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viernes, 12 de junio de 2020

Isabel Oyarzábal traductora, periodista, escritora, actriz y diplomática española.


Isabel Oyarzábal Smith (Málaga, 12 de junio de 1878-Ciudad de México, 28 de mayo de 1974) fue una traductora, periodista, escritora, actriz y diplomática española.​


Fue la tercera hija del matrimonio formado por el malagueño de origen vasco Juan Oyarzábal Bucelli (1835-1903) y de la escocesa Ana Smith-Guthrie (1846-1930), de cuya unión nacieron cuatro mujeres y tres hombres. Perteneció a una familia burguesa, lo que le permitió gozar de una vida acomodada y acceder a una formación intelectual profunda. 

Debido a sus orígenes británicos, la malagueña tuvo un contacto permanente con las costumbres y la cultura de aquella sociedad, a través de los continuos viajes a Gran Bretaña, tanto en la infancia como en la edad adulta. Estos viajes hicieron de Oyarzábal una mujer adelantada a su tiempo, independiente e inconformista con las costumbres más castizas de España, que no permitían el avance social y cultural de la población.

En 1905, años después de la muerte de su padre, abandonó su Málaga natal y se trasladó a Madrid para trabajar como actriz teatral en la compañía de María Tubau y Ceferino Palencia con el sobrenombre de Isabel Aranguren. Esta oportunidad le permitió convertirse posteriormente en una admirable crítica teatral e, incluso, llegó a escribir algunas piezas teatrales.

Gracias a este trabajo, conoció a Ceferino Palencia Álvarez-Tubau -abogado, pintor y diplomático- con quien se casó el 6 de julio de 1909 y con quien llegó a tener dos hijos: Ceferino (1910) y María Isabel (1914). El matrimonio se trasladaba continuamente de residencia por motivos laborales; así, llegarían a vivir en Suecia, Finlandia o EEUU, Nueva York, y, por último en México, donde tuvieron que exiliarse en 1939 por formar parte del bando republicano. En la capital de aquel país moriría Isabel el 28 de mayo de 1974 a los 96 años de edad.

Nunca llegó a distanciarse totalmente de su ciudad natal, aunque antes del exilió pasó la mayor parte de su vida en Madrid por cuestiones profesionales. Su marcha a la capital de España le permitió participar en el agitado ambiente cultural de la época y llegó a participar en tertulias, actos culturales y a conocer a importantes nombres de las artes y las letras españolas. Todo ello dio la oportunidad a Isabel de poner en común sus intereses culturales, sociales y políticos.

En 1940, una editorial norteamericana publicó sus memorias, escritas en inglés, que no serían editadas en castellano hasta 2011, con el título de 'Hambre de libertad. Memorias de una embajadora republicana', Granada, Almed, D. L. 2011. Traducción de Andrés Arenas y Enrique Girón)​.


Isabel fue una mujer muy culta y profundamente formada, lo cual le permitió trabajar en distintos campos sin problemas de adaptación. Era considerada una mujer enormemente válida, de modo que desarrolló diferentes profesiones: desde la de profesora de español o labores periodísticas pasando por el oficio teatral o la escritura literaria y puestos políticos, entre otros menesteres.

Sus conocimientos de lengua inglesa le permitieron trabajar como profesora de español en Sussex, Inglaterra; ser corresponsal de revistas inglesas como Laffan News Bureau o el periódico The Standard; convertirse en traductora de obras literarias como Silas Marner, de George Eliot; y ser intérprete en organismos como el Instituto Internacional de Estadística.

En 1907 fundó la primera revista exclusivamente femenina de España, junto a su hermana Ana y su amiga Raimunda Avecilla: La Dama y La Vida Ilustrada, que llegó a sobrevivir cuatro años. A partir de esta primera experiencia, Isabel, inició una fructífera carrera periodística y llegó a colaborar en las revistas y diarios más importantes de la prensa nacional5​, tales como Blanco y Negro, El Heraldo, Nuevo Mundo, La Esfera, El Sol, El Día, Elegancias, La Voz de Madrid o Cosmópolis, entre otras. En sus artículos trataba sobre numerosos temas, siendo los más recurrentes aquellos relacionados con el papel de la mujer en la sociedad, la reivindicación de sus derechos (especialmente, el derecho al sufragio) o cuestiones sociales, como el estado de la sanidad y la educación españolas. Normalmente, firmaba con el pseudónimo de Beatriz Galindo o como Isabel de Palencia o Isabel O. de Palencia. 

