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lunes, 3 de abril de 2017

Ángela Figuera Aymerich poeta


Ángela Figuera Aymerich (Bilbao, 30 de octubre de 1902 - Madrid, 2 de abril de 1984)
Poeta española nacida en Bilbao. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid, siendo Catedrática de Lengua y Literatura en los Institutos de Huelva, Alcoy y Murcia, y trabajando en la Biblioteca Nacional. Ángela Figuera fue una de las principales figuras de la denominada poesía desarraigada de la Primera Generación de Postguerra española.

Se inició en la poesía dentro de una línea que puede considerarse heredera de Antonio Machado por su apego a lo cotidiano y paisajístico. En 1932 se casa con Julio Figuera y en 1935 da a luz a un niño que muere al poco tiempo de nacer (maternidad y ternura son constantes temáticas en su obra).


Muerto al nacer


No aurora fue. Ni llanto. Ni un instante
bebió la luz. Sus ojos no tuvieron
color. Ni yo miré su boca tierna…


Ahora, ¿sabéis?, lo siento.
Debisteis dármelo. Yo hubiera debido
tenerle un breve tiempo entre mis brazos,
pues sólo para mí fue cierto, vivo…


¡Cuántas veces me habló, desde la entraña,
bulléndome gozoso entre los flancos!



Al desatarse la guerra, su esposo se alista en las milicias republicanas. Ángela, embarazada de nuevo, conocerá entonces lo que describió como “la muerte en torrentera”, primero en el Madrid asediado por los golpistas, donde nace su hijo Juan Ramón, luego en Valencia. La derrota de la República trae consigo la de sus defensores, privados de sus titulaciones académicas, empleos, bienes. Perseguidos por los vencedores, el conjunto de la familia Figuera decide trasladarse a Madrid, donde pasarán más desapercibidos y, tal vez, podrán encontrar trabajo. Mientras la situación se normaliza, Ángela y su hijo se trasladan a Soria donde, de alguna manera, la escritora reencuentra la paz, el paraíso perdido, y la realización de muchos de sus anhelos juveniles.

Todos estos son datos son esenciales para la comprensión de algunas de las constantes poéticas de Ángela Figuera. Hay que decir también que la poetisa escribía casi desde su infancia, poemas de corte modernista, imitativos según su propia definición, que rara vez han sido publicados y de los que apenas se conservan los recogidos en un cuaderno inédito.


La preocupación por el mundo femenino constituyó una de las marcas temáticas de su obra: llevó a su quehacer poético el mundo de la esposa y madre de familia que era, aunque alejándose de tópicos e idealizaciones. Sus dos primeros libros se incluyen en esta etapa y son Mujer de barro (1948) y Soria pura (1949), se trata de dos obras intimistas en las que se refleja la mujer que vuelve a ser feliz tras tanta muerte y desastre, la persona realizada en el ámbito familiar y en el amor, aunque ambos libros en aquél momento, fueros censurados por "exceso de sensualidad", siguió su carrera literaria.

Posteriormente, la influencia de Gabriel Celaya llevó a Ángela Figuera a la poesía social, en la que se inscribirá el resto de su obra, desde Las cosas como son (1950), pasando por títulos como Vencida por el ángel (1951), El grito inútil (1952), Los días duros (1953) y Belleza cruel (1958).

Este último mereció un prólogo elogioso de León Felipe. Su última obra en esa línea fue Toco la tierra. Letanías, publicada en 1962, cuando la poesía social empezaba a agotarse. Con posterioridad publicó dos poemarios para niños: Cuentos tontos para niños listos (1979) y Canciones para todo el año (1984). Dos años después de su muerte se publicaron sus Obras completas.

Belleza cruel es, sin duda, su libro más conocido. En él, asfixiada por los estrechos límites marcados por el franquismo, recoge una serie de poemas rabiosos y críticos que la censura no habría permitido publicar. Por este motivo remitió la obra a unos amigos residentes en México quienes la presentaron al Premio de Poesía Nueva España, impulsado por la Unión de Intelectuales en el exilio.

El libro gana el premio y es editado con un prólogo realmente histórico de León Felipe en el cual se retracta de anteriores opiniones, reconociendo la existencia de una importante nueva generación de escritores y escritoras en la Península.

