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domingo, 1 de octubre de 2023

Dorothy Arzner pionera directora de cine




Dorothy Arzner (San Francisco, California, 3 de enero de 1897 - La Quinta, California, 1 de octubre de 1979) fue una directora de cine estadounidense. Arzner fue la única mujer directora de cine en Hollywood en los años 30. Trabajó como camarera en un pequeño restaurante que tenía su padre en Hollywood y trataba diariamente con actores, directores y guionistas. 

Empezó la carrera de medicina en la Universidad del Sur de California para poder ejercer de médico. Al menos, tal y como dice en la entrevista con Karin Kay y Gerald Peary, publicada en 1974 en Cine, 'con algunos meses de verano en la oficina de un buen cirujano y reuniéndose me con los enfermos, decidí que no era lo que quería. Quería ser como Jesús: "Curar a los enfermos y levantar los muertos", al instante, sin cirugía, píldoras, etcétera '.​Fue entonces cuando después de dos años en la carrera de medicina, la dejó y decidió entrar en el mundo laboral para adquirir independencia económica. Dorothy Arzner, pese abandonar los grados en medicina, tuvo una educación muy amplia, en la que se suman cursos de historia del arte y de arquitectura.


Después de servir en el Cuerpo de Ambulancias durante la Primera Guerra Mundial, Arzner entró en el mundo del cine como secretaria del departamento de guiones de Famous Players-Lasky, a las órdenes del director William C. DeMille hermano de Cecil B. DeMille.

Gracias a su talento e inteligencia progresó rápidamente e hizo de script, recortadora de negativos y finalmente montadora, destacando por el montaje de las secuencias de tiroteto de Sangre y arena, del director Fred Niblo.

El director James Cruze ofreció a Arzner la oportunidad de montar su épico western The Covered Wagon (1923), lo que hizo con elegancia. Después de mostrar su valía, Paramount Pictures le encargó la dirección de una modesta película, Fashions for Women (1927), que fue un éxito comercial y de crítica. Arzner consolidó este éxito con otras dos películas de la era del jazz, Ten Modern Commandments (1927) y Get Your Man, (1927).

Su prestigio como cineasta creció con sus siguientes películas, sobre todo The Wild Party (1929) y el drama Christopher Strong (1933), en la que intervino una jovencísima Katharine Hepburn. Pero quizá su mayor éxito fue Craig's Wife (1936) con la también joven Rosalind Russell como protagonista; sin embargo, los estudios feministas la recuerdan por la ácida Dance, Girl, Dance (1940), una denuncia del lado oscuro del music-hall protagonizada por Lucille Ball.

A pesar de que nunca se consideró feminista, el ejemplo de Arzner llevó a muchas mujeres a entrar en la industria cinematográfica, sus mejores películas continúan siendo una alternativa interesante al cine del Hollywood clásico dominado por los hombres. Debido a hechos como la censura de Hollywood (introducida con el Código Hays), la transgresión de su cine (donde profundiza en temas como el papel de la mujer en la sociedad, ya hacer crítica de ésta) o por el mero hecho de ser la única mujer directora en unos estudios cinematográficos regidos principalmente por hombres, el nombre de Dorothy Arzner acabaría siendo prácticamente borrado durante años. Gracias a los estudios feministas de 1970, el nombre de la cineasta volvería a hacerse sonar, consiguiendo devolverle el mérito a la carrera más duradera y fructífera como directora cinematográfica. 

Dorothy Arzner y Clara Bow en The Wild Party.

En 1943 Arzner dejó Hollywood para recuperarse de una enfermedad y no volvió más. Después de su carrera en Hollywood dirigió películas de entretenimiento para mujeres de la armada y fue premiada en 1975. Su amiga Joan Crawford, que estaba casada con un directivo de la Pepsi-Cola, le pidió varios anuncios publicitarios para la empresa. También fue profesora de cine en la Universidad de California, sede Los Ángeles.

