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viernes, 6 de noviembre de 2020

Susie Orbach psicoterapeuta, psicoanalista, escritora y crítica social británica


Susie Orbach (Londres, 6 de noviembre de 1946) es una psicoterapeuta británica, psicoanalista, escritora y crítica social. En su primer libro Fat is a Feminist Issue analizó la psicología de las dietas y los excesos de comida en las mujeres. Ha hecho incidencia política contra la presión mediática que sufren las mujeres para sentirse satisfechas con su apariencia física. Está casada con la escritora Jeanette Winterson.

Orbach nació en  una familia judía y creció en Chalk Farm, en el norte de Londres.​ Su madre era una profesora americana, y su padre, Maurice Orbach, un parlamentario del Partido Laboralista. Ganó una beca para el colegio North Collegiate School, a la que asistió hasta los 15 años.


En 1976 creó el Centro de Terapia para Mujeres junto con Luise Eichenbaum y posteriormente en 1981 el Instituto Centro de Terapia para Mujeres, un instituto de formación en Nueva York. Ha sido asesora para el Banco Mundial, el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS) y fue la co-creadora de la campaña sobre belleza real de la marca Dove.

Susie participa también en el grupo que dirige la campaña para fomentar la confianza corporal, cofundada por Lynne Featherstone y Jo Swinson en marzo de 2010.


Orbach ha sido académica visitante en la New School for Social Research de Nueva York y profesora visitante en la London School of Economics durante diez años. Fue catedrática de la Escuela de Relaciones en el Reino Unido. Orbach también es coordinadora de Anybody, una organización que aboga por la diversidad de cuerpos. Es cofundadora y miembro de la junta​ de Antidote, que trabaja por la alfabetización emocional. Orbach también es cofundadora de Psicoterapeutas y Consejeros por la Responsabilidad Social.​ Ha sido reseñada en numeras publicaciones, como The Guardian.
Durante 10 años Orbach tuvo una columna sobre las emociones en la vida pública y privada en The Guardian. Sus artículos han sido recopilados en dos volúmenes: What's Really Going on Here y Towards Emotional Literacy.


El primer libro de Orbach, Fat is a Feminist Issue, trató sobre los problemas de las mujeres para relacionarse con sus cuerpos y su consciencia sobre comer en público.​ En este libro examinó los significados inconscientes de la gordura y la delgadez, y sobre por qué las personas comen incluso cuando no están físicamente hambrientas. También desarrolló estrategias para superar la ingesta compulsiva de alimentos.

Otros libros de Orbach sobre la comida y el cuerpo son Fat is a Feminist Issue II, Hunger Strike, On Eating y Bodies. En Bodies propuso una nueva teoría sobre cómo adquirir un sentido propio del cuerpo. La publicación incluye casos de estudio de personas amputadas y menores que han estado acogida o han pasado por procesos de adopción y ofrece, por un lado, una crítica a la belleza, la dieta y las industrias farmacéuticas y, por otro, su pensamiento sobre la crisis de obesidad.

Otro campo de su trabajo está relacionado con las dinámicas en las relaciones. En el libro What do Women Want (escrito con Luise Eichenbaum) expone las dinámicas al interior de las parejas, especialmente en las heterosexuales, y explora la dependencia y el impacto de la relación madre/hija y madre/hijo desde el punto de vista adulto. En este libro Orbach y Eichenbaum plantean las bases de unas relaciones íntimas más democráticas emocionalmente. Bittersweet, también escrito con Luise Eichenbaum, pone el foco en las amistades, las relaciones en el trabajo y el amor entre las mujeres. El libro describe los vínculos conjuntos que pueden darse entre mujeres y la lucha por conseguir vínculos individuales. En Understanding Women, Orbach y Eichenbaum se basan en su experiencia en el Centro de Terapia para Mujeres para teorizar sobre sobre la psicología de las mujeres e introducir el concepto de 'la pequeña niña interior'.

The Impossibility of Sex fue un nuevo punto de partida. Es una colección de historias imaginadas en terapia escritas desde la perspectiva de la terapeuta. Las historias están interlazadas con la teoría y debate sobre conceptos psicológicos clave, así como la explicación de la experiencia de la terapeuta. A pesar de ser casos imaginados, cuentan situaciones reales sobre las luchas diarias, rumiaciones y experiencias de ser terapeuta.




