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viernes, 11 de febrero de 2011

Dulce María Loynaz poeta cubana



Dulce María Loynaz Muñoz  (La Habana, Cuba, 10 de diciembre de 1902 - La Habana, Cuba, 27 de abril de 1997)




Quiéreme entera

Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, Y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…

Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda… O no me quieras




Dulce María Loynaz. Cuba (1903-1997)

María de las Mercedes Loynaz Muñoz (Dulce María Loynaz Muñoz) (La Habana, Cuba, 10 de diciembre de 1902 - La Habana, Cuba, 27 de abril de 1997), una de las principales figuras de la lírica cubana y universal. Mereció el premio Miguel de Cervantes en 1992. En el linaje de la Loynaz se entrecruzan importantes personalidades cubanas y universales, su propio padre, Enrique Loynaz del Castillo, poeta, la destacada poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda y Martín de la Ascensión, uno de los 26 mártires de Japón al que le dedicara un extenso poema en prosa. 
Publicó sus primeros poemas en La Nación en 1920, año en que también visitó a los Estados Unidos. A partir de esa fecha realiza numerosos viajes por Norteamérica y casi toda Europa. Sus viajes incluyeron visitas a Turquía, Siria, Libia, Palestina y Egipto. Visitó México en 1937, varios países de América del Sur entre 1946 y 1947 y las Islas Canarias en 1947 y 1951, en donde fue declarada hija adoptiva.

Desprendimiento


Dulzura de sentirse cada vez más lejano.

Más lejano y más vago... 
Sin saber si es porque las cosas se van yendo
o es uno el que se va. 
Dulzura del olvido como un rocío leve cayendo en la tiniebla... 
Dulzura de sentirse limpio de toda cosa. 
Dulzura de elevarse y ser como la estrella inaccesible y alta, 
alumbrando en silencio...
En silencio,
¡Dios mío!...


Su infancia transcurrió junto a la de sus hermanos  todos poetas pero de los cuales sólo Dulce María hizo públicas sus obras. Crecieron en un ambiente de celoso enclaustramiento y desbordado lujo, no visitando jamás escuelas públicas ni privadas. Los preceptores iban a educar a los hermanos en su propia casa, hasta que comienza en la década del veinte estudios en Derecho Civil en la Universidad de La Habana
Se graduó de Doctora en Leyes, profesión que si bien no era su vocación ejercer, mantuvo hasta 1961. Fue reconocida  como profesional del derecho, recibiendo en 1944 la desaparecida Orden González Lanuza,  siendo la primera mujer en recibirla.

Sus primeras obras aparecieron en el periódico La Nación con apenas 17 años, Invierno de almas y Vesperal; en dicha publicación aparecieron otros textos entre 1920 y 1938. En 1929 Dulce María  realiza un viaje por el Medio Oriente donde visitaron Turquía, Siria, Libia, Palestina y Egipto, este último país afectó especialmente a la poetisa que luego de visitar el museo de Luxor y ver la tumba de Tutankamón escribiría una carta lírica y de profunda connotación romántica al desaparecido faraón. En 1947 publicaría Juegos de agua, libro de poemas, y a partir de 1950 el editor español se interesa por la obra de la cubana, publicando varios de sus trabajos. De esta época, específicamente de 1951, data la publicación de Jardín. Le seguirían varios otros libros, Carta de amor al rey Tut-Ank-Amen 1953, Poemas sin nombre, 1958 y Un verano en Tenerife, libro de viajes, según la autora: lo mejor que he escrito. En 1950 publicaría además crónicas semanales en El País y Excélsior. También colabora en Social, Grafos, Diario de la Marina, El Mundo, Revista Cubana, Revista Bimestre Cubana y Orígenes, muchas veces como colaboraciones a su esposo Pablo Álvarez de Cañas.

A raíz del triunfo de la Revolución cubana, la poetisa se mantuvo aislada de la vida social durante largo tiempo en su casona de El Vedado. Recibió numerosas ofertas de España y EE.UU. pero nunca abandonó su país. Sus últimas publicaciones fueron Poemas escogidos, de 1985, Bestiarium y La novia de Lázaro, ambos de 1991. La Diputación de Cádiz publicó, además, en 1992, Poemas náufragos, y la editorial Espasa Calpe una amplia antología de su obra. Igualmente en 2001  Roberto Carlos Hernández Ferro, publica con la editorial habanera Extramuros, una selección de poemas casi desconocidos de la Loynaz, considerados sus primeros textos, que se encontraban dispersos en prensa periódica de la década del veinte. Esta selección se agrupó bajo el título de El áspero sendero, nombre que también corresponde al primer poema de dicha selección.
 En 1990, luego de haber donado su biblioteca personal, la cual atesora importantes títulos, muchas ediciones príncipe, y obras dedicadas por sus propios autores, funda en la ciudad de Pinar del Río el Centro de Promoción y Desarrollo de la Literatura Hermanos Loynaz. También en esta provincia se celebraron con carácter más o menos anual el encuentro iberoamericano sobre su vida y obra.



Creación


Y primero era el agua:
un agua ronca,
sin respirar de peces, sin orillas
que la apretaran...
Era el agua primero,
sobre un mundo naciendo de la mano de Dios...
Era el agua...
Todavía
la tierra no asomaba entre las olas,
todavía la tierra
sólo era un fango blando y tembloroso...
No había flor de lunas ni racimos
de islas... En el vientre
del agua joven se gestaban continentes...

¡Amanecer del mundo, despertar
del mundo!
¡Qué apagar de fuegos últimos¡
¡Qué mar en llamas bajo el cielo negro¡
Era primero el agua.






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www.amigasentredos.blogspot.com
http://www.tnrelaciones.com/informacion/meme/quiereme-entera-si-quieres-quiereme-entera/
http://es.wikipedia.org/wiki/Dulce_Mar%C3%ADa_Loynaz
http://www.cubaliteraria.cu/autor/dulce_maria_loynaz/galeria.html

HH

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