Gracias a sus vastos conocimientos tuvo la oportunidad de impartir numerosas conferencias tanto en España como en el extranjero (EE.UU. Francia, Suiza, Reino Unido, Noruega, Suecia, Finlandia, México). Sus conferencias estaban dedicadas a dos temas fundamentales: el estudio aspectos de la cultura española (para su mejora) y la defensa de los derechos de la mujer y los de los más desfavorecidos. Las opiniones de Isabel eran muy apreciadas en los círculos progresistas y consideradas como demasiado avanzadas en los más conservadores.

En el plano político, sus ideas progresistas y republicanas le permitieron obtener diversos cargos en el seno de la II República española​. Se afilió a el PSOE y a UGT, y en 1931 fue candidata socialista a las Cortes constituyentes y dos años después se convirtió en la primera mujer inspectora de trabajo en España, gracias a que superó las oposiciones convocadas para el puesto. Quizás sus cargos más destacados sean el de representante del país en la Liga de Naciones (1933)​ y el de embajadora de España en Suecia, y Finlandia después, (1936-39) –fue la primera mujer embajadora española.

Al comenzar la Guerra Civil completó una gira de conferencias por 42 ciudades de los Estados Unidos y Canadá en 53 días para recabar apoyos a la República. En Nueva York llegó a congregar a 25 000 personas en el Madison Square Garden. En 1939, tras el fin de la Guerra Civil española, se exilió junto a su familia a México, donde vivió y siguió escribiendo hasta su muerte que tuvo lugar el 28 de mayo de 1974 en México D. F

En el ámbito artístico, Isabel trabajó corto tiempo en la compañía del matrimonio Tubau-Palencia, antes de su enlace con el hijo de la pareja. Realizó papeles en obras de teatro, como Mater Dolorosa, Echar la lleve o La Vicaría o Las alegres comadres, entre otras. Tuvo contacto con actores y actrices inglesas, lo que le permitió dar una serie de conferencias en España sobre el teatro en Gran Bretaña. Dentro de la producción literaria, podemos encontrar cuentos, libros folclóricos, biografías, piezas teatrales y novelas. Además, gracias a su labor como traductora llegaron a España numerosas obras escritas en inglés, como las de Sir Henry Irving, Jane Austen, George Elliot o Conan Doyle, entre otros.

Fue una mujer muy comprometida con la lucha feminista. Sin duda, el contacto continuo con las feministas británicas fue un gran aliciente para sus reivindicaciones en el territorio nacional, entre otras Eunice Murray o Mrs. Despard. Tal llegó a ser su compromiso con la causa que fue miembro de numerosas asociaciones feministas, tales como la Asociación Nacional de Mujeres Españolas (ANME), que llegó presidir; el Consejo Supremo Feminista de España; la Liga Femenina Española por la Paz y la Libertad; la Agrupación Femenina Socialista; el Comité Nacional de la Asociación de Mujeres Antifasctistas (AMA); o el Lyceum Club de Madrid, que fundó en 1926, junto a otras grandes figuras del feminismo español.

Su lucha feminista y social tuvo gran trascendencia, tanto en el plano nacional como internacional, lo que le permitió que sus ideas fuesen propagadas a través de publicaciones y conferencias en numerosos países. Dedicó todo su empeño a que la sociedad reconociese el papel de la mujer, sus derechos y libertades, su inteligencia y su capacidad para el trabajo. Reivindicó con ahínco el sufragio femenino, junto a figuras tan relevantes como Clara Campoamor.

