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martes, 29 de marzo de 2016

Paula Rego pintora figurativa subversiva y liberadora



Paula Rego (Lisboa,26 de enero de 1935- 8 de junio de 2022) es una de las pintoras figurativas más relevantes de la escena internacional y una de las voces plásticas más lúcidas y combativas surgidas en la segunda mitad del siglo XX. La producción artística de Rego está enraizada en experiencias y recuerdos personales, en siniestras fantasías, en la historia del arte y en la literatura. 

Ajena a las modas pasajeras, Rego ha practicado siempre la pintura figurativa bajo formas muy diversas y es de los pocos artistas modernos cuya obra gira en torno a la vida misma, como también lo hicieron los predecesores que reivindica, Goya y Hogarth, revelando así lo mejor y lo peor de la condición humana. Su obra tiene una manifiesta voluntad subversiva y liberadora, con una evidente dimensión de lucha contra la autoridad. En ella la artista habla de la dominación, la opresión y la violencia con lo que cuestiona los estereotipos impuestos socialmente. Con enorme fidelidad a su experiencia del mundo inspirada en los recuerdos de su solitaria pero mágica infancia en Portugal y en los muchos papeles que ha asumido en su vida, Rego ha creado una obra intensamente conmovedora y humana con un lenguaje apasionado y enérgico.

Lela a brincar com Gremlin, 1985, acrílico sobre papel colado em tela,

LA COMPLEJIDAD DE LA MUJER EN PAULA REGO

Paula Rego (Lisboa, 1935) ha basado sus obras más aclamadas en la problemática que genera el hecho de ser mujer en la sociedad actual. Tras cientos de exposiciones en una gran cantidad de países, su reconocimiento no deja de crecer y es que su propuesta tiene implicaciones socio-políticas tan fuertes que no necesita de grandes atrevimientos formales, lo cual permite a sus obras llegar a un público muy extenso. 

Esta pintora estudió en Inglaterra en la Slade School of Fine Arts, viviendo entre Portugal e Inglaterra. No es hasta la mitad de la década de 1970 cuando se establece definitivamente en Londres, coincidiendo con el inicio de su éxito como artista. Introduciéndose en el mundillo artístico a través de la abstracción, expuso sus obras con artistas como David Hockney y otros, que formaban parte del London Group, al igual que la pintora. Más adelante cambió a la figuración, campo en el que se ha mantenido hasta ahora.

Sus influencias pueden ir, desde el neo-objetivismo de Otto Dix y George Grosz al propio David Hockney. De Hockney coge las escenas cotidianas que estamos acostumbrados a que nos transmitan una sensación de paz y tranquilidad. Sin embargo, en este pintor, estas escenas contienen un punto de tensión, como en sus cuadros Mr. And Mrs. Clark and Percy (1970-71), Portrait of an artist (Pool with two figures) (1972) o My Parents (1977). Paula Rego, por su parte, tensará más todavía la cuerda, aumentando esta tensión sin tener que recurrir a deformaciones figurativas como las de Francis Bacon. Precisamente, de este último pintor, se observa una influencia en el espacio, en ocasiones casi metafísico, y en que la narratividad se centra en un atravesar de emociones y vivencias sobre un individuo.



Sus obras más conocidas fueron realizadas en los años 80, cuando ya había madurado un estilo propio y peculiar, tanto a nivel estético como a nivel de contenido y mensaje.  En sus pinturas se suele encontrar a personajes que realizan conductas extrañas a priori, pero que, una vez analizadas, son completamente coherentes con la situación narrada. Un buen ejemplo de esto es La hija del policía (1987), donde una niña limpia las botas del uniforme de su padre. Los brazos de la niña destacan pur su musculosidad, completamente impropias de la edad que aparenta el personaje. Las botas negras e imponentes resaltan el autoritarismo de su dueño, y probablemente representen el autoritarismo de la sociedad entera, anunciando lo que le espera a la joven: un mundo gris como las paredes, oscuro como el cielo que se ve tras la ventana, y un gato negro, la mala fortuna.

Una característica de sus pinturas es que sitúa a las mujeres en una ambivalencia entre su fuerza personal y una situación social que reprime e imposibilita dicha fuerza. En La Familia (1988), Paula Rego nos muestra una mujer que está ayudando a su marido a vestirse, para ello es ayudada por una de sus hijas. La cara sonriente de la esposa contrasta notablemente con el gesto de su brazo, que parece que está asfixiando al marido. Por su parte, la hija tiene una cara de gran fuerza y virilidad, con el mentón muy marcado, observa siniestramente a su padre, a la par que este le observa a ella. El padre tiene el cuerpo en posición pasiva, pero su expresión facial refleja tensión, e incluso angustia y odio.



La mujer reprimida socialmente, las consecuencias de esta opresión y la estrecha frontera que separa el deseo inconsciente e instintivo del acto consciente. Todos estos temas son gesticulados por sus personajes, que siempre tienen un toque siniestro y degenerado, pero sin dejar de lanzar el mensaje de que su comportamiento es consecuencia lógica del entorno en el que viven. La pintora utiliza la expresión artística como resolución de conflictos, una cuestión terapéutica que no queda constreñida a una cuestión individual, sino que propone una reflexión sobre las psicopatologías que afectan lo social.