Libros
Orbach, Susie; In Therapy - The Unfolding Story London: Profile Books. (2018)
Orbach, Susie; In Therapy London: Profile Books. (2016)
Orbach, Susie; Fat is a feminist issue: the anti-diet guide to permanent weight loss. New York: Paddington Press. (1978)
Orbach, Susie; Fat is a feminist issue II: a program to conquer compulsive eating. New York: Berkley Books. (1982)
Orbach, Susie; Eichenbaum, Luise. Understanding women: a feminist psychoanalytic approach. New York: Basic Books. (1983)
Orbach, Susie; Eichenbaum, Luise. What do women want: exploding the myth of dependency. New York: Coward-McCann. (1983)
Orbach, Susie; Hunger strike: the anorectic's struggle as a metaphor for our age. New York: Norton. (1986)
Orbach, Susie; Eichenbaum, Luise. Bittersweet: facing up to feelings of love, envy, and competition in women's friendships. London: Century. (1987)
Orbach, Susie; What's really going on here. London: Virago. (1994)
Orbach, Susie; Towards emotional literacy. London: Virago. (1999)
Orbach, Susie; The impossibility of sex. London: Karnac. (2005)
Orbach, Susie; On eating. London: Penguin. (2002)
Orbach, Susie; Bodies. New York: Picador. (2009)
Orbach, Susie; Appignanesi, Lisa; Holmes, Rachel. Fifty shades of feminism. London: Virago. (2013)






Hay una crisis de salud pública -no es la gordura en el cuerpo, sino la gordura en la mente y la gordura de las ganancias.




Campos JD.1 persuasivamente rebate los reclamos de lo que Alicia Mundy2 llama ‘Obesity Inc’. Son aquellas industrias y medios de comunicación que las apoyan, que nos hacen creer que la Obesidad, con O mayúscula, es una epidemia de proporciones que está hundiendo los presupuestos de salud; que la obesidad y el sobrepeso indican una mortalidad acelerada; que la adiposidad por sobre la media es causa directa de enfermedades viles y peligrosas; y que la pérdida de peso a largo plazo es beneficioso y alcanzable.

La Guerra a la obesidad está claramente equivocada en términos científicos y estadísticos. Entonces la pregunta es ¿Por qué las ideas asociadas con esta son tan convincentes?, ¿Por qué creemos que la obesidad y el sobrepeso son malos para nosotrxs?, ¿Cómo esas dos palabras, grasa y sobrepeso, han tomado todo el peso de la indignación moral?, ¿Cómo la grasa y el sobrepeso han llegado a ser demonizadas?, ¿Cuáles son las consecuencias más escondidas y menos reconocidas de este sistema de creencias, incluyendo el daño psicológico a millones-algunxs de lxs cuales son gordos o con sobrepeso y algunxs de lxs son de peso “normal” y decididamente delgadxs, pero que creen de todos modos que están demasiado gordxs?. Y, brevemente, que se puede hacer para re-orientar esta asi llamada crisis de salud pública a un área en la cual pueda hacer algún bien en vez de incrementar el daño?.

¿Como se ha demonizado la gordura?


Campos JD et al. apuntan a algunxs interesadxs en hacer dinero de la creencia de que hay una crisis de obesidad. Son las compañías farmacéuticas que buscan su próxima gran droga, las compañías de dietas, y todas aquellas compañías que le endilgan sus mercancías a un publico preparado para creer que sin vigilancia constante se deslizaran a la obesidad. Estxs jugadorxs y sus sirvientes en los medios han creado un tipo de manto de inseguridad que ha llegado a infectar nuestra relación con nuestro cuerpo, con nuestra alimentación, y con nuestros apetitos.

A menudo no se reconocen esas industrias-de la moda, cosmetic y los medios- cuyos sueños y cuyos productos han construido nociones particularmente estrechas del tipo de cuerpos en y desde los cuales debemos vivir. A propósito o sin quererlo estas industrias del estilo demonizan la grasa y “el sobrepeso” (una categoría que debemos cuestionar en si misma sobre ¿que?). Promocionan el cuerpo delgado como el único tipo de cuerpo a tener y esto tiene un impacto devastador en las vidas de niñas y mujeres, llevándolas a interrumpir sus apetitos para conseguir los cuerpos proyectados y promovidos por estas industrias.

