28 de Mayo, Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres
No es un 28 de Mayo más. No es para mí la continuidad de 
la lucha. Hay un quiebre.
Me pasa aún más por el cuerpo.
Me 
pasa por la mente, por el corazón, por la sangre que me trasfundieron en el 
hospital hace seis meses después de haber interrumpido voluntariamente un 
embarazo y tener que ir a las corridas al hospital con hemorragia.
Me 
pasa por mis proyectos.
Me cae la ficha de que sin vida no hay pelea por 
salud.
Pienso en esa idea de muerte cercana, que me congela vértebra por 
vértebra.
Me pregunto qué tiene de progre un gobierno nacional y popular 
que expone cotidianamente a todas las mujeres a la vulnerabilidad, a 
la clandestinidad, a la desinformación.
Me pregunto si ser vanguardia 
en derechos humanos puede ser posible si las humanas estamos relegadas, si 
las humanas nos tenemos que joder por hacer lo prohibido, si las humanas 
podemos morir con la complicidad del Estado.
Me pregunto cuándo vamos a 
romper con el modelo androcéntrico que sobrevalora la vida de los varones y 
menosprecia la de las mujeres.
Este 28 de mayo se cumplen 6 meses desde 
el día que aborté. Experimenté en mi propio cuerpo la violación del 
Estado.
Legalizar esta práctica no está en la agenda del gobierno, según 
dijo la presidenta.
Me gustaría decirle que esa práctica está en la 
vida cotidiana de miles de mujeres, cada día, en cada pedazo del 
planeta.
Me gustaría decirle que la omisión es complicidad. La omisión es 
acción.
Me gustaría decirle que su agenda es la agenda de la muerte. Es 
una agenda misógina y patética.
No es un 28 de mayo más.
Es el 
28 de mayo más cargado de rabia.
Es el día que quiero gritarle al mundo 
que la salud y la vida de las mujeres está gravemente amenazada. Quiero 
gritarle al mundo su complicidad.
Quiero gritarle también que las mujeres 
estamos de pie, luchando, resistiendo, accionando.
Mientras escribo 
estas palabras me pregunto por las mujeres que seguro estarán abortando en 
este momento.
Me convenzo de que esto tiene que parar.
El ataque a 
nuestra autonomía debe detenerse.
Rompamos el silencio y todo lo que sea 
necesario para dignificarnos.
Transitemos este día con la digna rabia 
necesaria para luchar por el aborto legal, seguro y gratuito para 
todas.
Mara Campanella.
Una respueta : 
Mara:
Te mando mis cariños , yo también aborté y me daba verguenza contarselo a mis amigas por miedo al reproche, me castigaban si era madre, me castigaban si abortaba, me sentí la peor de todas.. Ahora sé que hice lo correcto, en ese momento , no sabía.. Otra vez un abrazo !!!!
Te mando mis cariños , yo también aborté y me daba verguenza contarselo a mis amigas por miedo al reproche, me castigaban si era madre, me castigaban si abortaba, me sentí la peor de todas.. Ahora sé que hice lo correcto, en ese momento , no sabía.. Otra vez un abrazo !!!!
Dibujo de Violeta Doval Hernández 
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