Con Toco la tierra llega sin embargo el cansancio, el agotamiento de la escritora que comprende lo reiterativo de sus llamadas a transformar la vida. Este libro llevará un subtítulo elocuente para definir ese estado de ánimo, “Letanías”. Y se produce un fenómeno que se ha repetido muchas veces en la crítica literaria dirigida a escritoras. El libro es acogido con bastante frialdad y son varios los comentarios que se ceban, sin demasiado motivo, en estos poemas, aludiendo a ese repetirse en las ideas. Da la impresión de que cuando la obra criticada pertenece a una mujer las opiniones pueden ser mucho más agresivas. A partir de este momento se produce la progresiva retirada de Ángela Figuera del panorama literario. Sólo algunos poemas sueltos, los Cuentos tontos para niños listos (1980) y la póstuma Canciones para todo el año (1984) rompen un silencio cada vez más espeso. Y se produce otro fenómeno característico también a la hora de valorar la literatura escrita por mujeres: su rápido e inmerecido olvido.

Ángela fallece en Madrid, en 1984. La noticia tendrá un muy escaso eco. A partir de ese momento su esposo Julio inicia una labor incansable hasta su muerte en 1994, tratando de que la obra de la poetisa no caiga en el olvido. Como resultado en parte de esa labor, en 1986, la editorial Hiperión publica la primera edición de sus Obras completas.

En la poesía de Ángela encontramos la voz de una mujer sincera, consciente de su papel y de su función, que escribe para que le entiendan, que desea llegar a sus lectores, una mujer ubicada en una auténtica encrucijada de caminos: vasca en Madrid, generacionalmente entroncada con el 27 pero que conecta con los poetas de la posguerra, antifranquista, escritora en un mundo dominado por hombres, madre, a la vez temprana lectora de Simone de Beauvoir y defensora del papel social de la mujer, sin definirse por ello feminista, una escritora que intentó siempre construir puentes entre muy distintas sensibilidades artísticas, culturales, políticas... En torno a ella convergen nombres tan diversos como Pablo Neruda, Gabriel Aresti, Blas de Otero, Gerardo Diego, Antonio Buero Vallejo... Ángela Figuera se constituye en los años 50, además, como una auténtica bisagra entre los círculos culturales vascos y madrileños. 
Formó parte del Triunvirato Vasco de la poesía de posguerra.

NO QUIERO

No quiero
que los besos se paguen
ni la sangre se venda
ni se compre la brisa
ni se alquile el aliento.
No quiero
que el trigo se queme y el pan se escatime.

No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.

No quiero
que en los labios se encierren mentiras,
que en las arcas se encierren millones,
que en la cárcel se encierre a los buenos.

No quiero
que el labriego trabaje sin agua
que el marino navegue sin brújula,
que en la fábrica no haya azucenas,
que en la mina no vean la aurora,
que en la escuela no ría el maestro.

No quiero
que las madres no tengan perfumes,
que las mozas no tengan amores,
que los padres no tengan tabaco,
que a los niños les pongan los Reyes
camisetas de punto y cuadernos.

No quiero
que la tierra se parta en porciones,
que en el mar se establezcan dominios,
que en el aire se agiten banderas
que en los trajes se pongan señales.

No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles
que jamás se fabriquen fusiles.

No quiero
que me manden Fulano y Mengano,
que me fisgue el vecino de enfrente,
que me pongan carteles y sellos
que decreten lo que es poesía.

No quiero amar en secreto,
llorar en secreto
cantar en secreto.

No quiero
que me tapen la boca
cuando digo NO QUIERO...

Ángela Figuera Aymerich


CULPA

Si un niño agoniza, poco a poco, en silencio,
con el vientre abombado y la cara de greda.
Si un bello adolescente se suicida una noche
tan sólo porque el alma le pesa demasiado.
Si una madre maldice soplando las cenizas.
Si un soldado cansado se orina en una iglesia
a los pies de una Virgen degollada, sin Hijo.
Si un sabio halla la fórmula que aniquile de un golpe
dos millones de hombres del color elegido.

Si las hembras rehuyen el parir. Si los viejos
a hurtadillas codician a los guapos muchachos.
Si los lobos consiguen mantenerse robustos
consumiendo la sangre que la tierra no empapa.

Si la cárcel, si el miedo, si la tisis, si el hambre.
Es terrible, terrible. Pero yo, ¿qué he de hacerle?
Yo no tengo la culpa. Ni tú, amigo, tampoco.
Somos gente honrada. Hasta vamos a misa.
Trabajamos. Dormimos. Y así vamos tirando.
Además, ya es sabido. Dios dispone las cosas.