Arzner mantuvo una relación de cuarenta años con Marion Morgan, una coreógrafa y bailarina diez años mayor que ella. Aún queriendo dejar al margen su vida privada, de la que no se sabe mucho, nunca ocultó su orientación sexual ni su identidad; vestía con ropas poco convencionales para una mujer aquella época, casi siempre con pantalones, corbata y chaqueta, o vestidos rectos. Sin embargo Morgan, su pareja, dirigió secuencias coreografiadas de baile por algunas de las películas de Arzner, como Dance, girl, dance. En 1930 Arzner, junto con Morgan, se trasladó a un hogar en Mountain Oak Drive,​ Hollywood, y se mantuvieron como pareja hasta la muerte de Morgan en 1971.


Portada de la película Christopher Strong.

Durante su carrera Arzner creó un arquetipo de mujer que tenía semejanzas con su propia persona. Estos arquetipos han pasado a la historia a partir feministas entre los finales de los años 60 y los inicios de los 80. Gracias a estos estudios el cine de Dorothy Arzner pudo trascender en la historia con sus personajes femeninos, inteligentes, reflexivos, modernos y sobre todo independientes de cualquier persona, y principalmente del hombre. En su cine Arzner fijó la mirada a sus protagonistas en todo momento, por encima del personaje del hombre. No sólo trabajó con Clara Bow, sino que para representar a sus protagonistas trabajó con actrices del momento como Katharine Hepburn, Sylvia Sydney, Claudette Colbert, Rosalind Russell, Merle Oberon, Joan Crawford, Maureen O'Hara, etc.7​The wild party (1929) es una evidencia del pensamiento que Dorothy Arzner quería transmitir a lo largo de su carrera. La primera película en sonoro tanto por Arzner como por el estudio, trata de una chica universitaria, Clara Bow, que desprende una actitud muy desenfrenada en respeto a la vida. Ella y sus amigas son expulsadas de una fiesta de disfraces debido a su vestimenta, un tanto inapropiada. Es entonces cuando van a un bar de noche, de donde huyen de ser abusadas sexualmente. Sin embargo, lo que le interesó a la directora fue centrarse en la protagonista, que acabaría sacrificando su carrera para salvar a su amiga de un escándalo y explotar el vínculo entre las dos chicas.​También encontramos personajes como Lady Cynthia, interpretada por Katharine Hepburn, una aviadora que rompe las normas clásicas de comportamiento de una mujer; o a una bailarina que lucha por hacerse un lugar en el mundo profesional en la película Dance, girl, dance; o a dos hermanas, en la película de Working girls que marchan en Nueva York para poder encontrar trabajo, pero terminan tomando malas decisiones como irse con los hombres equivocados. Otro ejemplo es The bride wore red con Joan Crawford, interpretando a una mujer que vive en la pobreza y que se le aparece la oportunidad de formar parte de la clase alta durante un tiempo .Aún queriendo aparentar lo que no es, para casarse con Rudi y hacer su sueño realidad, se acaba enamorando de uno de los empleados del hotel donde se aloja. Por tanto, las protagonistas son personajes con matices que no son buenas ni malas, o sino son ambas al mismo tiempo. La directora aprovechó esta complejidad para enfrentarse a los códigos establecidos de la comedia o los melodramas, y extraer una crítica.

Aunque Arzner fue pionera en el mundo de Hollywood en crear un arquetipo como el de sus protagonistas; chicas independientes, inteligentes, modernas y reflexivas, etc. Podemos ver que justo antes de su aparición en el mundo del cine a finales de los años 20, aquella década estaba regida por unos personajes femeninos llamados flappers. Se trataban de chicas avanzadas a su tiempo que vestían con ropas un tanto provocativas y que habían tomado costumbres que estaban principalmente asociadas al hombre, como fumar, beber alcohol, y permanecer en bares de noche donde se tocaba jazz. Los primeros términos definidos por las flappers o It Girls, son creados con la película It, protagonizada por Clara Bow (con quien nacería el término y sería la It Girl por excelencia). Las protagonistas de Arzner toman algunas de las cualidades de este tipo de chica de los años 20, que desaparecería con la llegada del crac de 1929 y la Depresión de la década de los 30, ligada con la aceptación del Código Hays. Aunque hacerse un paso atrás en el progreso social de los años 20, el cine de Arzner tomó como referencia la actitud de aquellas mujeres ante una sociedad que consideraban anticuada.



