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jueves, 22 de agosto de 2024

Paquita Gorroño la Pasionaria de Rabat

  

Francisca López Cuadrado, más conocida como Paquita Gorroño (Madrid, 5 de noviembre de 1913 - Rabat, 22 de agosto de 2017), fue una empleada de la Casa Real Marroquí, secretaria y militante del Partido Comunista Español.

Paquita Gorroño nacióen el seno de una familia acomodada, siendo sus abuelos maternos republicanos y anticlericales, quienes ejercieron sobre ella gran influencia. Las tertulias de la casa familiar de la calle San Bernabé habían sido frecuentada por compositores como Tomás Bretón o escritores como Vicente Blasco Ibáñez

En 1931 fue enviada a París para cursar sus estudios. De vuelta a Madrid, el conocimiento del idioma francés hizo que obtuviera buenas colocaciones como secretaria. La familia fue evacuada de Madrid a Valencia, donde trabajó para subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública, Wenceslao Roces. En ese momento se afilió al Partido Comunista de España.  De Valencia pasó a Barcelona. Tras la victoria franquista, en enero de 1939 se exilió en Perpiñán.

Tras el paso por el campo de refugiados de El Bolou, marchó vía Orán junto a su marido a Rabat en el Marruecos francés. Allí trabajó como camarera, niñera y dando clases particulares a familias de la élite marroquí. Más tarde fue secretaria de dirección en el Colegio Imperial. En el ámbito del activismo comunista, durante los 40 participó en la creación de la Federación Sindical General de Trabajadores en Marruecos, promovió la unidad de anarquistas y socialistas españoles, franceses y marroquíes, recogió firmas para el indulto de presos, entre los que estaba Julián Grimau y organizó manifestaciones antifascistas en Rabat, como la del 3 de mayo de 1945, tras la caída de Berlín.

En 1955 ocupó el trabajo de secretaria e intérprete de Hassan II, manteniendo desde entonces fidelidad a la Casa Real Marroquí, pese a ser una reconocida comunista. Tras la independencia de Marruecos en 1956 participó en los trabajos de unificación de las Fuerzas Armadas Reales.

Fundó en el barrio del Océan de Rabat la Alianza de Mujeres Antifascistas junto a otras españolas exiliadas. Se ganó el apodo de la Pasionaria de Rabat por su vehemente apoyo a los presos españoles del franquismo.

En los años 70 aprendió ruso en Rabat y posteriormente realizó viajes a la U. R. S. S. 1​

Publicó sus memorias en 2013 en la Casa de España. Falleció en su casa de Rabat el 22 de agosto de 2017 y sus restos fueron enterrados en el cementerio cristiano de Rabat ,donde yace también su madre, sin ningún rito religioso, pero envuelta en la bandera de la República bajo el lema «¡Salud y República!» como último adiós. 

Mujer de una lucidez extraordinari,a y con un carácter de hierro, Paquita fue una especie de símbolo republicano español (era miembro del Partido Comunista) en uno de los países más monárquicos del mundo, lo que convirtió su vida en una paradoja. Paquita llegó a Rabat exiliada en 1939, en un país todavía bajo protectorado francés y español, por lo que asistió a la descolonización e independencia y vivió de cerca el turbulento periodo de los años sesenta y setenta en Marruecos.

Llegó a ser secretaria personal de Hasán II cuando este todavía era príncipe heredero  entre los años 1956 y 1971, y siempre guardó buenos recuerdos de aquel trabajo.Cuenta una de sus allegadas que  una vez que retornaban juntos desde París, pidió al piloto del avión que redujera la altitud y se  acercara a Madrid para que Paquita viera su ciudad natal, a la que nunca regresó. 

 Su centenario fue todo un acontecimiento, y se dieron cita en Rabat amigos procedentes de Marruecos, Francia y España, siendo además objeto de varios artículos de prensa que resaltaban lo singular de su trayectoria.



Uno de sus más allegados, el profesor español Bernabé López García, le rindió un último homenaje  al publicar sus memorias. 


https://es.wikipedia.org/wiki/Paquita_Gorro%C3%B1o
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miércoles, 14 de febrero de 2024

María Álvarez López republicana que sufrió prisión



María Álvarez López nació el 14 de febrero de 1.910 en Churriana, un pueblo de la vega granadina cercano a la capital, en el seno de una familia de campesinos. Aunque no destacó por su militancia política antes de la Guerra Civil, al estallido de la misma decidió pasar a la zona republicana con su marido José, militante socialista, y su hija de un año de edad. Muy probablemente influyera en esta huida, la detención y fusilamiento de su hermano Paco.

