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viernes, 21 de enero de 2011

Todo nuestro animo para estas heroínas !!!!!


Mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos e hijas denuncian los abusos y presiones que esconde la aplicación del SAP, un síndrome inexistente Viernes 21 de enero de 2011, por Gloria López
María Salmerón perdió la custodia de su hija y le fue entregada a su ex marido. Tras 15 meses, la Audiencia de Sevilla le la ha devuelto, pero la sentencia no se ha hecho efectiva porque su ex pareja ha recurrido. Esto es sólo parte de una historia larga y complicada, en la que María ha sufrido presiones, amenazas y violencia que quiere denunciar. Acaba de comenzar el segundo encierro, que durará hasta el próximo domingo, junto a más mujeres que viven situaciones parecidas y otras que han decidido apoyarlas. Un informe del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género concluyó que el llamado Síndrome de Alienación Parental (SAP), usado supuestamente por madres para lograr la custodia, carece de validez científica. No existe. Sin embargo, jueces, fiscales y peritos judiciales lo siguen empleando en vistas y sentencias. El resultado es lo que las mujeres que protagonizan el encierro en la sede de Izquierda Unida (y otras muchas en el anonimato) llaman “terapia de la amenaza”. Esta clandestina terapia, consiste en amenazas y torturas, a los y las menores y sus madres, que culminan con el cambio de guarda y custodia a favor del maltratador, internamiento de los menores en Centros de Acogidas e ingreso en prisión de las madres. En declaraciones para AmecoPress, María explica que con el encierro quieren denunciar “las situaciones extremas” que sufren los menores y ellas, al aplicarles lo que el SAP, nombrado ó no, oculta como tratamiento “la terapia de la amenaza”. “Los psicólogos determinan y los jueces legitiman con sus sentencias, con la connivencia de los Pefs. Es una situación que comienza en el momento que se denuncia pidiendo protección”, asegura. María Salmerón quiere llamar la atención acerca de la “incompatibilidad o descoordinación” entre vía penal y civil. A pesar de que la Audiencia de Sevilla le ha devuelto a su hija, por otro lado, ha recibido otra condena por desobediencia, lo que suma ya 2 años y 3 meses de prisión. “La niña no se quiere ir con su padre, y a mí me acusan de SAP”, dice María, “hay que indagar más y mejor, preguntarle a los niños, mirar a fondo por qué y no acusar a las madres de manipulación”. Y es cierto que las personas expertas coinciden en la idea de que cuando un niño rechaza a alguno de sus progenitores es porque sabe, porque lo ha padecido él o el adulto, que es violento y agresivo. Para María Salmerón es fundamental que el Gobierno actúe. 

La propuesta que el conjunto de víctimas realiza es la creación, por parte del Gobierno, de una comisión especializada que revise caso por caso. “Los jueces están confundiendo a la opinión pública, el SAP no existe, es una mentira, pero los jueces están haciendo que llegue a la gente una información errónea, manipulada”. Esto es algo que ha sido denunciado en varias ocasiones por especialistas, e incluso por el delegado del Gobierno para la violencia de género: "En el ámbito judicial este presunto síndrome ha provocado un efecto devastador en muchos menores y en sus madres al considerar a los niños y niñas como mentirosos y a las madres como enfermas mentales". Y bajo el disfraz de palabras distintas, dado el descrédito creciente del SAP como tal, se sigue empleando en los juzgados. No existe, pero se utiliza. No existe, pero se difunde. En su desesperación María, entrando en el local llamado “La Tercera” para el encierro, sentencia: “Habría que coger el toro por los cuernos: un decreto que prohíba la aplicación del SAP, no existe, es mentira, nadie debería tener derecho a utilizarlo”

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HH

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