La exportación del odio al cuerpo

Las industrias del estilo aman representarse a si mismas solo como un poco de diversión que la gente puede tomar o dejar. Esto es falso. El dinero que estas industrias gastan en posicionar sus mercancías como rutas esenciales para alcanzar la deseabilidad y el glamour demuestra su deseo de cautivar mayores audiencias para sus productos “imprescindibles”. Sabemos inequívocamente que el resultado de su promoción de la delgadez es tener serios impactos psicológicos y físicos en mujeres y niñas. Consideren por un momento uno de los aspectos escondidos de la cultura global: la exportación de la inseguridad corporal y el odio al cuerpo por todo el mundo. En 1995 la TV, con programas estadounidenses fue introducida a Fiji, un país en el que no se conocían los problemas de alimentación y de imagen corporal. Tres años después el 11.9% de las niñas adolescentes Fijianas fueron diagnosticadas como bulímicas. Anne Becker3 identifica este fenómeno como un “avance” hacia la modernidad percibida y movilidad vertical por parte de estas muchachas. Para ser parte de la aldea global, las niñas creen que necesitan un cuerpo que se aproximen a lo que ven en sus TV y carteleras. Necesitan ser flacas. En Japón, las mujeres jóvenes, tan flacas como se puede ser, creen ser demasiado gordas. Al entrar China a la modernidad, una operación que rompe huesos de las piernas y pone implantes que alargan 5 cm la estatura, ahora está en oferta y es demandada. En Irán detrás de la hijab, 35.000 operaciones de nariz se realizan cada año. El cuerpo ágil y alargado ha llegado a ser deseado por las mujeres de todo el mundo. Su inclusión en la cultura global depende de si adoptan el cuerpo conformista.

La cultura visual ha perturbado la relación de mujeres y niñas con sus propios cuerpos. Ellas cada vez más están imposibilitadas a sentir sus cuerpos desde adentro. En vez ellas confían en lo que ven en el espejo para tener una sensación de sus propios cuerpos. Trágicamente, para la mayoría de las niñas y las mujeres, cuales sean sus medidas reales y si se conforman o no a la estética actual, lo que ven en el espejo no las complace. Ellas se ven y experiencian como demasiado gordas. Son gordas en su cabeza.

La perturbación del comer

La gordura en la mente de lxs individuxs lleva a intentar manipular sus apetitos y a ver la comida y el comer de maneras complejas, que raramente se relacionan a la satisfacción del hambre 4,5. Las personas sienten que están comiendo demasiado, hacen dieta, limitan su nutrición a menudo por debajo de lo que sus cuerpos requieren, cuando esto ocurre por más de una semana más o menos, los mecanismos biológicos que alientan a los individuos a comer más empiezan a funcionar, entonces las personas interpretan esos signos como un fallo a manejar su apetito. Empiezan a comer un poco más y aun así se sienten voraces, fuera de control o engullendo a dos manos cuando de hecho su apetito simplemente se está poniendo al día y llenando las reservas del cuerpo.

En una cultura fóbica a la comida y a la grasa, esta puede ser una experiencia muy perturbadora. La persona siente que su necesidad de perder peso ha sido obstaculizada y que ella es golosa. El comer o no llega a investirse con muchos significados simbólicos que no solo toman un tono moral sino que conllevan estados psicológicos dolorosos. Un ciclo sigue en el cual mientras más intente la persona controlar su apetito y deseo por comida, mas involucrada estará en comer menos o comer alimentos menos calóricos, mas preocupada estará con comida y como manejarla y ella leera en sus conductas alimentarias, una evidencia de sus capacidades psicológicas.4 Ella no sabe que su cuerpo tiene un nivel predeterminado6 que regula su metabolismo por lo tanto cuando ella ocasionalmente come menos su metabolismo se pone mas lento para conservar sus reservas y cuando come demasiado como en navidad, su metabolismo se pone mas rápido. De hecho porque ahora ella continuamente interfiere con su apetito y su alimentación, los mecanismos que regulan su metabolismo para mantener su cuerpo a un nivel predeterminado se dañan.

La reproducción del comer perturbado/problematico

El daño psicológico y fisiológico son parte de la historia. Pero lo que no hemos tomado en cuenta es que los últimos 35 años de estética de la delgadez que ha enganchado a más y más gente a significado el traspaso involuntario de patrones de alimentación perturbados a la generación siguiente junto a la leche materna.