Al final de la contienda, tuvo que añadir a la derrota, la detención durante catorce meses en la cárcel de Granada, de José, que había alcanzado el grado de teniente de intendencia en el ejército republicano. Fueron años duros de represión y estraperlo en el que todas las puertas se cerraron para los perdedores. Por ello, a la salida de la cárcel, su marido se unió a la partida de los hermanos Quero, uno de los primeros focos de la resistencia contra el franquismo, mucho antes de que a la misma se le llamara maquis.

El 23 de febrero de 1.942 la guardia civil de Granada tendió una emboscada en las cuevas donde se escondía la partida de los hermanos Quero, en el barranco del abogado. Una de esas cuevas era la de María. En esa operación murieron cuatro personas, familiares de miembros de la banda, y ella fue detenida. Estaba embarazada de siete meses de su tercera hija. Fue salvajemente torturada y, ante su negativa a revelar otros escondites de la banda, fue puesta delante de un pelotón. Trataron de simular su fusilamiento, pero tampoco así reveló la información que le preguntaban. Ella pensaba que ya que nadie le iba a evitar el sufrimiento, al menos su silencio evitaría el de otras personas. Aunque no delató a su marido, nunca más volvería a verlo. Él la abandonó, lo cual era normal porque también era un perseguido, pero desapareció de su vida y nunca se hizo cargo de sus hijas.

Fue encarcelada en la prisión de Granada. El 12 de Abril de 1.942 nació su hija en la cárcel. Paradójicamente ese día era el aniversario de la República. El director de la prisión quiso tocar a la niña porque no podía creer que hubiera nacido viva. Durante dieciocho meses María convivió con el bebe. Cada noche, cuando oía las cerraduras de la celda, pensaba que sería la última que pasaría con ella. Las monjas le aconsejaron que dejara a su hija con sus abuelos, para hacer menos dura una posible separación trágica. María preguntó sobre su condena. La respuesta fue pena de muerte. Fue una mentira más y un nuevo signo de tortura. Su hija marchó con sus abuelos y meses más tarde, el 27 de Enero de 1.944, María fue condenada por procedimiento sumarísimo a diez años de prisión. Su delito había sido ayudar a su marido y a otros “huidos a la sierra”. Una noche había tenido que cuidar de un sobrino malherido de los Quero, que acabó muriendo y siendo enterrado en su cueva.

En su expediente penitenciario podemos seguir el detalle de su paso por las cárceles franquistas. Una vez dictada la sentencia, según la ley, debía cumplir el resto de la condena en una de las cinco prisiones centrales que en ese momento existían. Por ello, fue trasladada a la Prisión de Málaga, la misma en la que pocos años antes Antonio Vallejo Nájera, jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares del franquismo, hizo sus experimentos con presas. Fruto de los cuales formuló su teoría de eugenesia social, que ya había sido probada con éxito en la Alemania nazi. Basta leer algunas de las reflexiones de este “psiquiatra” para entender la barbarie en la que el régimen fundamentó la represión: «Recuérdese para comprender la activísima participación del sexo femenino en la revolución marxista su característica debilidad del equilibrio mental, la menor resistencia a las influencias ambientales, la inseguridad del control sobre la personalidad […] Cuando desaparecen los frenos que contienen socialmente a la mujer […] entonces se despiertan en el sexo femenino el instinto de crueldad y rebasa todas las posibilidades imaginadas, precisamente por faltarle las inhibiciones inteligentes y lógicas, característica de la crueldad femenina que no queda satisfecha con la ejecución del crimen, sino que aumenta durante su comisión […] Además, en las revueltas políticas tienen la ocasión de satisfacer sus apetencias sexuales latentes»