Y nos vamos al cine. O a tomar un tranvía.

Ángela Figuera Aymerich

 "Canto rabioso de amor a España en su belleza":


Con los ojos cerrados,
con los puños cerrados, con la boca
cerrada, España, canto tu belleza.
Y con la pluma ardiendo y con la pluma
loca de amor rabioso canto y firmo.

Belleza sobre ti y en tus entrañas
de miel y de granito, y en tu cielo,
y en tus encadenadas cordilleras
y en tus encadenados hombres, canto.

De siglo en siglo en olas y torrentes
de barro ibero, en sucesivas olas
de tierras y metales agregados,
de frutos madurados poco a poco
bajo tu fiero sol, me vienes,madre.

Me viene tu belleza tierna y dura,
tu corazón rodando enamorado
hasta embestirme, hasta llenarme toda,
hasta romperme el miedo y la corteza.

De siglo en siglo con tus ríos dulces,
puertos alegres, míticas ciudades, 
piedras labradas, torreones, claustros,
palacios, catedrales y conventos,
pueblos de tierra, cementerios míseros,
huertos, jardines, pa tios y zaguanes,
Cristos sangrientos, sonrosadas Vírgenes,
lanzas y escudos, cálices y códices;
de siglo en siglo con cincel y gubia,
con mística y ascética y pinceles,
con el arado, el yunque y el martillo,
la pluma y los telares, me has llegado.
De sueño en sueño con palmeras y agua,
con limoneros, nardos y arrayanes,
vino y almendra, música y aceite;
de mar a mar, al remo y a la vela,
con sal y caracolas, con pescados,
playas doradas, ásperos cantiles;
de tiera en tierra, con praderas húmedas,
sierras nevadas, florecidos valles,
pardas llanuras, parameras ásperas,
cierzos helados, delicadas brisas
oliendo a los tomillos de tu aliento,
de siglo en siglo me has llegado, España.

Tú me has parido y hecho y traspasado
de dicha y dolor hasta los huesos
con tu belleza que se clava y ciñe
como un silicio rojo en mi cintura
y hace subir mi sangre a borbotones
entre garganta y verso para ahogarme
de amor rabioso,de vergüenza sorda,
de amor, de amor, de amor, de amor rabioso.

Porque eres bella España y agonizas
bajo mis pies, herida en tus cimientos.
Porque te veo andando entre zarzales
por todos los caminos rezagada
con una cruz al cuello y otra al hombro,
durmiendo en las cunetas de la gloria
para soñar perdidas carabelas
con ojos anegados de ceniza.
Porque te veo escuálida y desnuda,
comiendo el pan moreno de tu vientre,
bebiéndote el gazpacho de tu sangre,
desposeída de oros y de espadas,
borracha en copas, vapuleadas en bastos,
por todos malcomprada y mal vendida,
pordioseando impúdica en la puerta
de la opulenta Catedral del Mundo.
Porque te veo presa entre cadenas,
viuda, asesina y mártir de tus hijos,
a mil años y un día condenada.

Porque eres bella, España, y te me mueres,
porque eres mía, España, y no te absuelvo
del mal de España, canto tu belleza
y fecho y firmo a corazón parado,
boca cerrada y apretados puños,
clavándome la lengua entre los dientes,
porque no quiero blasfemar tu nombre.

"Canto rabioso de amor a España en su belleza",
de Ángeles Figuera Aymerich

http://www.laprovincia.es/blogs/desde-mi-ventana/el-tema-de-espana-en-la-poesia-espanola-contemporanea-xi-hoy-con-angela-figuera-aymerich.html
http://latribudefrida.com/poesia/poesia-poesia/poemas-angela-figuera-aymerich/
https://www.poeticous.com/?locale=es
http://www.todocoleccion.net/libros-segunda-mano-poesia/obras-completas-angela-figuera-aymerich~x53097597
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81ngela_Figuera_Aymerich
http://angelafigueraaymerich.gipuzkoakultura.net/index-es.php
http://leiaa-lacasadelospoetas.blogspot.com.es/2010/05/angela-figuera-aymerich.html
http://angelafigueraaymerich.gipuzkoakultura.net/angela_figuera_leon_felipe.php

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HH

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