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martes, 17 de septiembre de 2013

Elisa y los derechos sexuales y reproductivos



Aquí el aborto es ilegal y el acceso a la planificación familiar es limitado; cada año hay más de un millón de embarazos no deseados.

Elisa está entre los miles de mujeres que acudieron a Likhaan ante la dificultad de conseguir ayuda en otros sitios. 

Elisa: "Queríamos tener tres hijos. Cuando tuve el tercero, pedí que me esterilizaran en el hospital. El médico me dijo que no porque necesitaba el consentimiento por escrito de mi esposo".

Un médico se ofreció a operar a Elisa, pero a cambio de 10.000 pesos, cantidad que ella no podía pagar.

En un país donde millones de personas viven en barrios marginales, la cofundadora de Likhaan, Sylvia Estrada-Claudio, considera que la pobreza es uno de los principales retos que afronta la organización. Gran parte de la labor de Likhaan consiste en asegurarse de que las mujeres más pobres tienen acceso a una información correcta.

Pero la pobreza y la falta de educación no son los únicos retos que se le presentan a Likhaan.

Sylvia Estrada-Claudio: "La iglesia se ha inmiscuido tanto en nuestras leyes y políticas que lo que tenemos, en cuanto a la vida de las mujeres, es lo que quiere la iglesia. Por lo tanto, si la iglesia es realmente sincera sobre si funcionan sus programas, debería venir y ver el espanto que es la vida de estas mujeres aquí, porque es el resultado de sus políticas. El Estado realmente ha dejado que la iglesia haga lo que quiera cuando se trata de salud y derechos sexuales y reproductivos".

La falta de apoyo por parte del Estado significa que mujeres como Elisa no pueden tomar decisiones sumamente importantes para ellas. Una de las consecuencias directas de que el gobierno no aborde los derechos reproductivos es el número de embarazos no deseados. Y, según cálculos, medio millón de abortos al año.

Pero los problemas que afrontan las mujeres en Filipinas van más allá de la inacción del Estado. Lina, trabajadora de la salud, forma parte de la organización Mothers (Madres) de Likhaan, y considera que gran parte de su trabajo consiste en cambiar actitudes en la sociedad.

Filipinas es sólo un país en la lucha global por los derechos humanos de las mujeres.

Y uno de los frentes más importantes de esa lucha se centra en la libertad sexual y reproductiva.

Como organización de derechos humanos, Amnistía Internacional no puede permanecer callada y apoya a todas las mujeres en la reivindicación de sus derechos.





http://www.es.amnesty.org/temas/desc/galeria-de-videos/articulo/elisa-las-mujeres-filipinas-reclaman-sus-derechos-reproductivos/


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HH

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