María llegó a la Prisión de Málaga el 21 de abril de 1.944. La situación allí era desoladora no sólo por las condiciones de la cárcel, sino por la moral espeluznante que en ella reinaba. Le quedaban aún casi ocho años de condena. Pero el régimen tenía las cárceles abarrotadas hasta un punto en el que no las podía mantener y, una vez acabada la Segunda Guerra Mundial con la derrota del fascismo, necesitaba lavar su conciencia ante el nuevo orden. Por ello, puso en marcha mecanismos de redención, curioso nombre de fuerte ascendencia católica. Los presos se redimían a través del trabajo y de la educación en los principios del franquismo y de la religión. Para María no había mayor condena que estar lejos de sus hijas. Éstas, ante la imposibilidad de la familia de atenderlas, se estaban criando en hospicios atendidas por monjas. Las condiciones en las que pasaron su infancia son simplemente aterradoras (pero esa es otra larga historia). Por ello, María luchó por reducir su condena. Realizó trabajos de limpieza y aceptó recibir formación en la ideología del régimen. En base al Decreto 17 de Julio de 1.947, se solicitó para ella el beneficio de indulto. La burocracia que refleja su expediente penitenciario demuestra que fue un largo camino de cartas, órdenes y telegramas.

Finalmente el 2 de abril de 1.948 se le concedió la libertad definitiva. María Álvarez, que en ese momento tenía 38 años, había pasado en la cárcel 6 años 1 mes y 9 días. Ocho días más tarde en la Prisión de Málaga se recibió un telegrama del centro Directivo de Prisiones ordenando que se le otorgara “libertad condicional”. Ese mismo día desde la prisión contestaron: “recibido telegrama 10 actual relativo penada María Álvarez López, no cumplimentándose, por haber sido puesta libertad definitiva día dos de los corrientes”.

María rehízo su vida en Málaga con un antiguo anarquista que había conocido mientras limpiaba en la puerta de la cárcel y tendría su cuarta hija. Esta vez fue parte de su familia la que la abandonó porque no entendió esa decisión en una mujer casada, aunque abandonada por su marido.

El día que murió Franco, vi llorar a mi abuela como nunca la había visto antes. Yo tenía entonces siete años y no entendí hasta muchos años después que los motivos de aquellas lágrimas eran muy diferentes a los de aquella larga fila de señores llorosos con bigotito. Ella murió en agosto de 1.979 en el Hospital Carlos Haya de Málaga. Aún hoy, fruto de la desmemoria histórica, dicho hospital conserva el nombre de un héroe de la aviación nacional. Ese día sus cuatro hijas, su segundo compañero y todos sus hermanos lloraron su pérdida.





http://www.todoslosnombres.org/doc/biografias/Alvarez%20Lopez%20Maria%20-%20Churriana%20(Granada).pdf

http://dormidasenelcajondelolvido.blogspot.com.es/2010/01/la-verdadera-protagonista-de-mi-novela.html
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lunes, 26 de septiembre de 2022

Gualberta Alaide Beccari escritora y periodista italiana, sufragista, feminista, republicana, pacifista y reformadora social.



Gualberta Alaide Beccari ( Padua, 1842 -  26 de septiembre de 1906, Bolonia) fue una escritora y periodista italiana, sufragista, feminista, republicana, pacifista y reformadora social. En 1868 fundó la revista sobre derechos de las mujeres La Donna publicada hasta 1891 y considerada el órgano principal del movimiento para la emancipación de las mujeres en Italia en la que colaboraron mujeres clave como Anna Maria Mozzoni, Elena Ballio, Luisa Toso y Giorgina Saffi.​ También fue autora de cuentos y comedias, algunos de los cuales fueron publicados bajo el seudónimo de Flaviana Flaviani. Entre sus obras de teatro más destacadas están È storia o Un caso di divorzio, en el que expone sus creencias e ideales de progreso y emancipación.


Alaide Beccari nació en Padua en 1842, tercera hija y única superviviente de una fratria de más de 10 hermanos. Creció en un ambiente familiar impregnado de patriotismo mazzinista y de pasión por la literatura. Su padre Girolamo Giacinto, originario de Montagnana traducía y adaptaba obras teatrales y dirigió durante mucho tiempo la Sociedad Filodramática de los Solerti de Padua de la que formaba parte Antonietta Gloria, la madre de Gualberta Beccari.