En 1926 tuvo la oportunidad de conocer un ateneo obrero cuando la invitaron a dar una conferencia sobre la educación de las mujeres en la Casa del Pueblo. En 1930 se convirtió en la única mujer de la Comisión Permanente sobre Esclavitud de las Naciones Unidas. Destacó por su lucha feminista y sus reivindicaciones laborales, de forma que acudió al congreso de la Alianza por el Sufragio Universal en Ginebra y en 1935 fue delegada sindical de UGT en la XIX Conferencia Internacional de la Organización Internacional del Trabajo.

El activismo feminista de Oyarzábal no puede entenderse sin observar el contextos social en el que la malagueña vivía en su edad adulta, rodeada de mujeres intelectuales que buscaban reivindicar la valía y los derechos de todo su género, tales como Clara Campoamor, María de Maeztu, Carmen de Burgos o Margarita Nelken. Isabel, junto a sus compañeras Julia Peguero y Benita Asas Manterola llegó a reclamar personalmente a Primo de Rivera el sufragio femenino en el año 1923​.


 Producción literaria 
El alma del niño. Ensayos de psicología infantil, Madrid, V. H. Sanz Calleja, 1921: Carmen Servén, en su reseña en la Revista de Hispanismo, dice sobre la obra que "El alma y el niño es producto de las inquietudes pedagógicas de una mujer que vive el ambiente renovador de los años veinte. Isabel Oyarzábal procuró contribuir a la mejora educativa del país y participó en la búsqueda de soluciones progresistas. La obra describe y enumera, desde un punto de vista experimental, las cualidades y las virtudes, también los defectos y los vicios infantiles desde la más temprana edad. Al mismo tiempo, facilita sugerencias y consejos a los padres y educadores para que puedan tratarlos y encauzarlos a su debido tiempo, todo ello procurando establecer la mejor comunicación entre educadores y educandos. El método de análisis manejado por la escritora malagueña combina los propios de la psicología experimental y naturalista, en boga en esos años, con lo que hoy conocemos como psicología evolutiva, para la que un ámbito familiar acogedor y estable, en el que se gestionan las emociones y los impulsos mediante el lenguaje, juega un papel de suma importancia en el desarrollo cognitivo y emocional del niño. En definitiva, El alma del niño proporciona a los padres y educadores unas pautas de observación que la propia autora confiesa haber puesto en práctica con sus hijos. En todo momento les sugiere evitar el castigo, las reprimendas y la violencia ante las muestras infantiles de algunos de los defectos tratados; antes bien, propugna el razonamiento dialogado, la paciencia y la comprensión; admite que es positivo descender al nivel de los niños al hablar con ellos, y en cualquier caso, aconseja mostrarles amor, seguridad y protección. Así, las propuestas pedagógicas de Isabel Oyarzábal concuerdan con las premisas de los ideólogos krausistas, que habían penetrado en el país desde finales del siglo XIX y que conseguirían alcanzar los máximos resultados gracias a la Institución Libre de Enseñanza". La edición inicial de este tratado de 1921 se acompañaba de un prólogo de José Ortega Munilla y venía avalada por un apartado de juicios críticos nutrido por María de Maeztu, Benita Asas Manterola y José Francos Rodríguez. Hay una segunda edición del texto publicada en México por Ediciones Aztlán (1958); ambas son difícilmente accesibles hoy en España.

El sembrador sembró la semilla. Madrid: Rivadeneyra (1923).
El traje regional en España. Su importancia como expresión primitiva de los ideales estéticos del país, Madrid:Voluntad, (19426).
I must have liberty, Nueva York: Longmans, Green & Co., (1940).
Juan, son of the fisherman, Nueva York: Longmans, Green & Co., (1940).
Saint Anthony´s pig, Nueva York, Longmans: Green & Co. (1940).
Diálogos con el dolor. Ensayos dramáticos y un cuento, México: Editorial Leyenda, Colección Atalaya (1944).
Smouldering Freedom: The Story of Spanish Republicans in Exile, Nueva York: Longmans, Green & Co. (1945).
Alexandra Kollontay: Ambassadress from Russia, Nueva York: Longmans, Green & Co. (1947).
Del diario comer. Cocina hogareña, México: Editorial Patria (1951).
En mi hambre mando yo, México: Libro Mex Editores (1959).




