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viernes, 2 de diciembre de 2011

"La prostitución y el tráfico de personas son dos aspectos de un mismo problema"


LA EXPLOTACIÓN SEXUAL ES OTRA FORMA DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, DICEN LOS EXPERTOS


 "La existencia de la prostitución no sólo afecta a quien la ejerce, sino al resto de los hombres y mujeres, a la sociedad en general. Nos incumbe a todos. Hay que prohibir la compra de mujeres, el que se comercie con ellas; desterrar esa consideración de que puedo alquilar a una señora por horas". Así de rotunda se expresa Juana María Santana Hernández, integrante del Comité Ejecutivo del partido Iniciativa Feminista.
Con motivo del Día Internacional en contra de la Violencia de Género, Juana María Santana intervino ayer en una mesa redonda, organizada en Bilbao por Médicos del Mundo -junto a Itziar Hernández, de Hegoa, y el fotógrafo Salvador Campillo-, en la que se abordó la explotación sexual como lo que es: otra forma de violencia de género.
La conclusión a la que se llegó es que la actividad de la prostitución vulnera los derechos humanos de las mujeres prostituidas, y perjudica gravemente su salud y su calidad de vida, al tiempo que constituye "una forma más de violencia de género". "A esto hay que unir que en su inmensa mayoría, las mujeres prostituidas en nuestro país proceden también de países empobrecidos o en conflicto, y llegan al Estado a través de redes de trata y tráfico, o bien impulsadas por una necesidad vital", asevera.
UNA INDIGNIDAD Incluso las mujeres que dicen ejercer la prostitución como una opción de vida libremente elegida, están afectadas en su mayoría por historias de vida con marcados episodios que las predisponen a tener una baja autoestima personal, y a considerarse a sí mismas como posibles objetos de uso y transacción, rebajando su capacidad para explotar otras capacidades y estrategias de supervivencia. "La explotación de esta vulnerabilidad por terceros es una indignidad y un delito reconocido en el Código Penal español, tras la reforma introducida en el año 2003".
En opinión de esta feminista, la ingente cantidad de beneficios económicos -equiparables a los de la droga o el comercio de armas- que esta actividad produce a las personas sin escrúpulos que las rentabilizan, está pesando en la campaña contra la promoción y difusión de esta práctica, e intenta generar una demanda de mercado que no se corresponde ni con una necesidad humana real ni con la pretendida liberalización de la sexualidad femenina actual, ni con la búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres de nuestra sociedad.
¿Y LOS CLIENTES? "A mí, lo que me parece increíble es que tenga que existir esta profesión. Si se eligiera libremente me parecería bien, pero me temo que en la mayoría de los casos eso no es así; la situación de pobreza siempre ha engendrado estos oficios. Se produce violencia contra estas mujeres en el caso de que hayan sido engañadas y terminan vendiendo su cuerpo", tercia Itziar Hernández, documentalista del Instituto Hegoa.
En países donde se ha avanzado en la erradicación de la explotación sexual -como Suecia- se está incidiendo en los clientes . "Evidentemente, hay que hacer más hincapié en los usuarios, en los hombres que pagan los servicios de estas mujeres para hacer con ellas lo que no hacen en sus casas. En el momento que hay prostitutas es porque hay demanda. Nunca se habla de ellos", coinciden Itziar y el catalán Salvador Campillo, autor de la exposición ¿Mujeres de Vida Alegre?
Consideran que Suecia puede ser un buen ejemplo a seguir. Allí, los usuarios de la prostitución adquieren la máxima responsabilidad cuando utilizan mujeres o menores con evidentes signos de secuestro y violencia sin rechazar esta situación ni denunciarla.
"Sí, en Suecia han hecho bien las cosas: primero una campaña de sensiblización y luego, los clientes ya están advertidos. La prostitución es un delito, atenta contra la dignidad de las mujeres. Si lo hacen, pueden ser sancionados", añade la integrante de Iniciativa Feminista.
¿Por qué esta explotación es violencia de género? "Porque hay un tema de poder; el cliente pone las reglas de juego. Y una vez más se establece una relación de superioridad, entre el que contrata el servicio y quien lo da. Más que violencia de género, es contra las mujeres", reconoce Campillo, quien ha retratado esta dura realidad.