Otro ejemplo más podemos encontrarlo en la serie Dog Women. En palabras de la pintora: “En estas pinturas toda mujer es una mujer-perro, no oprimida, sino poderosa. Está bien ser bestial. Es físico. Comer, gruñir, aquellas las actividades que tienen que ver con lo sensible, son positivas. Pintar a una mujer como perro es completamente creible.”



De completa actualidad es la serie realizada hacia finales de los noventa, que trata el tema del aborto y a la que, de manera muy significativa, no le puso título. Resaltando de esta manera lo innombrable, aquello que debe esconderse acerca del aborto clandestino y ha de sacarse del debate continuamente: el dolor, el arrepentimiento, la duda, la necesidad…La pintora redirige el debate del aborto al cuerpo de la mujer, sus emociones y las consecuencias sobre su vida. Reclama, entonces, una aceptación de la necesidad de abortar y de que sea realizado en condiciones, no solo dignas en materia de higiene, sino dignas en materia de reconocimiento social.
mutilación genital femenina 


La obra de Paula Rego es de tremenda importancia en los tiempos que corren. Los feminismos actuales tienen una estrecha agenda de luchas, y cada vez que hay lucha social, hay una serie de reflexiones necesarias. ¿De qué manera es vista la mujer por la sociedad? ¿Qué consecuencias psicológicas tiene el disciplinamiento de sus actos? ¿Cómo actua una mujer a la que se le niega, de forma encubierta o paternalista, su propia autonomía? ¿Qué arte contribuye a la reflexión, y cual contribuye a la perpetuación del patriarcado?

Todas estas preguntas merecen cientos de horas de debate, y la obra de Paula Rego puede aportar elementos reflexivos que en muchas ocasiones es complicado expresar con palabras y argumentos. Por eso, los cuadros de esta pintora merecen una atención especial. El lenguaje racional, patrimonio de hombres, forma comunicativa prioritaria y patriarcal en sí misma cuando es la única que se tiene en cuenta, ha de ser contrarrestado, o complementado, con nuevas formas de expresión más emocionales e instintivas. Aquí entra el arte, y concretamente Paula Rego, para aportar su particular visión del mundo y de la mujer.

Paula Rego denunció el horror del aborto clandestino en Portugal en 1999

De la serie conocida como O aborto


Paula Rego presentó en 1999 en  Lisboa una exposición en la que denunciaba "el dolor y la humillación" que  sufrian  muchas mujeres portuguesas al tener que recurrir al aborto clandestino. Con enorme crudeza, la pintora contemporánea más importante de Portugal lanzaba una dura crítica contra la  legislación lusa, defiendo la legalización del aborto y expresando su solidaridad con las mujeres.
"Mi intención también es mostrar compasión por esas mujeres que sufren y decirles que estoy al lado de ellas" dijo . La pintora portuguesa afincada en Londres advertia  de que ya era hora de acabar con la hipocresía en la sociedad portuguesa, y explicar que las autoridades deben poner los medios para que las mujeres no tengan que "pasar por cosas tan terribles".

De la serie conocida como O aborto

Paula Rego admitió que sus obras constituyen  una denuncia: "No me interesa ya aquella cosa de ser artista, el modo de hacer un cuadro. Quiero decir cosas, denunciar situaciones". Y en el caso concreto de la serie Sin título, la pintora explicó que no trataba de ser "moralista o hacer juicios, sino alertar del peligro del sufrimiento". "Quería hacer una serie muy concreta, explícita, pero sin sangre; cruda, pero no obscena".  La angustia, la soledad y el dolor se sienten en esas pinturas realizadas con su dedos y pastel de óleo.





http://elvuelomagico.blogspot.com.es/2011_03_01_archive.html
 http://losextremosnosetocan.tumblr.com/post/84112599604/la-complejidad-de-la-mujer-en-paula-rego
http://masdearte.com/balzac-en-los-pinceles-de-paula-rego/
http://trianarts.com/mujeres-pintoras-el-tenebroso-figurativismo-de-paula-rego/#sthash.S5yrMSOt.dpbs
http://www.hoyesarte.com/premios-becas-y-reconocimientos/paula-rego-premio-penagos-de-dibujo_93164/
http://www.casadashistoriaspaularego.com/pt/colec%C3%A7%C3%A3o/pintura.aspx
http://www.kentishtowner.co.uk/2013/02/08/review-the-dame-with-the-goats-foot-by-paula-rego/
http://camb.cm-oeiras.pt/default.aspx?pg=8758d2a6-0c59-43ab-88c8-197297d0d247
http://elsemanario.com/118832/sangre-fetos-y-razones-algo-debiles-aborto/
http://elpais.com/diario/1999/06/10/cultura/928965614_850215.html

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HH

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