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martes, 10 de mayo de 2016

Aida Pascual fotógrafa



Nace en Burgos en 1987. Estudió Publicidad y RR.PP en la Universidad Complutense de Madrid, es ahí donde tiene su primer contacto con la fotografía. En 2010 tras licenciarse, se vuelca por completo en ella y comienza a formarse. Trabaja siempre en la naturaleza intentando conectar el paisaje con los sentimientos del ser humano, siguiendo los ideales de la pintura y la filosofía romántica.


¿Cómo llegó a ti la fotografía? ¿Vino sin que la llamaras o sin saberlo la estabas buscando?


Desde niña siempre me ha llamado la atención todo lo que tuviese que ver con la imagen, películas, ilustraciones de libros, etc. Pero siempre de un modo inconsciente, nunca se me había ocurrido que yo podía dedicarme a nada relacionado con ella. Estudiando la carrera de Publicidad empecé a tener una relación más directa con la fotografía y es ahí donde germinó todo. Me sedujo por completo y cuando acabé mis estudios me di cuenta que no me veía a mí misma dedicándome a otra cosa. Al principio hacía fotos sin más, según me venían las “ocurrencias” sin ningún sentido en concreto, quizá por eso no estaba contenta con los resultados. La primera mañana que decidí salir sola a hacer fotos en la niebla todo cambió, desperté de algún modo. Quedaría muy bonito decir que desde niña siempre supe lo que quería hacer, pero no es cierto, anduve muy perdida hasta que di con la fotografía, así que podría decirse que la buscaba sin saberlo y vino sin llamarla. Ahora es mi hobby, mi trabajo y a veces cuando duermo sueño que hago fotos.


¿De dónde brotan tus imágenes? ¿Qué -o quién- las alimenta?


Me encantaría saber de dónde brotan, quizá así haría más y mejores fotos, pero no lo sé con certeza. Sé que se alimentan de soledad, árboles, niebla y fío. Generalmente es cuando estoy en la naturaleza (física o mentalmente), cuando surgen cosas. Consumo imágenes de todo tipo, pinturas, ilustraciones… Veo mucho cine muy variado, me entusiasman los cuentos y leyendas, sigo el trabajo de compañeros fotógrafos, escucho música, leo libros de todo tipo (ya sean de filosofía romántica o Caperucita Roja), etc. Hay que alimentar a la bestia, todo eso queda guardado dentro sin darnos cuenta y es lo que ayuda después a crear nuestro imaginario.

Si te digo: nieve, quietud, inmensidad, ¿qué responderías?

Hogar, serenidad, libertad


¿Hacia dónde se dirigen tus pasos? ¿Temes que se detengan algún día?


No tengo la más remota idea de a dónde se dirigen, y prefiero no pensar, ni planificar. Soy de la opinión de que él éxito de una persona únicamente lo puede medir uno mismo en función de sus propias metas. Así que las mías son: ser fiel a mí misma (aunque parezca un cliché), hacer siempre las fotos que realmente quiera sin dejarme llevar por si gustarán más o menos, no forzar las cosas, seguir haciendo fotos y sobre todo, no parar de aprender nunca. Por eso cada exposición, publicación, etc. son motivo de alegría, son añadidos, pero no quiero prestarles atención para que no me condicionen de ningún modo.

Me aterra pensar que algún día por falta de imaginación, impedimento físico o por cualquier otro motivo deje de fotografiar. Porque entonces no sabría cuál sería mi motor, ya no recuerdo que se hace cuando no se hacen fotos.

Y por último, tres fotógrafas que te seduzcan
: Laura Makabresku, Daria Endresen, Ellie Davies.


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HH

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