Realidad que muchas veces queda en segundo término ante otro tipo de vulneraciones de los gobiernos como son las torturas. "La violencia es un concepto más amplio que la prostitución. Se da también a niveles de la sociedad como es la Universidad u otros entornos como el trabajo. La discriminación salarial, el mobbing en el trabajo. El bullying en los centros universitarios. Son temas que están en la calle. No es un problema de hombres y mujeres, sino estructural, de la sociedad", resalta la experta de Hegoa.
VIOLENCIA POR OMISIÓN Señala que hay que atajarlo, pero no sólo con apoyo a las víctimas, que también, sino cambiando esas estructuras, variando las actitudes y la forma de pensar sobre ciertos tópicos. "Dejar de lado los chistes fáciles, el derecho a darnos un cachete en el culo cuando quieren. Todo eso es parte de la violencia hacia las mujeres. Los golpes, la explotación sexual, son el exponente más fuerte, el físico. Pero hay una violencia por omisión y psicológica que también hay que tener en cuenta", remacha.
A Salvador Campillo le vienen a la mente las palabras que una madura prostituta le dijo tras finalizar un reportaje: "Yo no creo en el amor, todos los hombres son unos puteros. Ahora que me conoces, la próxima vez que vayas con una mejor". Su autoestima, continúa relatando este reportero, es tan baja que no entienden que los hombres no recurran al sexo pagando.
"No es posible", decían. "Tú eres un hombre y tienes tus necesidades". Es la visión que tienen. "Hay mucha explotación en la relación de poder. El hombre tiene el dinero y hace con ella lo que no puede hacer con la mujer", apostilla.
¿Y esos comentarios argumentando que muchas mujeres se dedican a esto porque es dinero fácil? "Cuando hablas con ellas dicen que es una decisión equivocada. En su día había mercado y tomaron el camino equivocado. Entrevisté a una señora de 60 años que empezó al ser víctima de la pobreza y la postguerra. A otras les engañaron y aunque en un principio pudieron ganar dinero, es un dinero envenenado, que te consume como persona", añade Salvador Campillo.
LA TRATA DE PERSONAS Un estudio de la ONU, con datos de organismos internacionales, gobiernos y ONG entre 1996 y 2003, lamenta la escasa persecución de la trata de personas. Asegura que un camino para combatirla es acabar con el mercado que da beneficios a los delincuentes, y actuar contra los intermediarios que han levantado una industria criminal a base de negociar con seres humanos, y contra los beneficios económicos que genera.
Desde Iniciativa Feminista critican la tendencia, "orquestada y fomentada" por los mismos sectores que se benefician de los efectos de la prostitución que proponen soluciones parche, "ya que existe, mejor lo regulamos", fomenta el divide y vencerás, "tráfico no, prostitución sí, como si no fueran ambos tan sólo aspectos de un mismo problema", apostilla.
Bajo lemas como Prostitución forzada no, prostitución libre sí, Juana María Santana considera que se está generando el clásico debate entre libertad e igualdad al que "recientemente empezamos a incorporarnos las mujeres de las sociedades más desarrolladas". Además, advierte de la existencia de una campaña perfectamente orquestada que intenta avergonzar a las personas "que nos oponemos a esta explotación mercantilista de la dignidad, la intimidad y la sexualidad humana, tachándonos de moralistas, mojigatas, y excesivamente teóricas, cuando por el contrario la prostitución es una de las más rancias instituciones esclavistas, fruto de la dominación de un grupo humano sobre otro, y de prejuicios sobre la liberalización de la sexualidad femenina", recalca Juana María Santana.
Su apuesta no pasa por empoderar a las prostitutas de cualquier ciudad del mundo para que puedan seguir ejerciendo la prostitución sin sentirse víctimas. "Lo realmente eficaz sería empoderar a las mujeres de todo el planeta para que no tengan que ser prostitutas. Y, sobre todo, habría que formar a hombres y mujeres en la igualdad y el respeto a los demás; que nadie se sienta con derecho a someter a otro ni transaccionar con ella".
NEKANE LAUZIRIKA - Jueves, 26 de Noviembre de 2009 - Actualizado a las 07:33h
JUANA MARÍA SANTANA HERNÁNDEZ De la Ejecutiva de Iniciativa Feminista Salvador Campillo Alba Fotógrafo de "¿Mujeres de Vida Alegre?" Itziar hernández zubizarreta Documentalista del Instituto de Hegoa

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HH

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