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viernes, 8 de febrero de 2013

Joan Wallace Scott referente en estudios de género



La obra de Joan Wallace Scott (18 de diciembre de 1941)  ha marcado decisivamente la historiografía y el movimiento feminista internacional durante más de dos décadas, mostrando, de manera particularmente elocuente, la utilidad de la Historia como fuente de inspiración para la reflexión sobre los problemas sociales y políticos actuales, y los estrechos vínculos entre la Historia de las mujeres y el Feminismo. (Agapea)


Joan Scott (1986) ha planteado que el concepto “género” comprende cuatro elementos interrelacionados:

a) Símbolos y mitos que evocan representaciones múltiples y, a menudo, contradictorias –Eva y María, por ejemplo, como símbolos de la mujer en la tradición cristiana occidental–, pero también mitos de luz y oscuridad, de purificación y contaminación, inocencia y corrupción.

b) Conceptos normativos que manifiestan las interpretaciones de los significados de los símbolos. Estos conceptos se expresan en doctrinas religiosas, educativas, científicas, legales y políticas, que afirman categórica y unívocamente el significado de hombre y mujer, masculino y femenino.

c) Instituciones y organizaciones sociales de las relaciones de género: el sistema de parentesco, la familia, el mercado de trabajo segregado por sexos, las instituciones educativas y la política. El género se construye a través del parentesco pero también mediante la economía y la política, que actúan hoy en día de modo ampliamente independiente del parentesco.

d) La subjetividad y las identidades de género (femenina y masculina).
En línea con el planteamiento de las relaciones de género, feministas vinculadas a la corriente del feminismo de la igualdad y/o a la escuela anglosajona (Young, Scott y otras) han enfatizado que el género es una forma primaria de relaciones significantes de poder, un campo dentro del cual o por medio del cual se articula el poder, dado que la construcción del género no es simplemente un proceso de diferenciación que produce dos mundos, separados pero iguales, para mujeres y hombres; por el contrario, al propiciar una distribución desigual de conocimientos, propiedad e ingresos, responsabilidades y derechos entre mujeres y hombres, el género estructura unas relaciones asimétricas de poder entre ambos.


Reflexiones  en  su obra 
Influencias de otras feministas colegas.
Posestructuralismo y la crítica psicoanalítica (Elizabeth Weed, Naomi Schor, Mary Anne Doane y Ellen Rooney).
“Ellas me enseñaron cómo pensar operando de forma productiva con la idea de diferencia, a comprender que las diferencias de sexo no estaban establecidas de forma natural, sino que se habían generado a través del lenguaje, y me enseñaron también a analizar el lenguaje como algo volátil, como un sistema mudable cuyos significados no pueden ser fijados de una vez por todas.”
Existe una larga historia de feministas que escriben la historia de las mujeres a fin de establecer un argumento para el trato igual de mujeres y hombre.
Sustitución de ejemplos positivos. De mujeres.
Tendencia esencializadora.
El contar con estereotipos ha creado una tensión en la descripción de la historia.
Resaltar la diferencia incluso entre mujeres.
Movilización para conseguir colaboración ciudadana, tras las revoluciones democráticas del siglo XVIII.
Derechos políticos, educativos.
Relatos para legitimar sus demandas y reclamos.
A la luz actual, son logros en la  visibilización de la fuerza femenina.
En los años 60, la movilización feminista ya no establece su presencia; sino su activa participación en los acontecimientos que ahora se cuentan en la historia.
Visibilizando en narraciones la lucha política y social del movimiento.
Aportando con información, pero sobre todo, con nuevo conocimiento: otra forma de comprensión, puntos de vista, otra forma de lo que es la historia.
Al adelantar nuevas interpretaciones, se ofrecían nuevas lecturas de la política y de la cambiante significación de la familia y la sexualidad.
Como sujetos históricos operantes en el tiempo.
Sin embargo, hay que tener cuidado con la visión que construye una idea única y atemporal, ahistórica de movimiento feminista.
Puede existir una identidad compartida por “las mujeres” si las condiciones de vida y el significado de las acciones eran fundamentalmente diferentes?
“Mujeres” es una categoría social diversa que a la vez pre-existe o está producida por la historia?
No existe una identidad común. La categoría de género está atravezado por clase, etnia, sexo, sexualidad, estatus, religión.
Identidades que cambian con el tiempo y varían en las sociedades. Incluso en una sociedad, varía de acuerdo con el contexto.
Igualdad y diferencia es la tensión que caracteriza el relato histórico feminista.
La diferencia está en el mismo corazón de la teoría y práctica del feminismo contemporáneo.
Análisis de cómo se construyen las identidades y las diferencias para no esencializar al movimiento.
Diferencia como categoría analítica para explorar modos de repreducción de identidades.
La identidad como un problema de discurso o de ideológía en el contexto histórico.
Identidades cambiantes , móviles que pueden ser desplegadas para la resistencia y el cambio.
Donde se hace la política y la historia a través de herramientas de reflexión y análisis constantes.


http://globetrotter.berkeley.edu/people9/Wallach/wallach-con0.html
http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/108
http://es.scribd.com/doc/47368489/joan-scott
http://yorknewfrontiers.wordpress.com/
http://www.cholonautas.edu.pe/modulo/upload/scott.pdf

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HH

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