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sábado, 1 de agosto de 2015

Carlota Garrido de la Peña



Carlota Garrido de la Peña fue la primera periodista santafesina. Y aunque lejos estaban sus ideas de nociones libertarias o feministas, fundó y dirigió en 1895 la revista El Pensamiento. Semanario de lectura amena, costumbres, asuntos religiosos y sociales, crónicas de salón y de modas, bibliografías, etc..

Carlota Garrido de la Peña  y su revista El Pensamiento

En 1895, un 15 de julio, la ciudad de Santa Fe salía de su siesta invernal con la novedad de una revista literaria llamada El Pensamiento novedad que se acentuaba con el dato de que estaba dirigida por una mujer, apenas conocida en el mundo intelectual al que después se lanzaría con entusiasmos empeñada por entonces en su profesión de docente. "Semanario de lecturas amenas, costumbres, asuntos religiosos y sociales, crónicas de salón y de modas, bibliografía, etc., etc." Así rezaba el subtítulo de la publicación, que se conserva como valiosa reliquia en el Archivo Histórico de la Provincia de Santa Fe, injuriada por los años —más de un siglo—, pero airosa como testimonio de una empresa nada común para mujeres de esa época, en el interior. Buenos Aires había conocido diversas aventuras periodísticas-literarias protagonizadas por damas audaces. Ya en 1830 Petrona Rosende de Sierra se animó con La Aljaba; en 1852 Rosa Guerra con La Camelia; en 1854 Juana Manso con Album de Señoritas; en 1877 La Alborada del Plata, que fundara Juana Manuela Gorriti. Y no contemos otras publicaciones dirigidas por hombres, para mujeres, en las que éstas tenían descollante colaboración, como La Ondina del Plata (1875-79), La Flor del Aire, La Siempre Viva, etc. Búcaro Americano, que dirigía Clorinda Matto de Turner, salió al año siguiente de El Pensamiento y escribían allí algunas santafesinas que también lo hicieron en la revista de Carlota Garrido.

Esta inquieta periodista había nacido en Mendoza en 1870 y muy pequeña llegó a Santa Fe con su familia. En el libro Mis recuerdos (Rosario, 1935) ella cuenta que, a los dieciséis años, publicó su novela Una Pasión, y, curiosamente, no menciona El Pensamiento pero sí otra revista que, a partir de 1902, dirigió juntamente con Carolina Freyre de Jaimes, escritora peruana radicada en Buenos Aires. Se llamaba La Revista Argentina y apareció en 1902, continuando durante tres años . Fue una quijotada de Carlota Garrido, que puso allí sus ahorros como los había puesto antes en El Pensamiento. En cuanto a ésta, desde el comienzo trató de obtener el aporte literario de conocidas escritoras de su provincia y de Buenos Aires. Aparecen así las firmas de Celestina Funes de Frutos, María Luisa Garay, Carolina Freyre de Jaimes, Aquilina Vidal de Brus, Yole A. Zolezzi, Elía M. Martínez, Lola Larrosa de Ansaldo, Elena Jurado, Macedonia Amavet, Margarita A. Decoud, Isabel Coronado, María Florinda Krause, María Emilia Passicot, Aurora Lista, y las infaltables colaboraciones firmadas con seudónimos como "Orquídea", "Una dama rosarina" o "Una cronista". En la colección consultada aparecen también trabajos firmados por Margarita Práxedes Muñoz sobre "Unidad de la materia", con la aclaración de que son fragmentos de la tesis de su autora para optar al grado de bachiller en la Facultad de Ciencias de la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, en 1890. Precisamente cuando apareció la revista acababa de llegar a la Argentina, donde se radicó y realizó una importante obra relacionada con la filosofía positiva, a la cual adhería, publicando a su vez La Revista Positiva. Venía entonces de Chile, donde estudió medi- cina y posteriormente se radicó en Santiago del Estero para ejercer en los obrajes de los quebrachales.En cuanto a la directora de El Pensamiento, se hizo presente en todos los números con artículos sobre diversos temas y con los sucesivos episodios de una novela propia, Tila, en la que el personaje femenino se ve obligado a luchar contra las mayores desventuras. Seguramente las novelas de la escritora reflejaban su vida de desgracias y sinsabores, a los que supo hacer frente sin abandonar la vocación por la literatura. A los veintiséis años quedó viuda con tres hijos y ejerció la docencia para sostener a la familia. Alcanzó el recono-cimiento de sus comprovincianos por su obra, publicando muchos trabajos de valor desparejo pero que hoy son testimoniales y se leen con agrado. Los últimos años de su vida los pasó en Coronda, adonde llegaban personalidades deseosas de conocer a esta empeñosa escritora que saboreaba el recuerdo del éxito obtenido con su libro Corazón argentino, hecho a imitación del célebre Corazón de D’ Amicis, y que se usó largamente como lectura escolar, y de sus otros libros, menos difundidos.En una carta de la escritora Amalia Aldao dirigida a quien esto firma, es evocada Carlota Garrido con toda la sencillez de su vida sin alardes, pues la familia Aldao, habitó la casa de Coronda que había sido de ella hasta que se trasladó a Rosario. Ese solar fue posta en los viejos tiempos y parada obligada de los viajeros. Al regresar a Coronda con uno de los hijos, que padecía una enfermedad mental, hizo una vida muy simple en la casita que llamó "Mis recuerdos", como el libro donde relató su vida de trabajo y sueños. "Le digo que fue grande mi satisfacción de conocerla en sus intimidades —dice Amalia Aldao— pues éramos vecinos y con mi padre salía a sentarse en la vereda en días de verano y conversaban de distintos temas , especialmente de política. Allí falleció doña Carlota en 1958.

Queda pues su nombre como el de la primera periodista santafesina, fundadora y directora de una revista que ha ganado un lugar en la historia de las letras femeninas, y que si no perduró, como ocurrió con publicaciones similares, no es menos signi-ficativa como documento de una época y del esfuerzo de las mujeres por señalar su capacidad y su derecho a expresarse.
Por Lily Sosa de Newton

http://www.paraconocernos.com.ar/?p=543
http://www.lamaquinadeltiempo.com/Mujeres/garrido.htm

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HH

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