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miércoles, 1 de febrero de 2017

Gertrudis Gómez de Avellaneda, escritora y poetisa del romanticismo hispanoamericano




Gertrudis Gómez de Avellaneda (Camagüey; 23 de marzo de 1814 - Madrid, 1 de febrero de 1873), llamada coloquialmente «Tula», fue una escritora y poetisa del romanticismo hispanoamericano. Precursora del feminismo en España y una de las más grandes poetisas de la lengua castellana según la consideración de Marcelino Menéndez y Pelayo. Está considerada, además, como una de las precursoras de la novela hispanoamericana junto a Juana Manso, Mercedes Marín, Rosario Orrego, Julia López de Almeida, Clorinda Matto de Turner, Manuela Gorriti y Mercedes Cabello de Carboneda, entre otras   
Sus primeros años trascurrieron dentro de un ambiente familiar tranquilo, hasta la muerte de su padre acaecida en 1823. Luego de esa etapa se sucederían varios acontecimientos, entre ellos, el matrimonio de su madre en segundas nupcias con Gaspar de Escalada y López de la Peña. Durante sus años de infancia y primeros años de juventud, Tula se acercó a la literatura mediante la lectura y la redacción de pequeños cuentos y la representación de obras de teatro. Entre sus escritores favoritos estaban Lord Byron, Victor Hugo, Alphonse de Lamartine, François-René de Chateaubriand, Madame de Staël, entre otros.

En 1836 se traslada junto a su familia a España, terminando por asentarse en La Coruña. Meses después, tras una visita a la ciudad de Sevilla junto a su hermano, decide establecerse en Sevilla. En esa ciudad da a conocer sus primeros trabajos, a partir de 1839, todos estos publicados bajo su seudónimo de La Peregrina. En junio de 1840 estrena Leoncia, su primera obra, la cual fue bien recibida en Sevilla. En esa etapa conoce a Ignacio de Cepeda, hombre con quien vivió un apasionado amor a lo largo de su vida y su obra, a pesar de que él nunca le correspondió con la misma intensidad. Sentimiento amoroso que ella recreó con admirable maestría en la Autobiografía y cartas publicadas por Lorenzo Cruz en 1837.



En 1840 se traslada hacia Madrid donde comienza la etapa más fértil de su vida literaria. Durante los años 1840 y 1846 son publicados su libro Poesías (1841) asi como sus novelas Sab (1841), Dos mujeres (1842-1843), Espatolino (1844) y Guatimozín (1845). Durante esa etapa tiene la oportunidad de conocer y relacionarse con grandes escritores de aquella época como Alberto Lista, Juan Nicasio Gallego, Manuel Quintana, Bernardino Fernández de Velasco, Nicomedes Pastor Díaz, José Zorilla, Francisco de Paula y Mellado, entre otros. En esos años también vivió una relación amorosa con el poeta Gabriel García Tassara con quien tuvo una hija nacida en abril de 1845 y que fallecería siete meses después.

En mayo de 1846 se casa con Pedro Sebater, gobernador civil de Madrid. Seis meses después Sebater fallecería debido a una afección en la laringe en la ciudad francesa de Burdeos en agosto de 1846. Tras la muerte de su esposo Gertrudis se recluye en el convento de Nuestra Señora de Loreto de Burdeos.


Tras su regreso a Madrid, recuperada de las pérdidas de su hija y de su esposo, entre 1849 y 1853 estrena siete obras dramáticas: Saúl (1849) tragedia bíblica calurosamente acogida por el público, Flavio Recaredo (1851), La verdad vence apariencias (1852), Errores del corazón (1852), El donativo del diablo (1852), La hija de las flores (1852) y La Aventurera (1853). Reedita sus Poesías (1851) y publica un relato de tema histórico Dolores. Páginas de una crónica de familia. Asi mismo en el Semanario Pintoresco Español aparecen dos nuevas leyendas: La velada del helecho (1849) y La montaña maldita (1851). Su carácter rebelde y su defensa de los ideales feministas afectan su ingreso a la Real Academia Española de la Lengua en 1853.

En 1855 se casa con Domingo Verdugo y Massieu, coronel y diputado a Cortes. En esos años escribe varias leyendas que recogerá más tarde en sus Obras literarias y estrena Simpatía y antipatía (1855), La hija del rey René (1855), Oráculos de Talía o los duendes de palacio (1855), Los tres amores (1858) y Baltasar (1858), una de las mejores obras dramáticas de la autora. Producción que se verá alterada cuando su esposo resulta gravemente herido en una disputa originada, precisamente, a raíz del estreno de Los tres amores. En 1859 el matrimonio se traslada a Cuba, donde el coronel Verdugo morirá en 1863 a consecuencia de la herida .

De regreso a tierra natal continua sus trabajos literarios. Dirige en 1860 la revista El Álbum Cubano y en este medio publica, además de sus leyendas La montaña maldita, La dama de Amboto y La flor del ángel, sus discutidos artículos sobre La mujer. El 27 de enero de 1860 recibe un homenaje en La Habana donde es coronada de laureles, rindiéndosele así tributo a una cubana singular.

Tras la muerte de su esposo regresa a España, donde muere el 1 de febrero de 1873 en Madrid. Durante sus últimos años se dedicó, casi exclusivamente, a la tarea de corregir sus obras y preparar la edición completa de las mismas, Obras literarias, dramáticas y poéticas (1869-1871).

http://www.change.org/es/peticiones/solicitamos-que-la-real-academia-espa%C3%B1ola-nombre-acad%C3%A9mica-a-gertrudis-g%C3%B3mez-de-avellaneda-rechazada-por-ser-mujer

2 comentarios:

  1. Se han confundido de heroína: la imagen primera no es de Gómez de Avellaneda, sino de Carolina Coronado.

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  2. Gracias. Rectificamos .Gracias de nuevo ¡¡

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HH

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