Sin proponérselo, las madres que están incomodas con su propia alimentación y apetitos, quienes se preocupan de estar demasiado gordas cuando a menudo están en un peso perfectamente normal, pueden llegar a la maternidad con ansiedades considerables que permean el ambiente de nutrición temprana de sus hijxs. En un desarrollo cultural reciente, quienes eligen tener cesáreas a las 36 semanas en la no muy correcta creencia de que esto proveerá un retorno mas rápido a la figura pre-preñez. Esta fantasía de que se puede engañar al cuerpo post-parto y los procesos biológicos de la preñez y el post-parto se pueden dispensar es una consecuencia de la convincente narrativa cultural de que la grasa es mala y que corresponde a la mujer en cualquier etapa de su vida el manejar/controlar cu cuerpo, su apetito y su talla. Estas creencias perturban apectos del maternaje temprano haciendo de esta una relación que sin quererlo se convierte en un espacio de crecimiento para la inseguridad corporal y dificultades alimenticias potenciales.

La vigilancia de las madres hacia su propia alimentación y su deseo de inocular a su hijx contra las dificultades que ella pueda experimentar, rebota cruelmente. La inoculación, la cual involucra rigidez alrededor de la comida y la alimentación, pueden prevenir que el bebe en desarrollo descubra su propia experiencia de saciedad. La comida es algo muy personal. La satisfacción y el deleite en distintos sabores y texturas es parte de nuestro idioma individual. Por supuesto cada madre tiene que introducir a su hijx en como comer y tiene que encontrar maneras sensibles de responder a las señales de la guagua sobre el deseo y la satisfacción. Pero si la madre esta ella misma profundamente preocupada sobre el controlar su propia alimentación y en hacer que la alimentación de la guagua no sea un problema, el choque de valores será percibido por la guagua quien entonces investirá las experiencias de alimentación y comida con significados que reflejaran esta confusión y conflicto. Cuando el niño empieza a tener mas independencia, estos conflictos y el manejo personal que el niño hace de estos, puede inclinar al niño a usar su comida psicológicamente en vez de cómo una respuesta biológica. Entonces el comportamiento alimentario de la siguiente generación es inestable y susceptible de la misma manipulación por parte de las misma industrias que desestabilizaron la alimentación de la madre.

Conclusión

Detrás de la llamada crisis de la obesidad hay una emergencia de salud pública muy seria. El comer hoy es un problema real para muchxs porque está infectada con culpa, confusión, remordimiento y angustia. El tomar en cuenta estos temas debería ser lo que conduzca la agenda de salud pública para que estas industrias, que operan como una fuerza negativa en la auto-experiencia de niñas y mujeres y crecientemente en niños y hombres, sean reguladas y clausuradas. La política de salud pública al presente esta capturada por la narrativa de la crisis de obesidad y arriesga el ser parte del problema más que parte de la solución. Arriesga el demonizar ciertas comidas y ciertas tallas y a menos que se reanalice con cuidado empeorara peligrosamente los problemas alimentarios aparentes y ocultos que acosan a la población.

Por Susie Orbach LSE, Department of Sociology, Houghton Street, London WC2A 2AE, UK. E-mail: susieorbach@blueyonder.co.uk

Traducción Beatriz Sotomayor


Referencias

2 Mundy A. Dispensing with the Truth: The Victims, the Drug Companies, and the Dramatic Story Behind the Battle Over Fen-Phen. New York: St Martin's Press, 2002.
3 Becker AE. Television, disordered eating and young women in Fiji: negotiating body image and identity during rapid social change. Cult Med Psychiatry 2003;28:533–59.[CrossRef]
4 Orbach S. Fat is a Feminist Issue. London and New York: Paddington Press, 1978.
5 Orbach S. On Eating. London: Penguin Press, 2002.
6 Leibel RL, Rosenbaum M, Hirsch J. Changes in energy expenditure resulting from altered body weight N Engl J Med 1995;332:621–28.[Abstract/Free Full Text]


http://www.any-body.org/
http://london.endangeredbodies.org/dr_susie_orbach_bio
http://en.wikipedia.org/wiki/Susie_Orbach
http://feministasfeas.blogspot.com/2010/06/hay-una-crisis-de-salud-publica-no-es.html
http://www.theguardian.com/books/2009/may/11/susie-orbach-interview-women-books

2 comentarios:

  1. Llevo un buen rato leyendo tu blog, es un regalo para toda aquella mujer que sienta orgullo de serlo. Te invito a que veas mi web sobre nombres de diosas. Es un proyecto para dar visibilidad a las diosas FEMENINAS de todas las mitologías. Considero que te puede gustar y quizás inspirar. Un saludo y mis más sinceras felicitaciones por tu trabajo.

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    1. Gracias Aurora ¡Escribenos a heroinas@hotmail.es y vemos para sumar añadiendo tu página

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HH

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