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miércoles, 2 de julio de 2014

Sandya Eknaligoda


Sandya  Eknaligoda es una de las líderes de la lucha de las mujeres contra las desapariciones forzadas en Sri Lanka. Su esposo, el periodista y humorista gráfico Prageeth Eknaligoda, desapareció el 24 de enero de 2010 cuando regresaba a casa, en Homagama, cerca de la capital, Colombo, poco después de salir de su trabajo, en las oficinas del Lanka-e-News.
Sandya Eknaligoda tomó un papel activo, más allá de lo humanamente posible y en el sigue transcurridos 7 años .

¿Es duro ser activista por los derechos humanos en Sri Lanka? ¿cómo ha vivido esa tranformación de ciudadana “común” a activista?

A pesar de que soy una ciudadana normal, una ama de casa. Mi trabajo me obligó a tratar directamente con la gente. Entre los 18 y 20 años participé en diversas actividades sociales, así que no siento una gran diferencia entre ser una defensora de los derechos humanos y una ciudadana común.

El problema principal es que todo esto es trabajo voluntario. Soy madre, y tengo que criar a mis hijos sin ninguna ayuda. Y lo haré como sea, aunque esto me obligue a vender paquetes de arroz o a hacer cualquier otro tipo de trabajo.


¿Qué acciones está realizando usted ahora?

Presenté el hábeas corpus por la desaparición de Prageeth  el 19 de febrero de 2010. Todas las acciones que he emprendido desde entonces han sido dentro de los mecanismos legales y además participo en todas las acciones sociales que puedo para concienciar, con la única finalidad de encontrar justicia.

La mayoría de las acciones son campañas sociales de lucha común por las víctimas, nosotros, las víctimas de las desapariciones forzadas y sus familias. Voy a seguir luchando. En este momento Sri Lanka está en una situación muy compleja.




Unos vecinos contaron a la prensa de Sri Lanka que habían visto una furgoneta blanca y sin placas de matrícula cerca de la casa del periodista hacia esa hora. Prageeth tenía que asistir a una ceremonia religiosa esa noche antes de ir a casa, pero poco antes había llamado a un colega para decirle que no iba a ir porque tenía que acompañar a un amigo al distrito de Koswatte de Colombo. Durante la conversación se cortó la conexión; éste fue el último contacto que se tuvo con él. Desde entonces, su teléfono no funciona. Días antes de su desaparición había dicho a un íntimo amigo suyo que creía que lo estaban siguiendo.

En Sri Lanka,  unas 12.000 denuncias de desapariciones forzadas se han presentado a las Naciones Unidas desde la década de 1980.Pero el número real es mucho mayor, con al menos 30.000 casos presuntos hasta 1994 y muchos miles reportados después de eso.

https://www.theguardian.com/world/2016/jan/29/sri-lankas-missing-thousands-one-womans-six-year-fight-to-find-her-husband
http://www.jrmora.com/blog/2016/07/29/entrevista-a-sandya-eknaligoda/
http://www.independent.co.uk/author/sandya-eknaligoda

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HH

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