Carmen Magallón nos completa la imagen de Isabel Oyarzábal-Smith (Isabel de Palencia), 

Es nombrada a menudo como Isabel de Palencia, apellido del marido. Además de escritora, es corresponsal de los periódicos londinenses Daily Herald y The Standard . De madre escocesa, su conocimiento del inglés y sus viajes le hacen tejer una importante red de relaciones. Escribe también en el diario El Sol y en la revista Blanco y Negro . Uno de sus libros, escrito ya en el exilio mexicano, lleva el sugestivo título de En mi hambre mando yo (1959).

En 1920, asistió al Congreso de la Asociación Internacional de Sufragios de Mujeres , que se celebra en Ginebra. Forma parte del grupo fundador del Lyceum Club en Madrid, y es la primera presidenta de la Liga Femenina Española por la Paz, 1929.

Inspectora de Trabajo, Oyarzábal fue la primera mujer que representó oficialmente a un país en la Sociedad de Naciones, donde defiende los derechos de la mujer trabajadora y de los menores de edad, enfrentándose a temas tan relevantes como las prácticas de prostitución encubiertas y la esclavitud infantil en el trabajo que discute en la Organización Internacional del Trabajo (Ginebra).

“Luis Araquista me dijo que quería que me encargase de todo lo relacionado con el trabajo de mujeres y niños. La República no podría haberme ofrecido un puesto que me procurase más placer aceptar. La Sociedad de Naciones constituye la esperanza todavía de todos los pacifistas ” 

En 1928, en nombre del Consejo Supremo Feminista, del que en esos momentos era presidenta, Isabel Oyarzábal había hecho un llamamiento al Consejo de Ministros de España "para que adopte las medidas necesarias de acuerdo con los demás gobiernos, para renunciar a las guerras e instituir los cánones que sean precisos, al objeto de conseguir un rápido desarme ”. Junto a Clara Campoamor, formó parte de la delegación española que, en septiembre de 1931, asistió a la Asamblea General de la Sociedad de Naciones, en Ginebra. Ambas compartían la voluntad de intervenir en el marco internacional y explicitar en él 'la necesidad de incorporar el punto de vista femenino en la conformación de un nuevo orden mundial' (Paz, 2009, p. 241).

Fue también la primera mujer embajadara de nuestro país, carga que desempeñó en Estocolmo por encargo de la República, desde octubre de 1936 hasta 1938. Allí conoció y se hizo amiga de Alexandra Kollontay, con la que correspondía correspondencia. Conoció a los líderes socialistas, Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo. Isabel Oyarzábal murió en el exilio, en México, en 1974, a los 96 años.

[1] Oyarzábal, Isabel. El de tener libertad . Horas y horas, Madrid, 2010. p. 224

https://www.diariosur.es/culturas/isabel-oyarzabal-pionera-20180308212943-nt.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F
https://womenvotepeace.com/women/isabel-oyarzabal-smith-bio/
https://es.wikipedia.org/wiki/Isabel_Oyarz%C3%A1bal
http://marivi-hypatia.blogspot.com/2012/02/isabel-oyarzabal-smith-la-embajadora.html
http://memoriamalaga.blogspot.com/2011/05/hambre-de-libertad-memorias-de-una.html
http://www.surinenglish.com/lifestyle/201803/09/isabel-oyarzabal-silenced-pioneer-20180309093733-v.html
https://katakrak.net/cas/lib/hambre-de-libertad?utm_source=search&utm_medium=web&utm_content=imagen&utm_campaign=libros
http://www.buscameenelciclodelavida.com/2018/08/isabel-oyarzabal-smith-recuerdos-de-la.html
https://letrasdesdemocade.com/2019/03/04/candida-los-agitados-comienzos-del-feminismo-en-espana/

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