Las protagonistas de las películas de Dorothy Arzner no eran el arquetipo de mujer que se acostumbraba a plasmar en la pantalla de los cines en aquellos tiempos. Pero de hecho, a lo largo de la historia tampoco ha habido mucho ocasiones de ver protagonistas tan rompedoras como lo eran las de las películas de Arzner a la década de los años 30.

Por lo menos, casi correlativamente apareció un arquetipo femenino en el cine que tuvo una larga trayectoria, posterior a la de los personajes de Arzner. Esta sería la llamada mujer fatal, un icono de la cultura popular que protagonizaría gran parte de las películas de cine noir. Las femme fatales eran los personajes de mujeres malvadas que usaban su sexualidad para capturar los héroes de la película. Eran representadas como sexualmente insaciables y, a pesar de ser malvadas, algunas llegan a ser heroínas. En la actualidad el arquetipo se suele asociar a un personaje que constantemente cruza la línea entre la maldad y la bondad, ocurre sin escrúpulos. Aunque este arquetipo de mujer se distinguió de los clásicos personajes como la esposa atenta, cariñosa y familiar del hombre protagonista, no aporta una mirada femenina como las protagonistas de Dorothy Arzner, sino que da vueltas sobre la misma mirada masculina que tenía Hollywood en las décadas de los 30, 40 y 50.


Las películas de Arzner mostraban relaciones frustradas, oportunidades desperdiciadas, rupturas matrimoniales e incluso la muerte (como es el caso de Lady Cynthia a la película Christopher Strong (1933). Incluso los papeles de los personajes masculinos parecen perdidos respecto al matrimonio o las relaciones amorosas (como por ejemplo el protagonista de Merrily we go to hell (1932)). A lo largo de las películas Arzner dejó rastro de un mensaje que persistía en las tramas: el fracaso de las relaciones hombre-mujer. A menudo aparecía una relación entre mujeres que parecía no tener los problemas de la primera, y que indicaba posiblemente que la mejor opción era esa. A pesar de ello Arzner encontró un punto medio para complacer a los estudios y el público, mediante las historias de amor y matrimonio convencionales, pero a la vez teniendo un espacio para desafiar el centro temático de las películas y los roles sociales establecidos de la mujer.​ En la década de los años 30 Arzner fue el foco de atención principal en los estudios de historiadores del cine, conservacionistas y académicos, pero, ninguno profundizó en cómo se comportaban los personajes femeninos de Arzner dentro del género de las mujeres. El 1973 en un artículo de The Velvet Light Trap, Karyn Kay y Gerald Peary fueron los primeros en resaltar el enfoque feminista de Arzner, argumentando que en sus películas se documentan la vida de unas mujeres que luchan por amor , por su carrera y por la independencia e integridad. Más tarde se publicó la entrevista de Kay y Peary con Arzner en 1974 que se publicaría en el libro The work of Dorothy Arzner: Towards a feminist cinema (1979) de Claire Johnston, junto con los artículos de Pam Cook que exploran también el feminismo de Arzner. En 1984 se publica el ensayo Missing in action: Notas of Dorothy Arzner hecho por Beverle Houston.

Reconocimientos 
Aunque no ganó ningún premio por sus películas, se honró a Arzner con una estrella con su nombre en el paseo de la Fama de Hollywood (en la calle de Vine Street, núm. 1500)​ como tributo por la su extensa y exitosa carrera en el mundo del cine, siendo la única mujer en su momento de conseguir tales metas. En 1972 el primer Festival Internacional del Cine de las Mujeres la honraría mediante la proyección de una de sus mejores películas, The Wild Party, y  mostrando una retrospectiva completa de su obra en el Segundo Festival en 1976. En 1975 el Gremio de Directores de América  premió a Dorothy Arzner como parte de la serie Pioneers. Los técnicos Edward Wheeler y Artie Jacobson, que trabajaron con ella en The Wild Party, su primera película de sonido, señalaron que ganó el respeto de su equipo  por su competencia para saber hacer una foto. El director Robert Wise, que había sido editor de Dance, Girl, Dance (1939), describió sus problemas con el productor Erich Pommel y su voluntad de controlar su propia película.

https://es.wikipedia.org/wiki/Dorothy_Arzner
https://www.boy4me.com/news/16-parejas-gays-iconicas-de-la-historia

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HH

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