Al estallar la Segunda Guerra de la Independencia italiana la familia se trasladó a Módena en 1859 en un territorio insurgente donde su padre continuó su actividad teatral e incluso se alistó a las filas del ejército real y después a Venecia. Beccari ayuda a su padre en su trabajo convirtiéndose en su secretaria. Durante el exilio de su padre en Turín entró en contacto con el entorno republicano, principal fuente de su educación y surgió el deseo de promover la educación de las mujeres y la lectura.​ Desde joven se interesa por la escritura y asume el compromiso político. Su interés surgió a partir de su colaboración en un tablón de anuncios conmemorativo en honor a Adelaide Cairoli y sus hijos, editado junto a Francesca Zambusi dal Lago y de la idea de crear una serie dedicada a Patriotas italianos.​


De regreso a Padua se planteó la creación de un periódico dedicado a la educación de las mujeres por las mujeres. Rodeada de poetisas y escritoras funda en 1868 la revista La Donna (La Mujer) que se define como "una publicación sobre intereses femeninos (...) la única escrita por mujeres".



La Donna

El primer número de La Donna (La Mujer) se publicó en 1868. La revista tenía una periodicidad quincenal. El objetivo principal de la publicación era informar y educar a las mujeres en todas las áreas: política, literaria, científica y artística; los artículos no se limitaron a la esfera teórica sino que trajeron ejemplos prácticos relacionados con las escuelas y el mundo del trabajo, también hubo una mirada internacional a las principales expresiones del pensamiento femenino.


La publicación promovió los derechos de las mujeres después de la unificación italiana en 1861.  Alaide Beccari era reformadora social cuando la reforma moral y política estaba ganando apoyo popular en Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y otros lugares como parte de un movimiento reformista más amplio durante el siglo XIX.

La Donna era una voz feminista poco habitual en Italia durante la época en que se publicó (décadas 1870-1880) y apoyaba la "emancipación de la mujer". Beccari, como otras feministas italianas de su generación (como Erminia Fuà, Aurelia Cimino Folliero, Sara Nathan, Giovanna Garcea y Adelaide Cairoli ) relacionó la emancipación de las mujeres con la política de unificación italiana, refiriéndose al " Risorgimento de la mujer".  La revista La Donna dio cobertura a Anna Maria Mozzoni, quien luchó por reformar las leyes de Italia que regulaban la legalización de la prostitución. Mozzoni, Beccari, Giorgina Saffi publicitaron el concepto de "mujer ciudadana" y "madre patriota".​ La Donna también promovió las causas apoyadas por Josephine Butler . Los artículos originalmente publicados en La Donna en italiano fueron traducidos y publicados en el extranjero, en la revista feminista inglesa The Englishwoman's Review . En 1877, La Donna realizó una campaña que logró 3000 firmas en apoyo del sufragio femenino en Italia. 


Después de una breve estancia en Venecia, en 1878 Beccari se trasladó a Bolonia y con ella se traslada el equipo editorial de la revista. En ese periodo el compromiso político de la revista se hizo más específico: de hecho, el tema central se convirtió en la actividad de las empresas de trabajadores inspiradas en Mazzini y, en consecuencia, en la atención a la lucha por las demandas en el mundo laboral.​ En torno a la figura de Beccari y la revista, se creó una importante red de amistades y correspondencias que también implicaba tejer una red de solidaridad e igualdad de relaciones en base no sólo de las publicaciones en la revista, sino también durante las reuniones periódicas que tuvieron lugar en casa de Beccari, la fragua de esta asociación intelectual.4​ Las reuniones del personal editorial de "La Donna" se transformaron en nuevas ocasiones para reuniones entre mujeres, ya no confinadas en las salas de estar, sino cada vez más abiertas a nuevas experiencias y formas de discusión y reunión.


Las colaboradoras La Donna: Anna Maria Mozzoni, Sarina Nathan, Luisa Tosko, Giorgina Janet Craufurd, Giulia Cavallari Cantalamessa, Fanny Lewald, Ernesta Napollon participaron en las principales campañas del feminismo del siglo XIX para la conquista de los derechos civiles y políticos de las mujeres.


Beccari se vio obligada dejar la dirección de la revista Woman en 1887 debido a problemas de salud; Emilia Mariani la relevó en el cargo.


Beccari creía que las mujeres podían ser un contrapeso enriquecedor al "militarismo" masculino. Apoyaba las causas pacifistas, y La Donna frecuentemente daba cobertura a informaciones de organizaciones pacifistas, como la fundación de la Asociación Internacional de Mujeres (IAW) creada por Marie Goegg en Ginebra en 1870. 


