadora, religiosa y desinformada. Los políticos tienen miedo a perder probables electores y quedar mal ante la iglesia católica que persiste en imponer sus principios. Quizás, inconscientemente, quieren castigar a las mujeres por el ejercicio libre de su sexualidad. Se olvidan de que detrás de un aborto hay casi siempre un hombre abandonador, inmaduro, que se corre de la responsabilidad para asumir su paternidad y que muchas veces presiona a la mujer para interrumpir el embarazo; que la mujer que aborta es un ser necesitado de afecto. Sería interesante que los políticos que piden la penalización del aborto también declaren cómplices a los varones que embarazaron a las mujeres que ellos condenan. ¿

DEbEMOS lOS PERuanOS DEbatiR SObRE El abORtO?

Claro que sí. Debemos librar batallas permanentes frente a los sectores más conservadores de la sociedad que no permiten que el tema se discuta. Hay que sensibilizar a la sociedad y escuchar a las mujeres que son las que ven recortados sus derechos. Recordemos lo que dijo Bertrand Russell: “Uno encuentra que si mira en torno por el mundo, cada pequeño progreso de los sentimientos humanos, cada mejora en las leyes penales, cada paso hacia la disminución de las guerras, cada paso hacia un mejor tratamiento de las razas de color, o cada reducción de la esclavitud, cada progreso moral que ha habido en el mundo se ha tenido que enfrentar a las iglesias organizadas del planeta”. La sociedad tiene que saber que ser madre es un regalo para quien desea serlo. Y que cuando los hijos no son deseados muchísimas veces son abandonados y maltratados convirtiéndose, algunos de ellos, en seres agresivos que producen daños emocionales a las siguientes generaciones y a la propia sociedad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de cinco millones de mujeres por año se someten a abortos en América Latina y el Caribe. La mayoría lo hace en las condiciones de riesgo que trae consigo la clandestinidad.


http://peru21.pe/2012/01/03/impresa/2012-que-sangre-no-llegue-al-rio-2005772
http://www.corteidh.or.cr/tablas/28123.pdf

HH

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