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viernes, 6 de abril de 2012

Las verdaderas heroínas de Cuba



Desde la época prehispánica el Archipiélago Cubano ha sido escenario de sucesos importantes donde valerosas cubanas han dejado sus reseñas de forma imperecedera para que las generaciones futuras la tomen como orientación, y patrocinio de actitudes y ser cumplirlas a cabalidad, los requerimientos y deberes que la sociedad con grandes actitudes machistas trazó para el género que deberá tener como premacia el acatamiento incondicional de astutas manifestaciones machistas improcedentes.

El infortunio paulatino de la economía ha precisado que las hembras de la Isla tomen posiciones verdaderamente de pelo en pecho, y así subsistir a tantas calamidades y restricciones de toda índole, sin poder divisar un futuro superior, preñado de óptimas condiciones de vida para las familias ; que el único sustento monetario sea el devengado por un salario .

Alrededor de la silueta femenina circulan el cónyuge, los hijos de ambos, padres y en ocasiones abuelos u otro familiar de otra descendencia necesitado de un cuidado diferenciado, y como remate tiene en ocasiones cumplir con la sociedad como trabajadora en ocasiones todo el trabajo por ella realizado trascurre calladamente, sin agasajos cotidianos que aparecen estos solo en días especiales donde son recordadas por todos.

La alimentación se ha convertido en una congoja perpetua de los cubanos pero primordialmente para las mujeres que permanecen sumergidas en ese martirio innegable a pesar de los esfuerzos que se acometen por la dirección del Estado Cubano y del pueblo en general, más la situación se agrava discretamente, en los reglones más serios y vulnerables para mantener el equilibrio nutricional de los seres humanos, principalmente los infantes y longevos.

Las innumerables dificultades cotidianas son las responsables de la negación de las mujeres en edad fértil, de tener varios hijos para así evitar o disminuir las preocupaciones obligadas que acarrean la preparación de canastillas y alimentación de niños lactantes, que no disminuyen hasta las edades escolares, pues estas se obtienen fácilmente en los mercados especiales donde solo se acepta la moneda convertible, que no está incluida en todos las pagas de los cubanos.

Las páginas de heroísmo que diariamente escriben las cubanas por sus familias son dignas de ser reconocidas por todos ya que calladamente asumen la compleja tarea de alimentar, vestir, cuidar y dar educación a sus descendientes y participar en las innumerables tareas que la sociedad les imponen y obligan a permanecer atrapadas en su propia identidad y en ocasiones las excluyen como si no fueran una parte activa de la realidad de la realidad social.



Las mujeres debemos de abandonar los papeles de obediencia que nos han dibujado por épocas, esto no debe de identificarse como rebelión, todo lo inverso como reconocimiento de género y tener en cuenta las dificultades y experiencias por las que atraviesa toda clase o grupo de mujeres de todo el mundo, y no verlas como supuestas, sino demostrar y especificar cada una de ellas, porque las diferencias entre mujeres son muy importantes y es preciso admitirlas, ya que las féminas deben y pueden lograr que las estrategias sean diseñadas en base a las diferencias y no al criterio de generalidad de la condición análoga de las mujeres.

Written by carmenferreiro on 2 de Agosto del 2010
From: derechoshumanoscuba.com
por Miriam Herrera Calvo
Comunicadora Social

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