Beccari también escribió obras de teatro, entre ellas Un caso di divorzio ( Un caso de divorcio ), estrenada en 1881, que en retrospectiva ha sido criticada por su calidad literaria como "sentimental" y "predecible"; en particular no hay matrimonio para la segunda "esposa" en el drama. Sin embargo, la obra es relevante por haber sido escrita y producida. No eran frecuentes las escritoras en Italia en ese momento, ya que la mayoría de las mujeres eran analfabetas y solo un puñado de mujeres escribían y producían obras de teatro en Italia durante el período; cabe recordar a las dramaturgas Luisa Marenco-Martini-Bernardi, Irma Meladny Scodnik y Amelia Rosselli. El sufragio femenino llegó a Italia solo con la caída del régimen fascista en 1945. El divorcio se legalizó en Italia en 1970. 


Il Tesoro delle Giovani

Entre 1875 y 1876 dirigió la revista « Il Tesoro delle Giovani Madri. Giornale illustrato delle spose e delle famiglie », que plantea el derecho de las mujeres a asumir una ciudadanía femenina plena, reclama la participación de las mujeres en la esfera política, a pesar de los ataques de la prensa clerical y moderada.


Gualberta Beccari participó personalmente y con su periódico en la campaña para la abolición de la prostitución estatal, una campaña que involucró (por primera vez en la historia de la Italia contemporánea) a hombres y mujeres de orientación democrática y republicana, apoyó el método froebeliano, la coeducación , la igualdad entre hombres y mujeres docentes y se posicionó en contra de la enseñanza religiosa de tipo confesional en las escuelas, al tiempo que declaró que la mujer constituye una especie de "sacerdote natural".


Se le atribuye la frase "Me sentí incitada a la rebelión cuando supe de un marido brutal que había golpeado a su esposa; y me sentí ... humillada dolorosamente al escucharlo de la propia mujer".


Mamma, revista infantil

Desde 1886 durante veinte años también dirigió la revista infantil "Mamma" en la que trató de traducir sus ideas educativas en términos de formación moral y preparación civil de las nuevas generaciones. Entre 1896 y 1897 también fundó una "biblioteca educativa para jóvenes" que lleva el nombre de la lingüista italiana Clotide Tambroni.


Afectada por una enfermedad de origen nervioso que había limitado sus posibilidades a lo largo de su vida, murió sola en las cercanías de Bolonia, ayudando a un niño necesitado.


También apoyó a otras escritoras que intentaban iniciar sus carreras. ​ Fue también una defensora del socialismo, implicando una pérdida de apoyo de las feministas moderadas. 

https://es.wikipedia.org/wiki/Gualberta_Alaide_Beccari


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viernes, 4 de octubre de 2019

Francisca Adame Hens activista por la recuperación de la memoria histórica y poeta


 Hoy 4 de abril de 2022 nos ha dejado Francisca Adame Hens. Agradecemos su vida y aportes que te invitamos a conocer: 
Es para nosotras un gran placer reconocer la vida y los aportes de esta gran mujer que hoy cumple 97 años. Queremos felicitar a Francisca y a toda su familia (cuatro hijas, dos hijos, 7 nietas, 6 nietos, 5 bisnietos y 3 bisnietas) en su santo y cumpleaños. Hablar de Francisca nos da la oportunidad de hablar de todas las heroínas cotidianas que nos han construido como buenas personas.  Es también un modelo para nosotras que con sesenta y cinco años diera cauce a su creatividad dándonos a conocer su dura experiencia de la guerra  en forma poéticaGracias Francisca por todo tu aporte al mundo en forma material e inmaterial, en lo publico y en lo privado, sin duda eres más que una Heroína.  GRACIAS . Desde aquí nuestro pequeño homenaje de agradecimiento en una sociedad que no ha conseguido aún valorar, agradecer y compensar  en su medida los aportes de las mujeres.



Traemos uno de sus poemas :

MÁS VALE TARDE QUE NUNCA

Más vale tarde que nunca,
esto es una gran verdad,
pero escuchemos la voz
de los que estuvieron
y ya no están.
Cuando recuerdo esta historia,
se me parte el corazón.
Estación, Los Merinales,
Campo de concentración,
Colonias penitenciarias,
esa era la dirección.
Allí, tenían a mi hermano,
también estaba mi padre.
Allí había muchos hombres,
unidos por los alambres.

Estaban redimiendo causa
¿Qué delito cometieron?
si solo querían la igualdad
de los hombres y los pueblos.

