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sábado, 5 de febrero de 2022

Sara César mezzosoprano argentina

      


Sara César, mezzosoprano/soprano, ( 16 de febrero de 1892 Buenos Aires-25 de junio de 1984 Buenos Aires). Su  nombre real  era Sara Oliveira Cézar; completó sus estudios vocales en Buenos Aires y allí debutó en 1912 en el Teatro Politeama como Amneris en "Aida" de Verdi. Luego se embarcó en una importante carrera en Italia; 

Tenía en sus rasgos personales algo del romanticismo decimonónico, que se conjugaba con la propensión perfeccionista de las escuelas musicales germanas. Era gentil, de finos modales y absoluta sensibilidad, su cordialidad y el brillo de su mirada radiante le acompañaron hasta el último momento de su vida.

De singular talento fue, ante todo, una artista de sólida formación, modelada según los cánones de su tiempo; pero, además, se destacó como formadora de futuros artistas.

Era difícil no cautivarse al escuchar a la cantante lírica; pero, aún más, era sorprendente ver a la maestra de canto, desplegar su dominio en la didáctica del arte.

Sara César, cuyo verdadero nombre era Sara Olivera Cézar, había nacido en  la ciudad 9 de Julio (Argentina ) en 1891. En realidad, sobre los datos de su nacimiento existen algunas dudas, pero de acuerdo con la obra “El arte lírico en el Teatro Colón”, de Ernesto de la Guardia y Roberto Herrera, publicado en 1933 por los editores Zea y Tejero, y la base de datos confeccionada por Leonor Plate, la artista habría nacido en Buenos Aires, el 16 de febrero de 1896.

Sea como fuera , siendo niña se encontraba radicada en 9 de Julio  y, ya en su infancia, había manifestado sus cualidades para el canto lírico.

Siendo una niña, en el escenario que se encontraba ubicado en el centro de la Plaza “General Belgrano”, en la conmemoración de una festividad patria cantó el Himno Nacional Argentino, dirigida por el Profesor de Música Enrique Luppo. Entonces, ya deslumbraba por su voz.

El domingo 27 de diciembre de 1914, debutó como soprano en la Compañía Lírica de Antonio Marrantí en el Teatro Politeama de Buenos Aires interpretando “Rigoletto”, la genial  ópera en tres actos con música de Giuseppe Verdi y libreto en italiano de Francesco Maria Piave, basado en la obra teatral Le Roi s’amuse, de Víctor Hugo. Entonces, la crítica de la prensa especializada no fue menos que encomiástica.

En enero de 1918, brindó un recital  lírico en el Teatro Rossini y el 29 de enero del año siguiente, en el mismo escenario, a beneficio del Hospital de la Sociedad Protectora de los Pobres de esta ciudad. En esta oportunidad, con el acompañamiento musical de los hermanos Luppo, interpretó las romanzas de las óperas “Mefistófeles” de Arrigo Boito, “Norma” de Bellini y Romani, “La Gioconda” de Ponchielli  y Boito, “La campana di San Giusto” de Drovetti y Arona y “Serenata”. A los pocos días de actuar en 9 de Julio, zarpó junto a su padre rumbo a Italia en el Vapor Santa Isabela.


Sara César fue una de las grandes del canto, dueña de un grandioso talento artístico que brilló en todo el mundo.

Desde joven se ausentó de 9 de Julio para ocupar los más destacados escenarios argentinos.  Pocos aficionados recuerdan hoy alguna actuación personal de Sara César, empero fue una gran cantante argentina, llegó a alturas que alcanzaron muy pocos artistas nuestros.

Su trayectoria  cubrió cerca de cuarenta años, desde que se inició como soprano dramática hasta que retiró en 1957, luego de haber cambiado su registro original por el de mezzosoprano.

Un hecho capital de su vida fue cantar el difícil papel de Kundry, el personaje femenino más importante de “Parsifal”, la  ópera en tres actos  de Richard Wagner. Fue en la histórica jornada del 27 de agosto de 1920 desde la terraza del Teatro Coliseo de la Ciudad de Buenos Aires, cuando los llamdos «Los locos de la azotea», efectuaron la primer transmisión radial en la historia argentina.

