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martes, 18 de febrero de 2014

Conchita Miralles soprano



Conchita Miralles nace en Orán (Argelia) el 3 de junio de 1914. Soprano. Desconocemos la fecha de su muerte pero sabemos que vivió al menos 96 años. 

Sus padres eran franceses, de origen español. Debido al trabajo de su padre, químico investigador, tuvo que trasladarse a distintas ciudades españolas, Barcelona, Madrid, Avilés. Con siete años llega a  la ciudad riojana de Arnedo, ya que su padre es  contratado por la firma de calzados La Cadena por el descubrimiento de un tipo de vulcanizado para las suelas de las zapatillas.

Inicia sus estudios musicales en Arnedo, trasladándose a Madrid para estudiar con el tenor catalán Lorenzo Simó, que había italianizado su apellido poniéndose Simonetti, el cual, al descubrir la belleza de su voz se dispuso a formarla.

Su presentación fue en el teatro de Calahorra, donde actuaba una compañía de zarzuela en la que iba como primera figura Maruja Vallojera. Cantó  tres romanzas con la belleza de expresión que le eran características.

En 1941, contra la voluntad de sus padres, debuta como profesional en Madrid en el teatro Calderón, con Marina, que supuso para ella un gran triunfo, siendo considerada la mejor intérprete de esta obra.

Fue una de las grandes revelaciones de la postguerra española cuando la zarzuela tuvo un fugaz resurgir.
Su belleza, su  voz lírico–ligera de precioso timbre,  sobresalientes facultades y técnica, capaz de expresar todos los matices, un gusto exquisito y excelente presencia en escena, la convirtieron  en una gran figura, conocida por el público como “el ruiseñor de España”.
Realizo diversas giras por España formando parte de importantes compañías.
Con la compañía que  dirigieron Federico Romero y  Guillermo Fernández – Shaw obtuvo éxitos notables en el Coliseo de los Recreos de Lisboa.
El compositor Moreno Torroba  se fijó en ella cuando interpretaba 'La flauta mágica' de Mozart en una audición de radio en San Sebastián,  contratándola en su compañía durante varias temporadas, siendo la cantante preferida del maestro.
Cantó con artistas notables
A parte de la excepcional Marina con la que debutó, caben destacar sus interpretaciones en: Katiuska; Luisa Fernanda; Doña Francisquita; Jugar con fuego; La tabernera del puerto; El rey que rabió; Los diamantes de la corona; Los sobrinos del capitán Grant y en las óperas La flauta mágica y La Traviata en las que hacia alarde de sus poderosas facultades y su dominio interpretativo.
Contrajo matrimonio con el agente artístico Antonio García Caballero, del que tuvo un hijo. El matrimonio se rompió y decidieron separase.
En 1947 puso voluntariamente fin a su carrera siendo aún joven y gozando del favor del público. Se despidió en el Teatro de La Zarzuela con  Marina, la obra que tantos triunfos le otorgó.
Se retiró a vivir en Logroño, cerca del teatro Bretón, rodeada de sus recuerdos y respetada y admirada por todos.




«No podía cantar sin el permiso de mi marido»

La célebre cantante, de 96 años de edad, recibe hoy un homenaje en la apertura del ciclo de Ópera en DVD
23.10.07 - E. ALCALDE

CONCHITA MIRALLES, SOPRANO RIOJANA DE LOS AÑOS 40
 Esta tarde arranca en Logroño la cuarta temporada de Ópera en DVD. Preparando esta edición, sus promotores, Amigos de la Ópera y Fundación Caja Rioja, decidieron «comenzar a homenajear a los cantantes de La Rioja». Y en ese sentido, «estaba claro que había que empezar con la decana». De ahí se llega a Conchita Miralles, una de las consideradas grandes divas españolas de los difíciles años 40. Hoy nonagenaria, de férrea salud y recuerdos nítidos y emocionados de entonces, la cantante se confiesa «muy nerviosa» ante el tributo que el ciclo operístico audiovisual le rinde hoy, en su tierra de acogida.

-A sus 96 años, y tras más de 50 retirada, ¿sigue cantando, aunque sea en la ducha?

-En la ducha, no, pero sí en mi casa, a veces los sábados cuando escucho alguna zarzuela en la radio. También cuando estoy en algún sitio y oigo cantar... Hace poco en un restaurante unos músicos tocaban Schubert, y yo, en falsete, los seguí, metiendo alguna nota aunque, la verdad, ya doy pocas. ¿Pero me gusta cantar, y me moriré cantando!

-Su biografía dice que nació en Argelia, pero hoy se le homenajea como riojana. ¿Cómo se explica?

-Mis padres eran franceses. Mi padre era inventor y quería recorrer mundo, por eso de niña viví en Barcelona, Madrid, Avilés. Al final acabamos en Arnedo, porque descubrió un sistema para la fabricación de calzado. Y ya, tras concluír mi carrera, decidí volver. No soy riojana de nacimiento, pero sí de sentimiento.

-Su carrera fue tan exitosa como efímera y sólo duró ocho años. ¿Por qué ese final prematuro?

-Tuve la mala suerte de casarme.

-¿Cómo?

-Sí, un artista no tiene que estar casado, porque tienes problemas, discutes... y eso te pone nerviosa, te entristeces. Como artista, tienes que entregarte completamente a tí misma. Además, en aquella época de guerra, necesitaba permiso de mi marido para cantar y, aunque yo iba un poco por libre, los empresarios no me contrataban por miedo a que alguien viniera y no me dejara salir a escena.

-Pero cuando concluyó la guerra, se separó...

-Pero era tarde, ya no me veía con la misma energía. Por eso, preferí dejarlo cuando aún era un gran nombre y sería un gran recuerdo.

-Pese a los años que han pasado, su nombre quedará por siempre ligado al de 'Marina'...

-Esa ópera fue mi éxito. Me presentó el maestro Moreno Torroba, primero en Vitoria con tal éxito, que en vez de una 'Marina' se hicieron 20 ó 30. De ahí pasé al teatro Calderón de Madrid, que me presentó como 'gran diva española'. Luego, interpreté otras muchas zarzuelas, pero siempre abría con 'Marina' mis debús, con muchísimo éxito, por toda España y Portugal.

-No hay nada grabado suyo, pero la crítica siempre resaltó sus inalcanzables agudos.

-No hay nada porque en aquella época de guerra fue imposible. Pero cuando yo cantaba, todo el mundo esperaba mis notas agudas, mis picados, mis gorgoritos. De hecho, todas las obras que canté estaban arregladas a mi voz, llevadas a tonos aún más agudos. Fui una triple ligera muy ligera; además de voz ancha, grande, central, lírica. Por eso me llamaban 'el Ruiseñor de España'.

-'Diva', 'Ruiseñor de España'... ¿le pusieron algún apelativo más?

-Bueno, en los teatros, las señoras mayores me miraban desde los palcos con los prismáticos, y decían: 'Es la tiple del busto bonito'.



BIBLIOGRAFÍA
Cien cantantes españoles de ópera y zarzuela.- F. Fernández Girbal,  pag.255

http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20131019/rioja/compania-lirica-homenajeara-tres-20131019.html
http://www.elcorreo.com/alava/20071023/la-rioja/podia-cantar-permiso-marido-20071023.html
http://institutodelazarzuela.blogspot.com/p/voces-riojanas_6534.html
http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=miralles-conchita

HH

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