A punta de pico y pala 
hicieron ese canal
calladitos y en silencio, 
detrás estaba el guardián.

A la sombra de un eucalipto,
en una alameda grande
allí llevé yo a mis hijos,
para que los viera mi padre.

Esto no es una poesía,
es una ofrenda de honor,
para todos los que estuvieron
en campos de concentración

                                    FRANCISCA ADAME HENS




Francisca Adame Hens (La Victoria, Córdoba, 4 de octubre de 1922), activista para la recuperación de la memoria histórica y poeta. Su testimonio contribuyó a reconstruir la historia de los esclavos del franquismo en el denominado Canal de los Presos, en el Bajo Guadalquivir. Fue condecorada en el año 2005 por el Gobierno andaluz con la Medalla de Andalucía. Tras pasar por la escuela de adultos, a la edad de 65 años empezó a escribir poesía.


Francisca Adame Hens  es hija de Tránsito Hens y de Manuel Adame ocupaba el cuarto lugar de un total de diez hermanas y hermanos. Su padre, antiguo guardia civil y luego forestal, al estallar la Guerra Civil española en 1936, se alistó en las milicias republicanas junto con sus dos hijos mayores. A partir de ese momento comenzó una vida errante para Francisca Adame, que entonces tenía 14 años, huyendo de las bombas y formando parte de una caravana de familias de combatientes que seguían a sus seres queridos de destacamento en destacamento.


El final de la guerra la sorprendió en Ciudad Real, mientras su padre y hermanos huyeron a Alicante con la intención de tomar un barco ruso que esperaban que les iban a sacar de España, pero que nunca llegó. Su padre y uno de sus hermanos fueron encarcelados en Valencia, mientras el otro fue obligado a alistarse en la Legión. La madre y el resto de la familia permanecieron escondidos unos días hasta que tomaron un tren de mercancías que los llevó a la localidad cordobesa de La Herrería (Fuente Palmera) donde finalmente se establecieron. Allí llegaron con lo puesto y durante mucho tiempo pasaron hambre y penurias bajo el estigma de ser considerados una familia de rojos. El hambre durante aquella época se llevó a su abuela, a su tía y a uno de su hermanos pequeños.

Mientras tanto Manuel Adame y su hijo sufrieron un periplo carcelario que los llevó a distintas cárceles  y tras ser condenados a muerte, al presidio de Córdoba. Francisca Adame se trasladó a la ciudad andaluza donde consiguió trabajo sirviendo en casas, lo que le permitió acudir a diario a ver a su padre y hermano presos. De estas visitas a la cárcel volvía con recados de los reclusos y cartas que escondía en sus zapatillas, asumiendo los riesgos que ello representaba y llegando a ser la conexión con el exterior para mucha de la población reclusa.

Las condiciones de las cárceles de Córdoba de aquellos años eran propias de un campo de exterminio.​ En este contexto Francisca Adame asiste al juicio donde condenan a muerte a sus familiares. Después de cuatro meses de espera a que las sentencias fueran ejecutadas, las penas de su padre y hermano fueron conmutadas por 30 y 12 años respectivamente de trabajos forzados. Estos transcurrieron en el campo de concentración de Los Merinales, situado en Bellavista, Dos Hermanas (Sevilla). Los Adame condenados entraron de esta manera a formar parte de los mas de diez mil esclavos que entre 1940 y 1962 levantaron el Canal del Bajo Guadalquivir, más conocido como Canal de Presos. Un total de 158 kilómetros en donde muchas de las tareas más penosas eran reservadas a mujeres de presos y viudas de fusilados o muertos en combate.

En La Herrería Francisca Adame Hens conoció a Manuel Guisado Mengual, con el que se casó aun a pesar de la oposición de los padres de este que no veían con buenos ojos una relación con la hija de un comunista perteneciente, además, a la familia más pobre del pueblo. El matrimonio crió a cinco hijas y dos hijos, si bien años más tarde la tragedia se cebaría con la familia con la pérdida de una de sus hijas a la edad de 22 años.