En esta ocasión, Sara César fue dirigida por Felix von Weingartner, el renombrado compositor y director  austriaco, quien fuera discípulo de Liszt en Weimar y director de orquestas en en Danzig, Hamburgo, Berlín, Múnich y Viena.

En el Teatro Colón interpretó Mefistófeles y Nazdah en 1924.

El maestro Felix von Weingartner le confió el papel de “Brunilda” en “El anillo del nibelungo” (Der Ring des Nibelungen, en alemán), un ciclo de cuatro óperas épicas compuestas por Richard Wagner y basadas libremente en figuras y elementos de la mitología germánica. Aquí, con la guía de Gino Maripussi, fue una isolda notable.

La soprano Sara César cantó regularmente en el Teatro Colón entre 1924 y 1957. Entre los muchísimos papeles y obras que le cupo protagonizar, en el escenario del gran teatro argentino, pueden mencionar a “Reina”, en la ópera “Nazdah” de Palma, en 1924 y 1925;  “Doña Luz”, en la ópera “Tabaré” de Schiuma, en 1935; “Mercedes”, en “La Novia del hereje” de De Rogatis, en 1935; “Zita”, en “Gianni Schicchi”   (Tríptico) de Puccini, dirigida por el maestro Héctor Panizza, en 1936; “Gobernanta” en “Cyrano de Bergerac”, en 1937; “Amneris”, en la ópera “Aida” de Verdi, en 1937, 1938, 1939, 1942, 1947; “Fattoumah”, en “Savetier du Caire  Mârouf”, de Rabaul, en varias temporadas; “Proserpina”, en  “Favola d’Orfeo” de Monteverde, en 1937; “Eudoxia”, en “Bizancio” de  Panizza, en 1939 y 1944; “Azucena”, en la ópera “Il Trovatore” de Verdi, en 1941; “Ulrico” en “Un Baile de máscaras” de Verdi, en 1951; “Bruja”, en la ópera “Hänsel und Gretel” de  Humperdinck, en varias temporadas;  “La Andorí” en la obra “Zincalí” de Boero, en varias temporadas; y muchos otros.

El 30 de julio de 1934 y durante varias temporadas, intervino con singular relieve en el papel de “Pontezuela”, en  la ópera argentina  “El Matrero”, del compositor Felipe Boero, sobre un libreto del escritor Yamandú Rodríguez. En esta obra fue dirigida por los maestros Paolantonio y Lietti. Esta tuvo el privilegio de ser la pieza nacional más representada en la historia del teatro Colón.

 Sara César como Brünnhilde


De acuerdo con los registros archivísticos del Teatro Colón, la última presentacíón de Sara César en el Teatro Colón fue en la temporada de 1957, en su papel de “Zita” en “Gianni Schicchi”  Esta obra la había interpretado en las últimas dos décadas con excelente dominio.

Sara César nunca olvidó sus años de infancia en 9 de Julio. Volvió cuantas veces les fue posible. En los primeros años de la década de 1950, ofreció un recital en el Salón Blanco Municipal, conjuntamente con sus alumnos del conservatorio que tenía instalado en Buenos Aires.

Desde su retiro, se dedicó a la enseñanza del canto y atendió a sus alumnos con verdadero amor de maestra y firme criterio de artista.

Algunos años antes, hacia 1981, ya traspuestos los 90 años de edad, tuvo ocasión de reportearla la  televisión: su mente volaba mucho más lejos que lo corriente y superaba sin esfuerzos los achaques de la edad. Era gentil y enérgica, afirmaba, recordaba y contradecía… La artista no se había borrado del cuerpo fatigado.

Algunos de los discos  de la artista fueron lanzados en HMV en Argentina.


https://compartir.cultura.gob.ar/100-anos-de-radio/

https://www.diarioel9dejulio.com.ar/noticia/10154

http://www.isoldes-liebestod.net/Isolden_ohne_Liebestod/Cesar_Sara.htm

https://greatsingersofthepast.wordpress.com/2012/08/13/sara-cesar-mezzo-soprano-soprano/

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HH

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