Francisca Adame estuvo trabajando de jornalera y ocupándose de su familia y de su casa, y a la edad de 65 años pudo hacer realidad una de sus mayores inquietudes: ir a la escuela para adultos y aprender a leer y a escribir. Desde entonces plasma sobre el papel, pero también recita de memoria, lo que ella llama "cachos de mi vida": poemas sencillos e íntimamente ligados a sus vivencias. Palabras contra el olvido y el silencio en donde Adame cuenta la Guerra Civil, las penurias de los presos, de los emigrantes, de las personas mayores.​ Versos en donde reivindica el papel y el sufrimiento de las mujeres de presos. El resultado de esta dedicación a la poesía es un conjunto de grabaciones en donde recita sus versos y el libro Mujer, vida, poesía que publica junto con Mercedes Hens Adame y Gloria Adame Gómez.


 El estudioso  Angel del  Río Sanchéz  ​considera el testimonio de Francisca es fundamental para el proceso de reivindicación y divulgación de lo que allí sucedió señalando que  "su testimonio da cuenta de que la vida de las mujeres de los presos fue tan dura y tan intensa como la de los propios presos".  resalta que en su primer encuentro ella le dijo: "He estado esperando toda la vida para que viniera alguien que me escuchara". Francisca Adame, ha  colaborado  en diversas  investigaciones de la Universidad Pablo de Olavide, y para otros estudios académicos, ha aportado su testimonio de manera desinteresada al Banco Audiovisual de la Memoria Social de Andalucía (BAMSA) y viajado por toda Andalucía participando en más de veinte actos de difusión, homenaje y reconocimiento a los esclavos del franquismo. Sus relatos, según del Río, han estado desprovistos de odio y revanchismo, realizados con el único fin de dignificar la memoria de los suyos. Han supuesto, además, un estímulo para que otros salgan a la luz, así como para que los más jóvenes conozcan una historia silenciada.

Entre las colaboraciones más mediáticas de Adame para la difusión de la recuperación de la memoria, se encuentra el documental de Canal Sur Televisión y la Junta de Andaucía realizado en el 2004 "Presos del silencio. Trabajos forzados en la España de Franco".

El 28 de febrero de 2005, con 83 años, la Junta de Andalucía concedió a Francisca Adame la Medalla de Andalucía, con las que reconoce la labor de personas e instituciones. El decreto del Ejecutivo la considera ejemplo de lucha y coraje ante la persecución padecida por su familia al término de la guerra, destaca su revictimización en tanto que hija de roja y mujer, su papel como activa militante de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y su uso de la poesía "como arma de paz".

Francisca Adame Hens es una activa militante de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

Su vida es la de las niñas que perdieron dos veces la Guerra Civil Española: por ser rojas y por ser mujeres. Su ejemplo, el de cuantos se afanan, por razones de justicia histórica y sin ánimos de revancha, por rescatar del olvido a quienes perdieron la vida o la libertad, o fueron ofendidos por defender la democracia.

La historia de Señá Francisca, como la conocen en el pueblo donde vive, Fuente Palmera, es un ejemplo de lucha y coraje ante la persecución padecida por su familia al término de la guerra civil. Persecución que convirtió su infancia y juventud en un ir y venir de las cárceles y de los campos de concentración en los que durante largos años estuvieron encerrados su padre, un guardia civil que luchó con la milicia republicana, y su hermano.

Hasta los 65 años se dedicó a trabajar y a cuidar de su familia y de su casa. A esa edad pudo ir a la escuela para adultos y aprender a leer y a escribir. Desde entonces, utiliza la poesía como arma de paz para luchar contra las sombras que ahogaron su luz, para no olvidar esos años de miedo y falta de libertad, para recordarlos con la esperanza de que no vuelvan a repetirse nunca.

 El DECRETO 43/2005, de 22 de febrero, le concede la Medalla de Andalucía a doña Francisca Adame Hens.

En el 2015 Canal Sur Televisión le dedicó un capítulo de su serie "Hijos de Andalucía", un programa que narra las trayectorias de mujeres y hombres cuyas aportaciones científicas, artísticas, sociales o políticas han sido reconocidas por la Junta de Andalucía desde 1983 con el título de Hijos Predilectos y Medallas de Andalucía.



https://es.wikipedia.org/wiki/Francisca_Adame_Hens
https://www.eldiadecordoba.es/cordoba/superacion-luchadora_0_1236476591.html
http://historiamujeres.es/medalla/adame.html
https://www.centrodeestudiosandaluces.es/publicaciones/andaluzas-protagonista-a-su-pesar-de-la-mirada-de-virginia-wolf-al-cante-de-liberacion-de-la-pirinaca
http://canalsur.es/html/programas/testigomemoria.htm
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